jueves, 30 de noviembre de 2017

Guste o no guste, está claro, “falla la gestión”

Cristina Coto: “Asturias no logra resolver el problema de las listas de espera sanitarias, ni con comisiones de investigación, ni con decretos ni con el mantra presupuestario de lo que destinan a la Sanidad, porque falla la gestión”

  • “Traumatología es el epítome ahora mismo de las demoras, pero es que en nuestra región hay hoy casi 18.000 pacientes en espera quirúrgica, 341 esperando más de seis meses por una operación, con una demora media de estructurales de 70 días”

  • “Sr. Consejero, le pido que se tome muy en serio el debate y las propuestas que van por el camino de disponer de más profesionales para reducir listas de espera y para comenzar a atacar la próxima y masiva jubilación de profesionales”
Intervención de Cristina Coto en el Pleno de la JGPA tras preguntar al Gobierno sobre qué medidas urgentes va a adoptar para dar la debida atención médica a los 4.327 pacientes pendientes de intervención quirúrgica en la especialidad de traumatología en espera estructural, de los cuales 81 llevan esperando más de 6 meses:
Las listas de espera retratan la contradicción, o enfrentamiento entre los fríos datos y las personas que hay detrás, con su derecho constitucional a una sanidad pública, universal y gratuita. Yo le pregunto hoy por Traumatología porque conforme a los últimos datos de Astursalud nos encontramos con que este servicio acumula las mayores esperas:
Primera consulta: 12.162 pacientes esperando, con una media de 86,66 días; de media, insisto, porque si nos vamos a esperas máximas, recientemente la prensa titulaba: “El SESPA cita a una paciente con dolor crónico para dentro de un año” o “Año y medio para una primera consulta en el HUCA” (noticia de La Nueva España 19.11.2017 y noticia de El Comercio 21.11.2017). 17 meses, consejero.
Intervenciones Quirúrgicas:  4.327 pacientes en espera estructural (los que reciben una carta ya con fecha), con una media de espera de 75,04 días; este tiempo de espera es mucho por la peculiaridad de estas patologías, que son muy dolorosas, y repercuten notablemente en la calidad de vida del paciente.
Pero es que 81 de estos pacientes esperan por su operación más de seis meses, alguno casi 9 meses. Esto, como sabe, no debería ni existir, me refiero a esperar más de 6 meses por una operación. Me refiero a sus propios compromisos: ¿Dónde quedó su decreto de demoras, Consejero, aquel que garantizaría una espera máxima de 60 días?
Pero al menos estas personas sabemos cuánto esperan, porque tenemos 446 pacientes esperando por una operación y denominados eufemísticamente como “transitoriamente no programables” (se les suspende la operación por el motivo que sea y no saben cuándo van a ser operados) y lo más sangrante: 1.325 pacientes que no están en espera estructural por lo que ustedes denominan “tras rechazo de centro alternativo”, utilizando la palabra “rechazo” con una connotación clamadamente culpabilizadora hacia esas personas que legítimamente no aceptan una derivación. Le pongo un ejemplo: un paciente nonagenario de Cangas o Parres que quiera y necesita ser intervenido en su área porque allí tiene a su familia –a esa hija o hijo que le va a cuidar- o un niño de Tapia cuyos padres no pueden atenderle de igual modo si es intervenido en Oviedo. Fíjese, esto también guarda relación con la conciliación de la vida familiar y con las propias condiciones de vida en las alas de Asturias, tan despobladas. Porque estamos leyendo titulares como “Dos mil asturianos, en lista de espera por no querer operarse en otro hospital”, y añaden que esperan “por libre elección”. Insisto, la sibilina culpabilización es clara; estas personas sencillamente no aceptan una imposición unilateral del SESPA porque les genera un trastorno que en última instancia es imputable a ustedes, por fallos en sus cuestiones organizativas o económicas, no al paciente que paga sus impuestos.
Sr. Consejero, le he preguntado por traumatología y le he hablado de derivaciones; en realidad de lo que le estoy hablando es de una política sanitaria que no logra resolver el problema de las listas de espera, ni con comisiones de investigación, ni con decretos ni con el mantra presupuestario de lo que destinan a la Sanidad, porque falla la gestión. Traumatología es el epítome ahora mismo de las demoras, pero es que en nuestra región hay hoy –y voy redondear las cifras para ganar tiempo- casi 18.000 pacientes en espera quirúrgica, 341 esperando más de seis meses por una operación, con una demora media de estructurales de 70 días. Y si vamos a lo que esperaron los pacientes intervenidos en el periodo nos vamos a más cuatro meses; esto es lo que esperaron los intervenidos, no lo que usted elucubra que esperará el resto. Digo más, en sus previsiones –vuelvo a AsturSalud- hay casi 11 meses de espera máxima. A este paso y con este nivel de esfuerzo llegarán a superar el año.
Vuelvo a los no programables: 1.237 consejero; ¿lo son por causas clínicas o son personas a las que simplemente se les llama para cambiar la fecha a última hora por falta de organización? Y otra vez casi 2.400 pacientes que quieren ser operados en su hospital que no sabemos ni cuánto esperan.
Consultas: 63.428 pacientes esperando más de dos meses de media por una consulta, sin conocer su diagnóstico, encontrándose mal y esperando por un profesional. Algún ejemplo: cinco meses para ver al neurocirujano, dos meses y medio al oftalmólogo. Es mucho tiempo. 15.233 personas aún no tienen ni cita.
Estoy utilizando los datos de 2017 casi en diciembre, esta es su transparencia.
¿Qué pasa cuando los asturianos desconfían del sistema y ven que pasan los meses sin saber cuál es su dolencia o sin tener un tratamiento? Pues el que puede, acude a la privada, aún con grandes esfuerzos porque entienden, como es lógico, que la salud es la gran prioridad. 
¿De quién es la culpa? De quien no gestiona correctamente los recursos para aminorar las listas. Y por ello algunos les pedimos que bonificaran en el IRPF esos gastos sanitarios a los que se les obliga a incurrir, sin animo alguno de cargarnos la sanidad pública, al contrario, ese compromiso constitucional es algo que creo que compartimos todos.
Por eso y termino le pido que se tome muy en serio el debate y las propuestas que se están haciendo en esta Junta General, que van por el camino de disponer de más profesionales, para reducir listas de espera y para comenzar a atacar la próxima y masiva jubilación de profesionales: me refiero a la compatibilidad entre el puesto y otras actividades, políticas de formación atractivas, incentivos, laborales, profesionales, económicos, y estudiando aquellos factores no económicos, que existen, y que pueden repercutir en la motivación y en el desempeño, fijando médicos en Asturias, si me permite la expresión.
Muchas gracias. 

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