jueves, 1 de marzo de 2018

Roban una furgoneta en el parking 2 del HUCA

Desde su puesta en funcionamiento a mediados del mes de junio de 2014, en el Hospital Universitario Central de Asturias – HUCA, se podría decir que ocurren fenómenos paranormales, o quizás no tanto. Algunos de ellos bien pudieran ser achacables a los anteriores moradores del complejo de La Cadellada. Aunque en otros casos son la consecuencia directa de la incompetencia de algunos. Si a esto añadimos la presencia de los amigos de lo ajeno, los cuales aprovechándose de la impunidad que les proporcionan las aglomeraciones que a diario se producen en las instalaciones, el resultado final  es que desaparecen estas instalaciones, todo tipo enseres. Los hurtos se llevan a cabo desde el minuto uno de la puesta en funcionamiento, y afectan a todo el ámbito hospitalario, otra cosa es que en muchos casos no se denuncien convenientemente. Los rateros vienen haciendo de las suyas en las plantas de hospitalización, en los vestuarios de personal, y ahora en los parking. Como nadie parece estar interesado en tomar medidas, el tamaño de los elementos sustraídos va en aumento.
El pasado lunes, mientras una trabajadora realizaba su turno de noche en el Hospital Universitario Central de Asturias – HUCA, lo que menos se podía imaginar, es que finiquitada su jornada laboral, no tendría en que volver a su domicilio de Nava.
Se trata de la enfermera Esther Barroso, a la cual le robaron una furgoneta de la marca Citroën, modelo Berlingo, de color blanco, cuya matrícula es 1933 FLF. Barroso la había dejado estacionada en el parking 2 del complejo de La Cadellada, y al finalizar su turno, cuando quiso retirarla,  se llevó la desagradable sorpresa, de que su vehículo no estaba donde la había dejado aparcado. En principio dio varias vueltas por el parking en busca del mismo, pero en vista de que no aparecía, decidió avisar a unos de los guardas de seguridad. Es entonces cuando comprueban las imágenes de las cámaras de seguridad, donde ven como entorno a las veinticuatro horas, tres jóvenes entran en el aparcamiento. En pocos minutos se hacen con el vehículo, abandonando las instalaciones a bordo del mismo. Para salvar la barrera y no tener que romperla, aprovechan un espacio comprendido entre la zona verde y la acera.
Mientras tanto, el ticket de acceso, que a su vez se utiliza para abandonar el parking, continua en poder de Esther Barroso. Se da la paradoja, que cuando la propietaria del vehículo quiso interponer la denuncia en la comisaría de la Policía Nacional de Oviedo, no fue posible, pues al parecer se estaban realizando tareas de actualización del sistema informático, debiendo acudir entonces al cuartel de la Guardia Civil, donde si dejo constancia de la sustracción.
La propietaria del vehículo solicito ayuda a través de las redes sociales, por si alguien pudiera ver su utilitario circulando por las calles de nuestra región. Al mismo tiempo ruega que en caso de ser identificada, se pongan en contacto con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, ya que le urge la recuperación. Por último asegura que “el coche es el medio con el que voy a trabajar y ahora estoy sin él”.

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