viernes, 20 de noviembre de 2015

El Monitor de Reputación Sanitaria (MRS) … no es manipulable



Es una lástima que los amigos del SESPA, tan dados ellos a el maquillaje y la manipulación, no tengan acceso a la sala de preparados del Monitor Reputación Sanitaria (MRS), pues seguramente que podían haber condimentado otra de esas pócimas, que tan solo con el paso de los días, se vienen abajo por su propio peso.
Desde este observatorio independiente se nos dice a los asturianos, que hasta hace bien poco teníamos a uno de nuestros hospitales en el número 37 del ranking de calidad, de un total de 69 centros a nivel nacional. Ahora, y gracias a la excelente gestión de unos, la complicidad de otros, y la convivencia de los de más allá, resulta que baja al puesto 50, por tanto, sobran los comentarios.
La conclusión más relevante, es que tanto la sanidad vista desde el punto de vista de la gestión, como de instalaciones, pierden prestigio a pasos agigantados, por mucho que algunos se empeñen en hacernos ver lo contrario. Pero todavía hay más, ninguna especialidad, antaño de referencia en España y también en buena parte de Europa, aparece dentro de las 15 primeras como mejor valoradas.
Todos estos datos parten de una encuesta fundamentada no solo en base a la calidad de los servicios, o de los tratamientos que se aplican en los hospitales de nuestra comunidad autónoma, sino, que también se tienen en cuenta otros parámetros, tales como la opinión de médicos, enfermeros, asociaciones de pacientes y periodistas sanitarios.
Todos estos datos fueron recogidos en las encuestas realizadas a más de 2.700 profesionales, que a su vez fueron cruzados con más de 900 parámetros  basados en la gestión y calidad clínica de al menos 70 hospitales, aunque de otros 30 también se extrajeron datos públicos.
Si tomamos como punto de referencia las puntuaciones, por medio de las cuales se pone en valor todo ello. Nos encontramos que el Hospital Universitario de la PAZ recibe un total 10.000 puntos, mientras que nuestro buque insignia, el HUCA, le corresponden tan solo 3.156.  Por otro lado el Hospital de Cabueñes, que en el ejercicio del año 2014 ocupaba el puesto 66, desparece de la lista.
Después de analizar todos los datos, el mejor hospital de España es a todas luces el Hospital Universitario de la Paz de Madrid, seguido del Clinic de Barcelona, ambos como ya ocurriera en el año 2014, repiten los mismos puestos. A continuación estarían el 12 de Octubre y el Gregorio Marañón de Madrid, y en quinto lugar el Vall d´Hebrón de Barcelona.
De otro lado, el hospital  mejor posicionado de nuestra región, aunque de ámbito privado, es el centro Oftalmología Fernández Vega, que gana una posición al pasar del sexto al quinto lugar.
A la luz de todos estos datos, las cosas deberían de estar ya muy claras. Esperamos que nuestra viñeta de hoy pueda dejar un poco más claro a que es debido que la sanidad en Asturias, viaje como vulgarmente se dice, cuesta abajo y sin frenos.
Y es que a la vista de los últimos nombramientos realizados por el SESPA, es fácil comprobar, como al frente de los diferentes chiringuitos, están siempre los mismos, lo único que se hace es cambiarlos de despacho.
Por tanto, no es de extrañar que las cosas vayan de mal en peor. Esto tan solo viene a poner de relieve, que no es que no dispongamos de recursos a nivel material o humano, de lo que de verdad carecemos, es de unos buenos gestores, capaces de pilotar una nave que hace aguas por todas partes, incluso me atrevo a decir, que de forma intencionada.
La sanidad es un derecho irrenunciable, el cual, una pandilla de mediocres se empeñan en quitarnos. Pero ellos en esta tarea no están solos, pues los acompaña una clase política en decadencia desde hace décadas, la cual los jalea y anima en su camino, pues todos ellos carecen de principios tanto éticos como morales, y esto los empuja desde hace tiempo a una descomposición institucional sin precedentes en la Historia de España.

Por si todo ello fuera poco, están llevando en su camino hacia el abismo a decenas de pacientes, los cuales, terminan de forma irremediable en la tumba.

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