Los facultativos pertenecen a todas las especialidades en las que no hay
bolsa de demandantes de empleo, que son todas menos Medicina Interna e
Intensiva
Asturias necesita médicos y eso no se consigue de
un día para otro. El problema ya ha sido diagnosticado y el
tratamiento prescrito. El problema es que los resultados no se ven a corto
plazo. Se necesitan medidas urgentes para compensar las bolsas de especialistas
vacías en el sistema público del Principado. Una de esas estrategias ha
consistido en aceptar prórrogas en la jubilación. La Administración era
reticente. De hecho, el Sindicato Médico (Simpa) se lo había solicitado en
varias ocasiones, con escaso éxito. Pero la fuerza de la necesidad ha acabado
imponiéndose. Un total de 80
profesionales mayores de 65 años sigue pasando consulta. Pertenecen a todas las
especialidades en las que no hay bolsa de demandantes de empleo, que
son todas menos Medicina Interna e Intensiva. Estas son las cifras totales que maneja la
Consejería de Sanidad sobre
el total de peticiones recibidas. Ya no se dice que no.
Las políticas a medio y
largo plazo también están en marcha. Con
respecto a hace dos años se ha duplicado la oferta de plazas para la
formación de especialistas en medicina y enfermería de Atención Primaria para
el próximo curso. La recuperación de la docencia en Medicina Familiar y
Comunitaria en las áreas de Jarrio, Cangas del Narcea,
Arriondas y Mieres y este incremento de la capacidad docente
permitirá dispone de 96 plazas de formación, 62 de ellas de medicina (MIR) y 34 de enfermería (EIR).
Otra de las actuaciones
previstas por la Administración sanitaria consiste en garantizar las
condiciones que hagan atractivas las plazas de médicos que se ofertan en el
sistema público, para así mejorar la captación de
profesionales y la estabilización de aquellos que están en activo. Sanidad ha
explicado que está definiendo, de la mano de los propios interesados, los
profesionales, «las condiciones laborales adecuadas para los médicos de área,
para garantizar la estabilidad y facilitar la completa conciliación familiar». Otra forma de hacer atractivos los puestos, a
la vez que se mejora la atención asistencial, es revisar los cupos de
pacientes por médico. La idea que
maneja el Principado es que en aquellos centros de salud que asumen la
responsabilidad de la docencia, los facultativos no tengan más de 1.500
cartillas. Donde no se tenga personal MIR y EIR, el techo estará en las
1.700 castillas. No obstante, promete también conocer las diferentes realidades
del territorio para poder adaptar cada estrategia a las necesidades de los equipos. En
este caso, se está trabajando sobre el terreno, realizando rondas de visitas.
Estas políticas están integradas dentro de La
estrategia para un nuevo enfoque de la Atención Primaria, un programa
firmado por Sanidad con sociedades científicas, hace dos años, para garantizar
la estructura del sistema público y para tratar de conseguir los recursos
humanos necesarios. La escasez de profesionales, especialmente en los centro de
salud, es uno de los grandes problemas a los que se enfrenta no solo Asturias
sino todo el país. En esa situación la prórroga de 80 médicos ha sido un
auténtico balón de oxígeno.
El Simpa explica que en los
centros de salud los cupos están al máximo, una gran mayoría cerrados. Esos cupos máximos dependen de la dispersión
geográfica del territorio que se atiende. Se divide en cuatro categorías. La
máxima son 2.250 pacientes por médico. El resto son 1.750, 1.550 y 1.250. Esa
cifra llegó a ser inferior. Se modificó al alza hace algunos años, con Elena
Arias al frente de la gerencia del Servicio de Salud del Principado (Sespa), lo que a juicio de los profesionales «supuso un fuerte
retroceso en la calidad asistencial».
Los médicos lo que han
pedido siempre es que su jubilación sea flexible, que la edad oscile entre los
60 y los 70 años y que dependa de la decisión de los profesionales y de su
estado físico y psicológico. Así lo han
defendido tanto la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) como el
Sindicato Médico del Principado de Asturias (Simpa). Esto supone que los
facultativos, tanto de Atención Primaria como de Especializada,
pueden retrasar hasta los 70 años la edad a la que dejan de trabajar. A
cambio, están dispuesto, si es necesario, a que se les someta a un examen
físico y psicológico que determine si reúnen las condiciones para seguir en su
puesto. Por el momento, no ha sido
necesario. Sanidad ha aceptado las prórrogas de los que lo han solicitado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario