El Tribunal Superior de Justicia de Asturias condena al Sespa
«Mi madre no falleció, se la cargaron los médicos por
no hacerle pruebas»
El Sespa CONDENADO a indemnizar a la familia de una fallecida por un tumor
de ovarios
El Tribunal Superior de Justicia de Asturias ha condenado al Servicio de
Salud del Principado (Sespa) a indemnizar a los tres hijos de M. J. R. M., que
falleció en junio de 2013, a los 71 años, seis meses después de haber acudido
al centro de salud de Llano Ponte donde, como denuncia la familia, «no le
hicieron ni caso». «Yo siempre digo que mi madre no falleció, se la cargaron
los médicos por no hacerle pruebas», descargó ayer una de sus hijas.
El periplo médico de M. J. R. M. comenzó el 26 de marzo de 2013. En aquel
momento, acudió al médico de cabecera en el centro de salud de Llano Ponte
«porque notaba un bulto en la parte izquierda, un poco más abajo del abdomen»,
relata su hija. Según los informes médicos que constan en la causa judicial, la
mujer acudió por una incontinencia urinaria. «Pusieron lo que les dio la gana»,
lamenta la familia de la mujer. En las tres veces que fue a consulta en menos
de un mes por el persistente dolor y por los nuevos síntomas, la atendieron dos
facultativos distintos. «El primero ni la miró ni la exploró. Le dio un
tratamiento para la vejiga. El segundo sí la palpó, pero con el historial del
anterior sobre la mesa prescribió otra medicación para el mismo mal que no
tenía», relata la hija. Solo cuando solicitaron que la atendiera un tercer
médico del centro, cambió el diagnóstico. «En cuanto la vio, la derivó al
Hospital San Agustín». El buen ojo clínico de este tercer facultativo no fue
suficiente para llegar a tiempo a un cáncer de ovarios que, según los peritos
que declararon en el juicio (oncólogo y ginecóloga), «no da síntomas y suele
ser un hallazgo casual porque se busca otra cosa». «Cuando empiezan los
síntomas, con quimio pudiera haber durado uno o dos meses más, pero con muy
mala calidad de vida», añadieron los especialistas.
El TSJA explica la dificultad de determinar la incidencia de la actuación
médica en el resultado final, pero sí considera que el fallecimiento de la
mujer debe ser indemnizado. El fallo no consuela ni mucho menos repara la ausencia
de M. J. R. M. para una familia que, según lamenta, en el juicio tuvieron que
asistir al «corporativismo del colectivo médico». «Fue el tercer médico del
centro el que nos animó a denunciar y el que nos contó que los bonifican si no
encargan pruebas. Luego en el juicio se retractó. Qué lástima no haberle
grabado entonces», lamenta una de las hijas.
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