Hace tiempo que no hablamos de las "chapuzas" del HUCA, por tanto ya toca.
Según algunas fuentes bien informadas, los materiales empleados en la construcción del hospital, o bien no fueron los más idóneos, o por el contrario no respondían a las calidades exigidas para el desgaste que sufrirían más adelante tras la puesta en funcionamiento del complejo.
Desde la puesta en marcha del hospital y las instalaciones aledañas de La Cadellada, no hay un día en que las evidencias certifiquen las sospecha. Nada es lo que parece, y donde debería de haber un tabique de mampostería, aparece una pared de pladur. Donde tendría que haber hormigón, nos topamos que solo hay arena, ya que el cemento sigue en Tudel Veguin, de haí que las plaquetas se suelten una y otra vez. Por no hablar de las Las zonas de acristalamiento, las cuales ya demostraron en varias ocasiones que fueron y son un peligro, ya que cada cierto tiempo colapsa alguna de estas lunas haciéndose añicos. Sin olvidarse de los cristales del suelo de la cafetería de docencia, los cuales también ya propiciaron algún que otro susto. Los herrajes de las puertas son como poco, son de calidad todo a cien, y así un largo etc.
Desde mediados del mes de junio permanece cerrada la planta "6 B", al parecer para realizar trabajos de acondicionamiento. Quizás alguien se estará preguntando, que es lo que se está acondicionando en un hospital que entro en funcionamiento hace poco más de cinco años. Acondicionar, lo que se dice acondicionar, más bien poco, pues se está reparando y sustituyendo el suelo, ya que las plaquetas del piso están rotas. Y aunque al gerente del complejo le gusta hablar de "casos puntuales" para referirse a todo, esto mismo ocurre en otras partes del hospital.
Pero hay más, los famosos "manolines", esos robots inteligentes que lo hacen casi todo, están sufriendo en las zonas de transito, el progresivo deterioro de los pisos y superficies sobre las que se desplazan. Para que se hagan una idea, los baches de la Autovía del Cantábrico en algunos tramos, son similares a los de los pasillos del HUCA, e igual de abundantes. Claro que los del hospital se reparan de inmediato, pues de lo contrario, los artilugios mecánicos no podrían realizar su cometido. Existen pasillos que están más parchados, que algunas de nuestras carreteras comarcales, que ya es decir.
Pero oiga, aquí no pasa nada, que para eso esta GISPASA, cuya especialidad es tapara agujeros en forma de sobrecostes. Por cierto, un ente que ya debería haberse disuelto, pues no deja de ser un cajón sin fondo, desde donde se están dilapidando miles de euros de los fundos públicos, y se comenta, que se esta haciendo sin control alguno.
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