 |
| El Doctor Herminio A. Gonzalez Suares en el interior del Hospital de Begoña en Gijón |
El RESPETO se gana, la HONESTIDAD se aprecia, la CONFIANZA se adquiere y la LEALTAD se devuelve
Algunas veces es difícil expresar con palabras lo que uno siente, sobre todo, cuando uno se encuentra leyendo el periódico del día, y de repente, aparece frente a ti, un tema que afortunadamente te resulta muy familiar. Pero es que si además, el protagonista de la noticia, es alguien al cual hace tiempo deje de ver como un simple profesional de la medicina, la satisfacción por mi parte es doble.
El doctor Herminio A. González Suarez, no solo es un prestigioso Oncólogo Radioterapeuta, es que además, es una persona que reúne unas cualidades humanas poco frecuentes. Me consta, que no seré imparcial al hablar de él, pero tampoco lo deseo, ya que al igual que ocurre con otros profesionales de la sanidad asturiana, en algunos casos llevan su trabajo a esa otra dimensión, donde el trato humano, cura más, que los mismísimos tratamientos.
Hoy, ante este nuevo artículo aparecido en La Nueva España, dentro de un suplemento especial que habla de salud, no puedo dejar de reivindicar una situación, que hace muchos meses sobrepaso los límites del esperpento.
Lo que la gran parte de la sociedad asturiana no sabe, incluso muchos de los pacientes por el doctor González intervenidos, es su verdadera situación laboral en el HUCA.
Son muchos los pacientes que cuando preguntan por él en el Servicio de Oncología Radioterapia del HUCA, se les sigue mintiendo y engañando, eso sí, las ordenes vienen de arriba No es infrecuente, que un paciente se encuentre con el doctor González en el pasillo, le pregunte ¿Por qué no me quiere atender doctor?
Es que tanto él, como otra compañera de ese servicio, están separados del mismo de forma caprichosa y torticera desde hace veintidós meses. El sin sentido y la sin razón ejercido de forma incomprensible por parte de quien dice gestionar ese servicio, es inadmisible a todas luces. Tienen prohibida la entra a el quirófano para ejercer su trabajo, se les intenta desprestigiar a todos los niveles, el acoso laboral que sufren es un hecho.
Por eso que hoy al ver este reportaje, mi vi en la obligación moral y de amistad de difundirlo. Diciendo de nuevo lo que pienso, pues soy conocedor de lo que estáis soportando ambos desde hace meses. Cuando al final, como tu bien dices una y otra vez, los únicos perjudicados son los pacientes, pues muchos de ellos deben de esperar meses para ser atendidos. Mientras que vosotros permanecéis ninguneados en lo profesional, y vilmente ultrajados en lo personal.
Enhorabuena DOCTOR y mucho ánimo, ya sabes que no estas solo
----------------------------------------La Nueva España.-2 de octubre de 2015
Suplemento ASTURIAS SALUD
ALTERNATIVA A LA CIRUGIA EN EL CANCER DE PROSTATA
La braquiterapia de próstata, válida para todo tipo de pacientes, permite en poco más de una hora recuperación total, prácticamente sin hospitalización ni secuelas.
Gijón, E. C.
Herminio A. González Suarez, especialista en oncología radioterápica de la unidad de braquiterapia prostática del Hospital Begoña de Gijón, habla de una nueva técnica que han puesto en marcha.
El cáncer de próstata es el más común entre varones. Suele producirse en hombres a partir de 55 años y no debe confundirse con la hiperplasia benigna de próstata. Su alcance no es igual. Aproximadamente uno de cada diez hombres en Europa presentara cáncer de próstata en algún momento de su vida.
El diagnostico de sospecha de cáncer de próstata se basa en la concentración de PSA (antígeno prostático especifico) en la sangre y en el tacto rectal para pacientes en los que hay indicios de la enfermedad, o en aquellos que solicitan esas pruebas en un reconocimiento médico periódico. No obstante, el diagnostico debe de confirmarse mediante biopsia y su estudio anatomopatológico. El tratamiento dependerá del tamaño del tumor, de su agresividad y de sus niveles de PSA que indican la cantidad de enfermedad que la próstata tiene.
Tradicionalmente, se ha considerado la cirugía como el principal tratamiento de cáncer de próstata, conociéndose esta cirugía como prostatectomía radical, la cual tiene unos índices elevados de impotencia e incontinencia que han ido mejorando con el transcurso del tiempo. En la actualidad, existen tratamientos más conservadores para este cáncer que dan los mismos resultados de curación, con unos índices insignificantes de efectos secundarios, tanto en incontinencia como en lo que a impotencia se refiere.
Uno de estos tratamientos conservadores con una tolerancia excelente, así como índices de curación semejantes a la cirugía, es la braquiterapia de próstata.
La braquiterapia de próstata es una técnica quirúrgica y ambulatoria que consiste en introducir a través de unas agujas que se colocan dentro de la próstata unas fuentes de radiación milimétricas denominadas coloquialmente “semillas” que emiten curar el cáncer de próstata. La técnica es indolora, ya que se realiza con anestesia local y permite en poco más de una hora una recuperación total del paciente, prácticamente sin hospitalización (la técnica es ambulatoria y, por tanto, y por tato solo se necesita la hospitalización hasta la completa resolución de la anestesia) pudiendo el paciente retomar sus actividades cotidianas al día siguiente a la intervención, por supuesto, sin la necesidad de llevar sonda urinaria tras la intervención.
La braquiterapia de próstata es indolora y consiste en introducir unas fuentes de radiación milimétricas
El peligro de radiación no existe porque la radiación que emiten estas pequeñas “semillas” es controlada y tanto es así que no hay peligro para las personas que conviven con el paciente como tampoco repercute en los órganos que están alrededor de la próstata tanto en la vejiga como en el recto. Por lo que los efectos secundarios derivados del tratamiento son mínimos.
La braquiterapia de próstata, por tanto, se puede decir que constituye una alternativa eficaz, segura, rápida y sin secuelas de tratamiento del cáncer de próstata.
El tipo de paciente que puede usar este tratamiento son aquellos pacientes diagnosticados de cáncer de próstata, tanto aquellos con un cáncer de próstata localizado como aquellos que tienen un cáncer de próstata localmente avanzado por invasión de los tejidos cercanos a la próstata.
Este tratamiento de braquiterapia se utiliza de forma exclusiva (es decir, no se requiere de ningún tratamiento posterior) en aquellos tumores de próstata localizados poco agresivos y con un PSA bajo, de forma que la braquiterapia cura aproximadamente un 98% de estos pacientes sin riesgos de incontinencia o impotencia añadidos.
En tumores más agresivos con extensión local de la enfermedad y con PSA más alto la braquiterapia puede utilizarse, aunque en ocasiones, y dependiendo del caso, puede tener que complementarse con algunas sesiones de radioterapia externa; en estos casos más avanzados, se obtienen curaciones en el 85 por ciento. Y los riegos de incontinencia y de impotencia son mínimos.
Este tratamiento se puede también realizar como rescate en aquellos tumores de próstata que vuelven a recaer tras cirugía, tras, radioterapia externa o incluso tras una braquiterapia anterior.
En el Hospital de Begoña contamos con una nueva unidad de braquiterapia de próstata para dar solución a estos casos de cáncer de próstata, aquel que más frecuentemente afecta a los varones. Con un equipo integrado con oncólogos, radiofísicos, urólogos y anestesistas que están dedicados íntegramente a resolver este tipo de situaciones de forma eficaz y rápida, y sin listas de espera, ya que una espera puede significar un empeoramiento de la enfermedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario