domingo, 15 de abril de 2018

Un problema sanitario más, la picadura de la “vespa velutina” o avispa asiática



«La picadura de la avispa asiática puede provocar pérdida del conocimiento»

El responsable de la unidad de Alergología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), el doctor Julián Azofra ha sido testigo de excepción de los primeros casos de reacción alérgica por picadura de la avispa asiática (vespa velutina). Esta especie invasora, cada vez más asentada en el norte, está documentada como una de las más agresivas de la familia de los véspidos.
-En el HUCA ya han atendido a los primeros casos de personas afectadas por picaduras de avispa asiática. ¿Cuántos casos han tenido?
-Aquí en el hospital, dos. Uno que está recibiendo inmunoterapia, y otro un poco más reciente que parece que también es de velutina.
-¿Qué síntomas presentan estos pacientes?, ¿cómo se diferencian de la picadura de otros insectos?
-En principio parece que, al ser un insecto de tamaño considerable, la picadura es especialmente dolorosa. La reacción alérgica en sí es igual que la que pueda presentarse con la avispa común o con la abeja. Hay que considerar que la avispa asiática es un véspido, por lo que las reacciones alérgicas no van a ser muy diferentes a las de otros insectos. En el caso del paciente con inmunoterapia sí que me contó que había sido muy doloroso, no sé si es común para el resto de los casos pero tendría sentido teniendo en cuenta que su tamaño es sensiblemente mayor al de otras avispas.
-¿Y cuáles son estas reacciones alérgicas a las que alude?
-El paciente busca atención médica por la anafilaxia, que es una reacción alérgica muy grave. Al poco de la picadura, en minutos incluso, presenta una urticaria: esto es, picor por el cuerpo con presencia de habones (ronchas). Y puede estar acompañado de dificultad para respirar o de molestias digestivas, así como mareos e, incluso, pérdida de conocimiento.
-¿Cuáles son los pasos a seguir después de una picadura?
-Primero, si se tiene localizado el foco, es decir la presencia de un nido, hay que intentar erradicarlo. Una vez erradicado, la posibilidad de ser picado otra vez es mínima. Eso sería el primer paso. Después hay un tratamiento médico en caso de picaduras y a los pacientes con reacción intensa se les llega a administrar la inmunoterapia, que son las vacunas.
-¿Hay una vacuna concreta para la avispa asiática?
-Lo que se administra es la proteína alergénica del insecto. En el caso de la avispa asiática no, porque no tenemos inmunoterapia específica para ella. La que se administra es la de la avispa común, ya que no hay extractos específicos de la asiática y se entiende que son muy similares. Después, esta inmunoterapia se mantiene durante un periodo de cinco años en dosis mensuales. Es la manera de que se tolere una nueva exposición. Se ha demostrado que es eficaz en la abeja y en la avispa común.
-¿Existe intención de desarrollar una inmunoterapia específica para la avispa asiática?
-Yo no creo que se esté pensando en hacerla, aunque eso depende de los laboratorios. Dada la escasa frecuencia que hay de este problema, hoy por hoy no creo que se esté pensando en hacerlo. Es verdad que en Navarra o País Vasco tienen más casos y después se ha ido extendiendo al oeste. No creo que haya análisis de eficacia con personas que hayan sido picadas, se les haya administrado la vacuna y hayan vuelto a tener exposición.
-¿La reacción alérgica de cada paciente es diferente al resto?
-En efecto, es totalmente individualizada. No sabemos por qué unos pacientes ante la picadura generan ciertos anticuerpos y otros no. Es totalmente desconocido.
-¿Se puede prever a corto y medio plazo un incremento de los casos?
-Eso depende de la evolución de la población de la avispa. Si va cogiendo más peso, obviamente la avispa asiática supondrá un problema en todos los aspectos. Lo lógico sería esperar más reacciones alérgicas si su número se sigue incrementando.
-Como médico y alergólogo, ¿cogió estos primeros casos con curiosidad?
-En cuanto a investigación no estamos en condiciones de embarcarnos en una: se considera un véspido más y esperamos que se comporte como el resto de ellos, que las conocemos desde hace muchos años. Pero sí que genera curiosidad como el primer caso que reconocimos como picadura de vespa velutina. El primer caso nos cogió con algunos precedentes en Navarra, País Vasco o La Rioja, entonces esperábamos que llegara.
-De estas primeras observaciones de otras comunidades autónomas, ¿ha sacado algo en claro para aplicar a sus pacientes?
-Sí, han servido de referencia. Sobre todo con respecto a qué características presentaban los pacientes y con qué inmunoterapia se les ha tratado. En principio hay dos avispas en España más conocidas: la germánica y la polistes. Aquí sobre todo tenemos la primera. Para esos dos tipos de véspulas hay inmunoterapias específicas. Como no hay una para la asiática, me puse en contacto con los profesionales del País Vasco, que habían acordado utilizar la de la vespa germánica de forma un poco empírica.
Repunte primaveral
-¿Se espera algún tipo de repunte en primavera?
-Como ocurre con todos los himenópteros, en primavera el riesgo de ser picado es mayor con la llegada del buen tiempo al encontrar más personas en lugares exteriores. La población se expone más y es un factor determinante.
-Entonces, más allá de la vespa velutina, ahora se espera una época de más trabajo por aquí.
-Efectivamente, la aparición de la alergia al polen de las graminias supone algunos casos más. Sin embargo, al ser pacientes tratados de inicio por el médico de familia, aquí nos llegan personas con síntomas más importantes o que no responden al tratamiento. Por tanto, hay un aumento de las peticiones de consulta pero a nosotros no nos supone una carga de trabajo especialmente alta. Los casos leves normales ya los trata en los centros de salud de Primaria. Asturias, a causa de su pluviosidad, tampoco es de las regiones de España con más problemas de este tipo: en la Meseta se dan más casos.
-¿Qué tipo de pacientes reciben aquí en la consulta de alergia?
-El paciente que nos llega por alergia al polen es el que tiene síntomas comunes, como rinitis, conjuntivitis y en algunos casos asma que no responden a los tratamientos habituales. También vemos muchos pacientes a los que el médico de familia envía ya aquí casi de primeras. En el caso del hospital, el caso más interesante y en el que hay que centrarse es el del paciente con una respuesta no adecuada al tratamiento.
-En el abanico de causas que pueden acabar con un paciente en el HUCA, ¿cuáles son las que más encuentran?
-Además de las gramíneas, hay otros tipos de polen de árboles que también afectan. La más importante para nosotros es la alergia a los ácaros: aquí en las zonas costeras afectan mucho más y es nuestro caballo de batalla habitual. Es la patología más prevalente porque está presente a lo largo de todo el año. Después, también, las alergias a epitelios de animales. Ahí están englobados la mayoría de los pacientes. También hay alergia a alimentos, a ácaros...

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