Entrada a Consultas, diseño inicial, vean lo que hoy existe y comparen
EL HUCA TIENE LA INDIGNACION GENERALIZADA DE LOS TRABAJADORES POR BANDERA
“Las pifias” en el diseño del HUCA van saliendo a la luz, y nos muestran “el pufo” que nos colaron
No son solo los llamados fallos estructurales, el mayor problema es la falta de previsión y sentido común con el que fueron concebidas algunas de las instalaciones, las cuales deberían de haberse mejorado tomando como referencia las existentes en el edificio del Cristo, pero que nadie se molesto en preguntar cómo se podían mejorar. Por eso que ya antes de empezar el traslado y la ocupación, las obras surgieron por doquier, a la vista de todo el mundo, no hace falta recordar las camas, que no pasan por las puertas, algunas de las cuales debieron de modificarse, y así un largo etc. Hace pocos días a la entrada de la cafetería de consultas, se hacían obras, seguramente para la ampliación de la sala de espera del Servicio de Oncología Medica, una sala pequeña, con escasa ventilación, la cual al saturarse hace que no se pare de calor en su interior, algo ciertamente imprevisible.
El pasado mes de octubre tras una obligada visita al HUCA, ya me adelantaba a los acontecimientos, pues denuncie una situación que muy pronto sufrirían los pacientes, así como todas aquellas personas que llegasen en coche a las consultas del flamante hospital
La total falta de previsión, unida a la presión que supieron ejercer los profesionales del taxi, obligo a la Dirección de HUCA a buscar un lugar en el perímetro del complejo hospitalario para situar la parada. La lumbrera de turno, decidió instalarlos en el atrio de la puerta de entrada de consultas, con lo cual nadie, y cuando digo nadie, es nadie, se paró a pensar en las personas impedidas que se acercan a consultas, y precisan de una silla de ruedas para moverse.
Nadie se dio cuenta que estamos en Asturias, y que la posibilidad de que llueva es como bien todos sabemos de un 50%, menos los redactores del proyecto, los supervisores del SESPA o GISPASA me da igual, los cuales parece ser que son todos de importación, y como mínimo provienen de Canarias todos ellos, lugar con escasa pluviosidad, y desconocían algunas de las necesidades que exigen las obras que se realizan en lugares como Asturias donde se precisa que las entradas tengan unas viseras donde poder cobijarse, mientras procedes a bajar al paciente, o simplemente esperas que un taxi pase a recogerte.
Por eso que ahora los pacientes con movilidad reducida deben de acudir al HUCA con dos acompañantes, pues llueva o no, las dificultades son más o menos las mismas, ya que uno de ellos deberá de bajarse, solicitar la silla de ruedas en información, y en caso de que llueva, deberá de bajar con un paraguas a la calle de acceso rodado a recoger al paciente, mientras tanto el otro acompañante aparque el coche, eso sí, en el aparcamiento de pago, pues no lo va dejar como vulgarmente se dice, en el medio de la merienda.
Pero es que el problema no lo sufren solo este tipo de pacientes, aquellos otros que procedentes de centros de salud que acuden a una consulta en el flamante HUCA, deben de ser recibidos por los celadores paraguas en mano, independientemente de que vengan en silla de ruedas o en camilla, impedir que unos y otros se mojen estos días se vuelve tarea arto difícil.
Si esto les parece poco, como el diseño fue concebido de aquella manera, pues era el primer hospital construido en el mundo mundial, ahora en la misma zona se encuentran con otros problemas, la falta de espacio donde situar a los pacientes tras apearlos de los vehículos que los trasladan, para ello decidieron habilitar la estancia prevista para almacenar las sillas de ruedas, e incluso, una estancia dedicada en un principio al personal.
No se vayan muy lejos, que esto continua.
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