En la fotografía una de las agujas que están generando problemas. / E. C. |
Los diabéticos recelan de las
ocho empresas que optan al suministro de agujas
Plantean copiar el sistema de Andalucía,
que permite su compra directa en farmacias y elegir entre varios modelos
Ocho empresas se han presentado al concurso abierto por la Consejería
de Sanidad para el suministro de agujas para pacientes diabéticos.
El Principado lo convocó tras no renovar el acuerdo con la
empresa cuyas agujas motivaron cientos de quejas por el dolor y las lesiones
que causaban a quienes tienen que pincharse insulina varias veces al día, sobre
todo a los niños. Sin embargo, este nuevo proceso «nos tiene seriamente
preocupados», aseguran desde la Asociación de Diabéticos del Principado
de Asturias (Asdipas). ¿La razón? Que la mayor empresa del sector, la que
hasta hace tres años distribuía las agujas, «no se ha presenta al concurso
porque el precio de partida que fija el Principado es muy bajo», apuntaron
fuentes de la asociación, que reconocen que la mayor parte de las empresas que
optan al nuevo contrato «no nos ofrecen ninguna confianza. No llegan a la
calidad exigida». Tras la reunión del Consejo Asesor de la Diabetes,
que se celebró ayer en Oviedo, explicaron que, a la hora de elegir
empresa suministradora, el mayor peso lo tendrá la oferta económica -hasta
cincuenta puntos- y que la valoración de los pacientes solo podrá sumar, como
máximo, veinte.
El colectivo considera mucho más adecuado el sistema que, desde hace un
año, se está aplicando en Sevilla y Málaga. La Consejería de Salud andaluza
puso en marcha en ambas comunidades un programa piloto para que los diabéticos
puedan comprar las agujas en las farmacias y eligiendo entre varios modelos. En
Asturias, hay un único modelo de aguja para todos los enfermos de diabetes tipo
1, que se distribuyen en los centros de salud.
El Consejo Asesor de la Diabetes, en el que participan el director general
de Salud Pública, Antonio Molejón, dos especialistas y un miembro de la
asociación también abordó ayer la implantación de dispositivos flash de
medición de glucosa. Consisten en un sensor adherido a la piel que monitoriza
las 24 horas los niveles glucosa de los pacientes. La intención de la
consejería, tal y como manifestó recientemente su titular, Francisco del Busto,
era comenzar con un programa piloto para su distribución entre niños de cuatro
a 18 años y embarazadas con diabetes tipo 1 antes de abril.
No obstante, la asociación recibió ayer otro «jarro de agua fría» al
conocer, por boca del representante de la consejería, que dicho sistema de
monitorización de la glucemia -en el mercado desde hace más de tres años- se
retrasa al menos cinco meses. «Nos tememos que no se implante hasta el último
trimestre de este año», critican desde la asociación que, precisamente, se
planteaba para entonces valorar los resultados de este proyecto piloto para
poder ampliarlo de los cerca de 800 primeros beneficiarios a otros colectivos.
Sus ventajas son notables. «Se evitan al menos 1.800 pinchazos en el dedo al
año y se tiene una mayor seguridad sobre los valores de la glucemia», destacan.
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