Anda o revienta
“El personal del HUCA se adapta al Millennium a pesar de que “que es un mal programa”.
“Los médicos afirman que -ya no se traban- al utilizar el sistema, a la vez que piden –cambios y retoques- para agilizar y mejorar su funcionamiento.
Estas son algunas de la frases que pasaran a la historia de la sanidad asturiana, la cual a día de hoy permanece en manos de unos gestores que no son capaces de cumplir con los compromisos adquiridos, que faltan a la verdad, que manipulan la realidad, y por si todo esto fuera poco, ya tienen archidemostrado que son unos inútiles, más pendientes de las directrices políticas del partido al que pertenecen, que de las necesidades de la ciudadanía.
Deberíamos de preguntarnos, ¿qué tipo de sanidad tenemos en Asturias? pues cuando un profesional dice, “venir a trabajar y tener que enfrentarse a la dichosa máquina me sacaba de mis casillas”. Como será esa herramienta de trabajo que llaman Millennium para que se diga de un programa informático, “que le da miedo, o que es una lata”, sin dejar de recalcar que es un mal programa, incluso van más allá, y algunos profesionales confiesan haber tomado ansiolíticos para poder enfrentarse a la realidad, a la cual los habían empujado, y donde debían de tomar decisiones en cuestión de segundos, algunas de las cuales pudieran haber puesto en serio riesgo la vida de un paciente.
Una medico de la UCI nos cuenta que son tantas las opciones que desplega para cualquier consulta, que se vuelven locos abriendo y cerrando pantallas.
El programa Millennium está implantado por c……, como vulgarmente se dice, pero continua siendo un estorbo para la inmensa mayoría de los profesionales, algunos de ellos dedicaron varias horas los primeros días en trabajar con el susodicho fuera de su horario laboral para intentar entender el programa y descubrir sus carencias. Otros decidieron llevarse los deberes a casa, y estudiar las incidencias del día, la falta de información, de horas de practica antes del cambio, son en la mayoría de los casos donde todos confluyen para decir que no se les enseño a manejar el dichoso programa, se hizo todo deprisa y corriendo, y gracias a su empeño y dedicación van sacando el trabajo adelante.
No obstante cazamos a los vendedores de humo en otra de sus mentiras y manipulaciones, resulta que el mega hospital fue visitado por sindicados, amigos y demás condómina, pero una profesional nos dice: “Yo pedí, una semana antes del traslado, venir a conocer el hospital, quería saber moverme y dónde estaban las cosas. Pero me dijeron que no. Una vez aquí, un grupo médicos firmamos una carta en la que decíamos que no nos hacíamos responsables, si pasaba algo, por no saber llegar a una emergencia”.
El punto de vista de otro profesional de la sanidad, queda bien claro cuando nos dice; “Es que esto era, y sigue siendo, pero menos, un hospital inacabado. ¡Por favor!, si para que te dieran un uniforme tenias que suplicar de rodillas…”
Lo mejor es cuando haces, la que podía ser la pregunta del millón de dólares, ¿Se perdió calidad asistencial?, la respuesta es un solo monosílabo, ¡¡SI!!. Para rematar la faena nos explican que la aplicación de la historia clínica perdía los datos, y no permitía imprimir informes de altas, así que estuvimos a punto de suspender tratamientos crónicos.
Las enfermeras se llevaron a sus casas el manual para aprender a manejar las camas, “son unas camas sensacionales, con una tecnología puntera. Pero todavía no sabemos par que sirven todos los botones”.
Otro de nuestros interlocutores, nos habla de los cuellos de botella que se formaban en urgencias, donde los pacientes y familiares las pagaban, ¿con quién? con los que tenían más a mano, el médico de guardia o la enfermera de turno, pues Faustino, Tácito, Virgilio, Rabanal, no estaban, ni tampoco se les esperaba.
Un anestesista comenta, que prefiere fiarse de su experiencia al mirar la situación del paciente, que dedicarle varios minutos a la pantalla del ordenador, pues estos últimos son minutos perdidos de vigilando la situación del paciente.
El Millennium continua implanto a medias, que remedio, o mejor dicho, alguien tiene que justificar los 17 millones de euros gastados, pero los profesionales dicen que continúa dando muchos errores. Una demanda generalizad de los que trabajan con el susodicho programa, bien a ser que el programa se debe de mejorar, aprender de los errores es de sabios, eso es lo que dice la regla general, pero aquí estamos en Asturias, y ya se sabe quien está al frente del cotarro.
Los profesionales necesitan que alguien, en un atisbo de sentido común, les haga una señal, para reconocerles sus esfuerzos, y agradecerles su inconmensurable trabajo, al tiempo, que se les debe de hacer caso en sus demandas, pues nadie mejor que ellos a pie de obra saben lo que está ocurriendo, incluso son los que están dando la cara ante la ciudadanía.
Por mi parte como usuario de la sanidad, debo decir que en mis vistas al nuevo HUCA, note en primera persona el enorme esfuerzo de los PROFESIONALES, siempre encaminado a que no se noten las carencias, ellos se encargan como nadie de transmitir tranquilidad, mostrar que todo va bien, dar confianza al paciente y las familias, todo ello, ante el enorme caos que otros se dedicaron a sembrar, y cuando aparecieron los problemas, cual ratas saltaron por la borda del barco, pensando que podía zozobra, incluso da la sensación de que quisieran abandonarlo su suerte, no exagero, pues ustedes y yo sabemos que valor para hacerlo tienen, después buscarían con su dedo acusador algún culpable, estoy seguro que si por alguno fuera, el diputado Albano Longo seria victima propiciatoria.
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