“No mires lo que dicen, fíjate en lo
que hacen”
- Se cierran 290 camas este
verano, pese a tener 17.300 pacientes en espera
En Cabueñes ya permanece cerrada este mes la séptima
planta.
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El HUCA suprimirá 80 plazas, San Agustín 65 y
Cabueñes 60. Arriondas y Cangas son los únicos que no reducirán su capacidad
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Es un
clásico del verano. Con la llegada de los meses estivales, y argumentando una
disminución de la presión asistencial, el Servicio de Salud del Principado
ordena el cierre de plantas en los hospitales asturianos. El de 2017 no será
una excepción. Los centros sanitarios dejarán fuera de servicio 290 camas y lo
harán a pesar de mantener 17.300 personas a la espera de ser intervenidas.
El Hospital
Universitario Central de Asturias (HUCA) volverá a ser el centro sanitario en
el que más camas quedarán inhabilitadas hasta prácticamente finales de
septiembre: 80. Son, eso sí, 18 menos que el verano pasado. A finales de este
mes está previsto que cierre ya la sexta planta del bloque B de hospitalización
(completa) y que la novena B, la de Neumología, quede a mitad de capacidad. A
mediados de julio se les sumaría otra media planta, en este caso la tercera B,
la de Cirugía General. La decisión se adopta un año más pese a las elevadas
listas de espera que mantiene el Hospital Central, que sigue siendo de momento
el único centro sanitario del Sespa con demoras por encima de los seis meses,
aunque la previsión de la gerencia es que a finales de junio esa bolsa, que en
mayo ascendía a 180 personas, quede erradicada. Según los últimos datos hechos
públicos por la administración sanitaria, en mayo había 5.507 pacientes
aguardando para ser intervenidos en las instalaciones de La Cadellada. 182 de
ellos llevaban más de seis meses pendientes de una operación
Pero no solo
el HUCA ha aprobado ya el cierre de unidades. En Asturias, según la información
que manejan las centrales sindicales de CC OO, Sicepa y CSI, solo los
hospitales de Cangas del Narcea y Arriondas mantendrán su funcionamiento
habitual. El resto de hospitales verán mermada el total de plazas disponibles.
Tras La Cadellada, en Oviedo, es el San Agustín, en Avilés, el centro sanitario
que más camas suprimirá. Serán en total 65. Le sigue el Hospital de Cabueñes,
con 60, de las que la mitad, las correspondientes a la séptima planta par
(Medicina Interna), ya llevan inoperativas desde principios de junio. La
previsión es cerrar también la segunda par, la de las especialidades de
Ginecología, Oncología y Hematología, «algo que no pudieron hacer todavía»,
asegura Ana Carpintero. Su sindicato, CSI, exigió la semana pasada
explicaciones al gerente del Área V sobre el cierre de esta planta y también
sobre la anulación de las consultas de varias especialidades a lo largo del
verano.
Los
sindicatos dicen que se trata de «un plan economicista que solo busca ahorrar
dinero»
El resto de
cierres corresponden a Mieres con 30 camas -a las que habría que añadir las de
la planta que no ha abierto aún desde su traslado a la nueva ubicación-;
Langreo, con otras 30, y Jarrio, con 24. En total, el Sespa restringirá la
actividad quirúrgica y asistencial con el cierre de 290 camas en seis de sus
ocho hospitales.
Por áreas sanitarias
Área I - El Hospital de Jarrio
cierra 24 camas y aprovechará para hacer obras para cambiar bañeras por platos
de ducha en esas habitaciones.
Área II - Ningún cierre.
Área III - En lugar de plantas
completas, el San Agustín cierra habitaciones en varias plantas. En total, se
prevé que pase el verano con 65 camas menos de su capacidad.
Área IV - El HUCA prevé cerrar 60
camas a finales de este mes:la sexta planta B completa y la mitad de la novena
B. Y, a mediados de julio, otras 20 en la tercera B.
Área V - Cabueñes ya tiene
cerradas 30 camas y a principios de julio se prevé cerrar otras 30.
Área VI - Ningún cierre.
Área VII - En el Álvarez-Buylla
está previsto cerrar una planta completa:unas 30 camas, a partir del 1 de
julio.
Área VIII - El Valle del Nalón
cerrará previsiblemente una planta, con 30 camas.
Baja demanda, dice el Sespa
Para los
sindicatos esta medida responde a «un plan economicista» porque si bien la
presión asistencial baja en estas fechas, «lo que hacen es ahorrarse la
contratación de personal para sustituciones. La falta de profesionales lo
ralentizará todo un poco, los quirófanos y las consultas», advierten.
El verano en
los hospitales no solo se traduce en plantas cerradas y camas fuera de
servicio, sino también en consultas que reducen su volumen habitual de citas
así como sus días de atención. Desde las direcciones de los hospitales
dependientes del Sespa se asegura que los cierres estivales se aplican con el
fin de optimizar recursos, ya que en los meses de verano «la demanda
asistencial es menor». No obstante, los sindicatos critican que muchas de estas
medidas, que atribuyen a recortes, se aplican más allá de la temporada
veraniega. «Lo habitual es que los hospitales mantengan plantas cerradas hasta
octubre o, incluso, noviembre, cuando la gripe les obliga a reabrir», critican.
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