Esta
es una de las terapias, que parece ser poco importa a la clase política
asturiana en general. Seguramente, porque cuando ellos la precisan, no tienen
que soportar las listas de espera para una prueba de diagnostico, mucho menos
las largas esperas para ser intervenidos.
Mientras estos ocurre, en el Hospital Universitario Central de Asturias, dos acreditados profesionales continúan separados del servicio, estando vetados por la Dirección del Hospital desde hace dos.
A estos profesionales se les tiene prohibido el acceso a quirófano, con las graves consecuencias que a los pacientes se vienen ocasionando, puesto que se esta desperdiciando una muy cualificada mano de obra, cuyos resultados vienen reflejados en el siguiente informe.
Mientras estos ocurre, en el Hospital Universitario Central de Asturias, dos acreditados profesionales continúan separados del servicio, estando vetados por la Dirección del Hospital desde hace dos.
A estos profesionales se les tiene prohibido el acceso a quirófano, con las graves consecuencias que a los pacientes se vienen ocasionando, puesto que se esta desperdiciando una muy cualificada mano de obra, cuyos resultados vienen reflejados en el siguiente informe.
Señores, más claro,
el agua.
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El Economista.es
La braquiterapia cura el 95 %
de los cánceres de próstata de bajo riesgo
L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), 26 may (EFE).- Los
pacientes con cáncer de próstata de bajo riesgo que se someten a tratamiento de
braquiterapia consiguen una curación del 95 % a los cinco años.
Así se desprende de un estudio encabezado por el Instituto Catalán
de Oncología (ICO)-IDIBELL que se publica en la revista Brachytherapy.
El trabajo, que analiza el seguimiento de 700 pacientes, se ha
presentado esta mañana en la sede del ICO en L'Hospitalet.
El jefe del Servicio de Oncología Radioterápica del ICO, Ferran
Guedea, ha explicado que para que un tumor de próstata sea considerado de bajo
riesgo tiene que cumplir tres condiciones: que el PSA (los niveles de antígeno
prostático específico por sus siglas en inglés) sea igual o inferior a 10, que
el tumor esté encapsulado y no haya afectado a los órganos del entorno y que
crezca lentamente.
El cáncer de próstata es el más frecuente en los hombres en
Cataluña, donde se registran 5.000 casos nuevos cada año, por encima del de
colon y recto (cerca de 4.000 casos) y el de pulmón (3.500).
Este tipo de cáncer está asociado a la edad y al envejecimiento de
la población, lo que hace que su incidencia aumente cada año.
Según las proyecciones del Plan Director de Oncología, en el año
2020 se producirán unos 6.000 casos nuevos anuales.
A pesar de la elevada incidencia, es un tumor de lenta evolución
en la mayoría de casos, con una supervivencia del 84 % a los cinco años,
también según los datos del Plan Director de Oncología.
En caso de los tumores de próstata de bajo riesgo se puede hacer
cuatro cosas, según los expertos: una vigilancia activa y realizar revisiones
periódicas sin intervenir, extirpar el tumor, radioterapia externa o
radioterapia interna, una técnica conocida como braquiterapia y de la que el
ICO es el centro de referencia en Cataluña.
La braquiterapia, que se debe llevar a cabo en un quirófano,
consiste en la introducción directamente en el tumor de unas 'semillas'
radioactivas (yodo-125), cuyas ondas radiactivas destruyen las células
malignas.
"Durante unos dos meses, esas 'semillas' van dejando ir la
radiación, que no es peligrosa ni para el paciente ni para las personas que
están a su alrededor, sólo para el tumor", ha explicado Guedea.
El jefe del Servicio de Oncología Radioterápica del ICO ha
destacado que esta técnica supone menos efectos secundarios para los pacientes.
"La incontinencia urinaria es menor y se puede preservar
mejor la función sexual que en el caso de los pacientes tratados con
radioterapia externa o cirugía", ha dicho Guedea.
El estudio que se ha presentado esta mañana en el ICO muestra los
resultados de supervivencia de 700 pacientes de cáncer de próstata de bajo
riesgo sometidos a braquiterapia.
El trabajo concluye que la curación (es decir, el control
bioquímico) a los cinco años es del 95 % y, a los diez años, la supervivencia
por causa específica (es decir, excluyendo las muertes por otras causas) es del
97 %.
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