Carta pública de una médica sobre los problemas de la sanidad
María de Pablos es una médica de área de la Gerencia de Asistencia
Sanitaria de Soria que ha decidido escribir una carta pública para denunciar
los problemas que tiene la sanidad en Castilla y León.
A través de la misma busca que la nueva consejera de Sanidad, Verónica
Casado, tome las medidas oportunas para mejorar la parcela sanitaria de la
comunidad autónoma.
Su escrito es el siguiente:
"Soy médico de familia desde el año 2001. Desde el principio he
trabajado allí donde llamaban. Al principio en centros de salud durante el
verano, después cubriendo guardias en puntos de atención continuada en el medio
rural. En algunos de ellos estuve completamente sola; sin enfermería, ni
auxiliar, ni celador, y viví situaciones que me hicieron replantearme mi
futuro.
Desde 2007 hasta 2011 he trabajado como médico de área, asignada en una
zona básica de salud con dos centros de salud urbanos y un punto de atención de
urgencias urbano. Hasta que finalmente llegó la interinidad, con mi propio cupo
de pacientes, y poco después aprobé la oposición, obteniendo mi plaza de área
en propiedad.
A lo largo de estos 19 años, todo en mi profesión, que considero la más
bonita del mundo, no ha hecho más que empeorar. Primero desaparecieron las
sustituciones del personal, y con ello desapareció también la atención a los
pacientes por un mismo médico como garantía de un adecuado seguimiento, o dos
como máximo en periodo vacacional, por cubrir a los compañeros con cupo de pacientes
a su cargo. Después, se creó la abominable figura de área, que trabaja cada día
en un centro distinto según conveniencia de los gestores y coordinadores de los
centros de salud y acumulando dos o más cupos en un mismo día de trabajo, tanto
en medio urbano como rural (en el que además expones tu vida en las carreteras,
tratando de llegar a tiempo a todas partes), sin vida propia, casi sin
enterarte, con el teléfono literalmente en la almohada, en la ducha, o en el
parque con tus hijos. Pero entonces, aún nos facilitaba la manutención la
Consejería de Sanidad durante las guardias, que provenía de un comercio local,
comida reciente y generalmente casera.
Si nuestra situación era poco halagüeña hasta este momento, llegó la crisis
y todo empeoró aún más. El abuso hacia los profesionales de área también fue a
peor, que como sustitutos realizaban la cobertura de guardias donde y cuando
surgían, a lo que se sumaba la dificultad para cubrir los períodos de descanso
después de las guardias del resto de personal sanitario, no podíamos disfrutar
de vacaciones al no ser pagadas y reconocidas, no teníamos reconocido el
descanso postguardia como los demás sanitarios, o el aumento desproporcional de
los días con consultas de varios profesionales porque mis compañeros iban
abandonando Sacyl uno detrás de otro.
La bajada de salario en el año 2012 y la supresión de la manutención
propiciaron un aumento del malestar que ya era sentido por todos nosotros.
Sentíamos que no se podía maltratar y pisotear más a los sanitarios, que sin
embargo, nos ocupamos de la salud y el bienestar biopsicosocial del resto de la
población.
Llegados al año 2019, y teniendo mi plaza de área en propiedad, carezco de
un cupo de pacientes propio, de horario fijo y de calendario de guardias. Tras
19 años de trabajo, estudio, esfuerzo profesional y familiar (aprovecho para
agradecer a mi familia su esfuerzo y su interminable paciencia), Sacyl ha
recuperado las dietas en las guardias, la llamada "manutención", pero
en condiciones que distan de la mínima dignidad que merece cualquier
trabajador, y que serán gestionados por una empresa madrileña, en lugar de
realizar este gasto en nuestra comunidad autónoma, apoyando los negocios y
restaurantes de nuestra tierra.
Los menús que nuestra sanidad pública va a dar a sus profesionales de la
salud tienen un dudoso cumplimiento sanitario, ya que son cocinados días atrás
y son repartidos 3 días a la semana. Así, si mi turno de trabajo es el viernes,
la comida habrá llegado dos días antes, y si es el lunes, habrán pasado tres
desde su llegada al centro de salud. Seguramente alguno más desde su
preparación. Creo que es una falta de respeto y que tan solo su planteamiento
es indigno hacia toda la profesión sanitaria. Además, la bebida y el desayuno
debemos llevarlos nosotros de nuestra casa de la misma manera que hemos
realizado desde 2012 ¿Y porqué ese trato diferente con los compañeros de
atención especializada?
Este es el trato que Sacyl tiene con sus profesionales, que seguimos
buscando una oportunidad laboral para poder abandonar Castilla y León, pero que
todavía la Consejería de Sanidad no consigue entender. Son las razones por las
que nadie quiere venir, por las que todos se marchan, por las que muchos nos
planteamos abandonar nuestra plaza, fijos o interinos, y marcharnos. Una
comunidad que se está despoblando poco a poco porque nadie pone remedio, no
puede permitirse que profesionales cualificados que ha formado sigan
abandonando en goteo continuo e inexorable en busca de mejores condiciones
laborales, económicas y de conciliación familiar de las que aquí se ofrecen,
con y sin plaza en propiedad.
Quizás nuestra consejera pueda acompañarme en mi próxima guardia y, entre
paciente y paciente, podamos compartir uno de estos platos de "línea
fría", o de la temperatura que disponga nuestro gerente. La recibiríamos
en mi centro con los brazos abiertos, porque como dice la sabiduría popular,
donde comen dos, comen tres o cuatro… Lo malo será que no comamos ninguno y
adelantemos el desayuno que llevemos de nuestras casas, a la que estaría
igualmente invitada."
Fdo: Dra. María de Pablos., Médico de área
Gerencia de Asistencia Sanitaria de Soria
Fuente documental:
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