miércoles, 14 de junio de 2017

El HUCA está de aniversario














































¡¡Como pasa el tiempo!!  Hace ya  tres años que se hizo el traslado desde del viejo complejo del Cristo, a las flamantes instalaciones de La Cadellada. Aquellas que algunos definieron como las  más modernas de Europa, y un referente a nivel mundial.  Por eso que hoy queremos sumarnos a la conmemoración de tan singular efemérides, de la mejor de las maneras posibles. Demostrando una vez más, con documentos gráficos, el expolio al que se sometió a la sociedad asturiana mediante el famoso céntimo sanitario, que tan solo sirvió para engañarnos y robarnos a manos llenas. Con estos documentos gráficos pretendemos demostrar que el paso del tiempo, lo único que hace es poner de manifiesto las enormes deficiencias estructurales de un complejo lleno de vicios, defectos y trampas, que más pronto que tarde puede dar un disgusto de dimensiones incalculables. Y algunos dirán que somos unos catastrofistas, pero las evidencias están a la vista. Por no tener, tres años después de su apertura, dicen las malas lenguas que no dispone de un plan de emergencias.

Aquel niño, que dicho sea de paso, nada tiene que ver con la niña de Rajoy, fue concebida en tiempos de Tinin Areces, y su gestación duro unos diez años, pero al fin  vio la luz con Javier Fernández. A pesar de haber cumplido ya los  tres años en funcionamiento, unos meses más si miramos para la puesta en funcionamiento del servicio de oncología radioterapia (21/1/2014),  apenas si puede caminar, y eso que en tan corto espacio de tiempo le cambiaron varias veces los tutores. Se inauguraba con el grumete José Antonio al timón, que posteriormente fue sustituido por Miguel Rodríguez y este a su vez por Juan Pablo. Hace ahora tres años Jaime Rabanal era el manda más del Area Sanitaria IV, sustituido posteriormente por Manuel Matallanas, y este a su vez por Luis Hevia. Pero  los problemas continúan, e incluso en algunos casos se van ir agravando con el paso de los años, al menos los estructurales de los  edificios. Cada día que pasa son más evidentes las carencias, a pesar de que algunos continúan empeñados en correr sobre ellas una  espesa cortina de humo, mientras se procede a reparar lo ya reparado con anterioridad, ya saben, cosa de la calidad.

En este tercer aniversario no vamos a dejar en el olvido la situación que padecen los profesionales de la sanidad. De forma muy especial la doctora Jiménez y el doctor González, los cuales llevan casi cuatro años represaliados en el servicio de oncología radioterapia del hospital. Cambian los okupas de los despachos, el linchamiento de estos dos profesionales se prolonga, lo que me lleva a pensar, que la mano que mece la cuna se encuentra aposentada muy arriba. Eso sí, mientras tanto los pacientes en el mejor de los casos se amontonan en las listas de espera, en otros, desgraciadamente las abandonan pero no por voluntad propia. Claro que eso a quien puede importarle, mientras que para algunos, esto son tan solo daños colaterales.

Y mientras todo esto ocurre en el HUCA, a pesar de haber cambiado por tercera vez  el entrenador,  y este haber traído consigo un nuevo equipo de técnicos,  el esquema de juego permanece inalterable. Lo peor de todo, es que se continúa poniendo en práctica la táctica del calamar. Mientras  las  denuncias en las redes sociales son cada día más numerosas, y por medio de ellas se está poniendo al descubierto la pésima gestión que se lleva a cabo a todos los niveles, demostrando con datos reales, que el día a día en nuestra sanidad pública, dista mucho de la que nos quieren hacer ver.

GISPASA por su parte continua haciendo de su capa un sallo, y hoy queremos presentarles la última inversión que está haciéndose en el HUCA. Se están sembrando todo el hospital de cámaras de video vigilancia ¿Qué se pretende con ello? quizás tan solo se quiera controlar a los “cacos”, pues según se dicen, haberlos ahílos, lo malo es que no todos provienen del exterior. Servirá la instalación de las cámaras para este menester, o quizás GISPASA con ello puede estar buscando ejercer otro tipo de controles sobre los trabajadores del HUCA en general. Al colocar estas cámaras en cualquier parte del hospital, se puede estar violentando la privacidad de los trabajadores, y lo que sería mucho más grave, la de los pacientes en general.  
Andaremos y veremos, pero a día de hoy, poco, o más bien nada, se puede celebrar.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario