Piden
colo-virtual en julio de 2017,…
Sin
respuesta en febrero de 2018 (OCHO meses)
Hoy quiero comentar mi caso particular.
Tenía pedida una colo-virtual desde
julio del 2017, por el ambulatorio de La Lila (Oviedo),
me la tenían que realizar en el HUCA, pero desde
allí la derivaron al Centro Médico.
De este centro
se la devolvieron otra vez al HUCA. Total que como no me llamaban
de ningún sitio, fui a atención al paciente en febrero 2018 (8 meses
después). Tras pasar otros dos meses sin noticias volví, fue entonces
cuando la persona que me atendió se molestó en mirar por donde estaba mi
expediente, y pasarlo al servicio de radiología (ya que no lo
habían pasado).
Hace dos días que me
realizaron la prueba, y cuando voy a pedir cita a La Lila
para los resultados, me la dan para noviembre !!!, y me
dicen que tuve suerte, ya que están dando para febrero 2019 !!!.
Así están las cosas en la Sanidad ahora
mismo.
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Así justifica el HUCA un año
de retraso en una patología mamaria
El
servicio de Radiodiagnóstico remite una explicación «surrealista» a una
paciente que ha presentado una queja por escrito
Dos bajas por embarazo, una jubilación y una bolsa de especialistas
facultativos agotada. Es decir, que no hay médicos. Ese es en
resumen el argumento con el que el Hospital Universitario Central de
Asturias (HUCA)justifica demoras de casi un año
en las revisiones de patologías mamarias dentro del área
de Radiodiagnóstico. A este servicio le corresponde, entre otras
funciones, el seguimiento de las pacientes con cáncer de mama. La usuaria
se quedó perpleja cuando leyó los argumentos con los que la Administración
sanitaria respondía por escrito a su queja por el retraso en una cita. «Es lo
que te dirían en la frutería de la esquina si una de sus empleadas está enferma
y hay mucha cola», critica. Esta mujer, que tiene varios fibroadenomas y
quistes, lleva años realizando controles y afirma que nunca le había pasado
nada parecido. «Es un servicio que siempre funcionó de manera ejemplar. De
10. Y se lo están cargando», denuncia.
Sabe que su caso no es único. Asegura centenares de asturianas están
pasando por lo mismo. Lo más grave es la espera. Entre las últimas pruebas que
se hizo y las que se hará pasarán más de 20 meses. «Obligan a la gente a estar
con el corazón en un puño meses y meses», lamenta. Si no hay novedades, no
podrá pasar por consulta hasta finales de enero de 2019.
Las citas
Esta paciente lleva años realizando
controles. El procedimiento que sigue siempre
es el mismo. Dos o tres meses antes de que cumpla el año de la última revisión,
acude a su médico de cabecera, que le tramita el volante para el especialista.
Mes arriba o mes abajo, siempre tiene consulta sobre mayo. En este 2018, volvió
a repetir el proceso. Pero en este caso la cita se la han concedido
para finales de enero de 2019. Esto supone más de 10 meses después de la
fecha considerada como recomendable para el seguimiento de casos como el suyo,
de fibroadenomas y quistes.
Con la citación en la mano, preguntó en el mostrador del servicio para ver
qué pasada. Le reconocieron que había demoras. Después se acercó al
área de Atención al Paciente, le dijeron que había más quejas y que la
causa eran una serie de bajas en el personal. Pero no se conformó y presentó
por escrito una reclamación. En su carta, explica que de manera anual
se somete a mamografías, tomografías y ecografías, siguiendo la pauta prescrita
para su diagnóstico. Expone su sorpresa cuando este año, en lugar de citarla
para mayo o junio, lo retrasan a enero de 2019. Denuncia que es algo
«inadmisible» y pide explicaciones. En tono irónico, señala que supone que será
«un error administrativo» que espera se corrija y se le asigne una fecha acorde
con su situación.
Si la demora de 10 meses le causó sorpresa, la respuesta del HUCA
le produjo una indignación mayor. En apenas 12 líneas el jefe de
servicio le cuenta todas las penurias de personal que está pasando. Le
confirma, por supuesto, que no se trata de un error y resume en un párrafo
revelador las verdaderas causas: «El motivo es la ausencia de facultativos
especialistas de Radiodiagnóstico del HUCA, concretamente (aunque esto es
un problema de régimen interno) la ausencia se debe a la baja laboral de dos
radiólogas por embarazo, así como la jubilación de otra especialista, adscritas
todas las sección de radiología en patología mamaria. Estas tres ausencias no
pueden ser sustituidas aún por no existir en la bolsa de demanda de empleo ningún
empleo con especialidad de radiodiagnóstico». Le pide, por último comprensión:
«Comprenderá que el trabajo que desarrollaban cinco especialistas no puede
ser asumido en el mismo tiempo por solo dos personas».
La falta de médicos ya parece estar
pasando factura al HUCA. Esta paciente denuncia la falta
de previsión del Sespa y que
las pésimas políticas de gestión de personal hayan alejado a los especialistas
de Asturias. «La explicación que me han mandado es surrealista», apostilla.
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