![]() |
Fotografías de la Agencia INSITU - Hace
unos días aportábamos una serie de fotografías, a través de la cuales se podía comprobar
las obras que se realizaban en la planta “-2 “, justo por debajo de la zona
donde se tenía pensado instalar una nueva resonancia. Por cierto, resonancia
que según muestran las fotografías,
llego a el HUCA antes de ayer día 26.
Si
algunas veces decimos que la calidad de los materiales empleados para la ejecución de la obra dejan mucho que
desear, en otras ocasiones podemos asegurar que ni los responsables de la
infraestructura a día de hoy se fían ya de la consistencia del edificio. Entonces seguramente que alguien se
preguntara en que nos basamos. Pues como pueden comprobar en los documentos gráficos
adjuntos, aportamos las pruebas de lo que decimos. No es de recibo que un
edificio que tiene previsto albergar en su interior una serie de máquinas, no
tengan ya calculado las resistencias que deben de soportar los forjados en las
zonas que se van ubicar.
No estamos hablando como hace
años del vetusto edificio del Cristo, aunque algunos gestores continúan sin poderse desprender del síndrome
de aquel ahora añorado hospital por muchos. Estamos hablando de un nuevo
hospital, aquel que fue inaugurado por lo menos media docena de veces, según
las necesidades electorales que el presidente del Principado tenía en cada
momento, y del cual algunos iluminados decían sería todo un referente a nivel
no solo nacional, sino que también europeo.
Un edificio que desde la
finalización de las obras en el año 2013, hasta su puesta en funcionamiento en
junio de 2014, y según reconocen algunas fuentes, se habrían llevado a cabo por
lo menos 13 reformas. Entre las más significativas están las incluidas en áreas
como Radiodiagnóstico, UCI, Farmacia, Admisión, Diálisis, Radioterapia,
Esterilización, Medicina Nuclear y despachos varios. No obstante, la reformas
de lo ya reformado continúan.
Hace apenas unas horas que el consejero de sanidad anunciaba el
futuro gasto que desde su departamento se pretendía realizar, en los diferentes
hospitales de la región. Y dada la cercanía del 26 J, ya están llegando las
primeras inversiones a La Cadellada, sin ir más lejos, una nueva resonancia.
Claro que si su descarga se hizo el día 26 a media mañana, continuamos sin tener
claro, que fue primero, el huevo o la gallina.
Lo importante de la noticia, y que los medios de información no
cuentan, es la situación que vive el personal en la zona donde se pretende
colocar la resonancia, así como en sus aledaños. Si desde hace ya días que se venían
observando las obras de reforzamiento con vigas de hierro de las estructuras
desde la planta “- 2”, apenas 24 horas antes de la llegada al HUCA de la unidad
de resonancia, se monto un entramado de puntales que sujetan los forjados de la
planta “- 1”, justo donde se pretende instalar
la susodicha resonancia.
Ahora que ya están de obras, sería bueno que continúen instalando
aparataje. Pues de los cinco bunker que se tiene previstos en el proyecto de La
Cadellada para colocar otros tantos aceleradores lineales, solo están tres están
ocupados. Es decir, en el servicio se trabaja con uno menos que en el viejo
HUCA del Cristo, y encima los tres que están funcionando, no lo hacen al cien
por cien de sus posibilidades, por motivos que la gerencia del HUCA debería
explicar.
Mientras tanto las esperas para recibir tratamiento se van
alargando, y las bajas desgraciadamente no cesan.
Claro que eso a quien le importa, a los gestores del SESPA,
desde luego que no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario