En el nuevo HUCA no se quieren ver las deficiencias, pero "haberlas haylas"
En temas sanitarios los avances son lentos, yo incluso diría que demasiado lentos, pero algunas cosas se van consiguiendo, sin ir más lejos, el Consejero de Sanidad del des-gobierno de Asturias ya reconoce que el nuevo HUCA tiene goteras, incluso va mas aya al decir “que es un tema estructural”, o lo que es lo mismo, que alguien debería de haber supervisado las obras y no lo hizo, pero el tiempo, nunca mejor dicho, termina por sacar a la luz estas las “ligeras imperfecciones”, las cuales nuestro dinero nos están costando a todos los asturianos.
Lo que ya no me parece tan correcto es que continúe hablando de normalidad, más si cabe cuanto un día tras otro se descubren nuevas pifias. Pero que nos hable Faustino Blanco de haber iniciado un diagnósticos, es toda una temeridad, dada su manifiesta incapacidad para gestionar nada de nada, pues a la vista de los acontecimientos, el diagnostico esta hecho ya hace tiempo, y la primera de las medidas que se debería de haber ejecutado ya hace tiempo, es haber cesado a toda la cúpula del SESPA, consejero incluido.
Trascurridas las semanas, les puedo segurar de muy buen tinta que todo sigue igual, por no decir que va a peor, pues los profesionales de todos los ámbitos ya fueron agotando las disculpas de cara a los ciudadanos, mientras que ven con estupor como los que dicen gestionar la sanidad, apenas ponen remedio a las deficiencias y dejan que el tiempo pase y lo cure todo, menos la indiferencia y el pasotismo que arrastran los gestores.
Tener 500 resonancias sin informar, es simplemente un tema de juzgado de guardia, pues de alguna de ellas, podía pender la vida de un asturiano. Mientras que achacarlo todo a una mala organización del servicio, es una canallada más del consejero de sanidad, pero no es menos cierto que faltan manos para hacer el trabajo, en unos casos debido a las vacaciones, de otro lado están las bajas que se producen por motivos varios, y en menor grado, la descoordinación del servicio. Claro que todo ello unido hace que el sistema se este yendo al garete, pagando las consecuencias los de siempre, los pacientes.
Pero mira Tino, a vuela pluma:
- Los teléfonos móviles siguen sin tener cobertura dentro del hospital, lo que impide a los profesionales comunicarse entre ellos.
- Las nuevas líneas telefónicas instaladas hace pocos días están colapsadas o no son atendidas con meridiana normalidad, ya que las telefonistas no saben a donde deben de derivar la llamada.
- Los empleados del nuevo HUCA en general, se preguntan unos a otros donde queda tal o cual instalación, dos meses después de la inauguración, algunos no tienen ni situada la cafetería , que ya es difícil.
- Por cierto, las obras continúan, los martillos eléctricos se podían escuchar el miércoles en la zona de consultas externas, los fontaneros se paseaban de un lado para otro con metros y metros de tubo de cobre.
- Si hablamos del mobiliario, en unas dependencias escasea, mientras que en otras o sobran mesas pues no se ve que estén ocupadas por nadie. Por no hablar de la proporcionalidad de algunos espacios, pues en su mayoría carecen de metros cuadrados, mientras algunas dependencias tienen escasez de metros.
Ahora por mi parte tres sugerencias muy fáciles de corregir, en extracciones faltan sillas o bancos, lo que quieran ustedes instalar, la proporción a ojo de buen cubero, es de un asiento por cada diez personas que acuden al servicio, y no estoy exagero nada.
La sala de oncología médica es pequeña, y aunque se intenta cumplimentar con el espacio habilitado en el pasillo con más bancos, desde este lugar, no se pueden seguir los turnos de espera, hace falta URGENTEMENTE una pantalla en la zona exterior.
Mi tercer propuesta es reparar lo antes posible la pantalla del turno para entrar a los cuatro despachos en Atención al paciente, no es de recibo que los ciudadanos estemos preguntando ¿Quién es el último?
No obstante, todo esto es normal para el consejero de sanidad Faustino Blanco y amigos.
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EL COMERCIO.- 10 /9/2014
El consejero sigue considerando «normales» las filtraciones de agua al hospital
Blanco resta importancia a lo ocurrido el domingo, cuando la lluvia entró en el hall principal: «Nadie desea goteras, pero no es un problema estructural»
L. FONSECA | OVIEDO.
El consejero de Sanidad ha vuelto calificar de «normales» las filtraciones de agua que se registran en el nuevo hospital, que lleva tres meses abierto. Al igual que lo hiciera en agosto, cuando el agua acabó por colarse por los techos del HUCA durante una tormenta e inundó la zona del atrio, Faustino Blanco restó importancia a lo ocurrido este domingo, cuando la lluvia volvió a entrar, esta vez en el hall de hospitalización.
«Nadie desea que haya goteras pero no es problema estructural y se puede corregir», indicó. En opinión del titular de Sanidad, en La Cadellada, cuya construcción costó 300 millones de euros, «no pasa nada que no pueda ocurrir en un espacio que está empezando a ponerse en marcha».
Blanco detalló que la filtración de agua del domingo «se resolvió en diez minutos», «no es algo deseable» pero «en un espacio nuevo de 200.000 metros cuadrados entra dentro de la normalidad». El consejero reveló, por su parte, que las deficiencias registradas en la techumbre aún no han sido resueltas: «Hemos hecho un diagnóstico de situación pero aún no está reparado. Es como cuando en una casa hay un corrimiento de tejas y hay que corregirlo. En cualquier caso, no son circunstancias que hayan limitado la actividad del hospital», matizó.
Resonancias acumuladas
Con respecto a las más de 500 resonancias y escáneres que, tal y como adelantó EL COMERCIO, el HUCA tiene acumuladas a la espera de informe médico, Blanco dejó entrever que el hecho, que no negó, podía tener su origen en un problema de organización y no de falta de recursos. Aseguró que se solventaría.
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