Después de más de dos años de empeño personal, de muchas horas dedicadas a rastrear noticias sobre la sanidad de Asturias, de haber avergonzado públicamente o a través de la redes sociales, a los miembros y miembras que forman parte de la canallesca política asturiana.
Después de todo este tiempo, la verdad sale a la luz, o por lo menos, unos datos que dejan en muy mal lugar, a quienes hasta ahora hicieron público, y dieron por buenos otras estadísticas, que como se puede verse ahora, estaban manipulados.
Conviene recordar, que desde mayo de 2014, no se hacían públicas las susodichas estadísticas. Entonces había 58.372 pacientes a la espera de una consulta, la medía era de 43,2 días, en estos momentos son 61 días, ahora podemos ver los motivos de su negativa, son un autentico escándalo, pero es que además, los datos que sacaron a la luz en otro momento, aun siendo conscientes de que no decían la verdad, los hicieron públicos. En el fondo solo tenían un objetivo en mente, un exiguo rédito político, que les permita continuar tapando sus miserias políticas y personales.
Pasaron las elecciones, llega un nuevo consejero de sanidad, y al revolver en los cajones, se encuentra de todo tipo de preñados, pero lo más preocupante, es que a día de hoy son 67.079 pacientes los que esperan por una consulta en la sanidad asturiana. Si esto ya de por sí es muy grave, y tiene un máximo responsable, en el encubridor y consentidor Javier Fernández Fernández, no es todo. Pues la prueba definitiva de la catadura moral de este personaje, y de todos aquellos que lo apoyan, queda patente con esta otra cifra. En estos momentos existen 8.707 pacientes más inmersos en esas listas que hace un año. En los últimos doce meses, se fueron sumando a dicha lista una media de 725 pacientes al mes, 25 al día.
Poco a poco iremos sabiendo más cosas, como que en febrero de 2014 había unos 16.000 pacientes a la espera de una prueba de diagnóstico, y hoy son 33.869, más del doble que hace una año. Esto tienen un nombre, también conocemos el de los que propiciaron tamaño cataclismo. Claro que ahora se puede entender mucho mejor, porque se negaron una y otra vez, a ofrecer datos, cuando les fueron requeridos por algún diputado en el PJG.
A día de hoy, se podría decir que desconoce el volumen de pacientes que aguardaban por una colonoscopia, una ecografía, un escáner o un TAC. Ya no vale aquello de justificar, que si el programa Millennium da problemas, que si hicimos un doble traslado a dos nuevos complejos hospitalarios. Hace tiempo que se terminaron las disculpas de mal pagador, como medio para justificar la incompetencia de quienes estuvieron al mando estos tres últimos años, pero también de quienes los nombraron y mantuvieron en sus puestos, sabiendo que estaban conduciendo a la sociedad asturiana hacia el abismo
Otras cifras de interés para los ciudadanos, que demuestran la desvergüenza de los gestores político sanitarios es la siguiente.
- 12.958 pacientes esperan para una ecografía
- 9.493 esperan una resonancia
- 4.692 por un TAC
- 4.213 una colonoscopia
- 2.513 para una mamografía
En agosto 19.471 pacientes estaban pendientes para pasar por quirófano, en este periodo la demora paso de 68 días a 86.
Ahora los pacientes con demoras superiores a los seis meses es de 1.103, son 658 más de las de dicen había en junio del presente año. 880 están en el HUCA, 120 en Cabueñes, San Agustín y Alvarez-Buylla tienen ahora 24 y 26 pacientes, cuando hace un par de meses no tenían ninguno.
A modo de resumen 120.419 pacientes forman parte de alguna lista de espera en la sanidad de nuestra región, de los cuales, 19.471 están pendientes de ser intervenidos, 67.079 esperan por una consulta con el especialista y 33.869 lo hacen por una prueba de diagnostico.
Sería bueno saber algún día, cuantos pacientes en estos tres últimos años dejaron de lado y no por iniciativa propia, la necesidad de una consulta, de una prueba de diagnostico.
Sería bueno sacar a la luz una estadística que nos permitiera comprobar, si las bajas son iguales o mayores que en años preceptivos.
Sería bueno para la sociedad, que se buscaran responsables, los cuales tienen nombres y apellidos, seguramente que reafirmarían más si cabe, lo que yo ya hace meses vengo en llamar “Holocausto Sanitario”. Seguramente que se tapara la verdad, pero quizás el tiempo deje que se expanda algo más que el hedor que despiden aquellos que quedaron por el camino, la inmensa mayoría de los cuales, ya nunca serán conocedores de la verdad, de lo que en realidad estaba aconteciento a su alrededor
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