De vez en
cuando, es bueno recordarles a ciertos personajes,… algunos conceptos que
deberían de ser para ellos irrenunciables
"LA HONESTIDAD, TENER UN CRITERIO ETICO"
- La Clave está en cómo orientar la ética.
- Como médicos se nos pide que viendo enfermos seamos humanos y profesionalmente correctos, ofreciéndoles lo mejor para que no tengan sufrimiento.
- “… la misión del médico es curar, y si no es posible curar, aumentar la supervivencia y si no es posible aumentarla, al menos aliviar”.
- La ética médica no defiende la eutanasia, porque la medicina se basa en mejorar la supervivencia siempre que no empeore la calidad de vida.
- Ese es el objetivo siempre de una investigación clínica: que sin perder vida, el fármaco mejore el malestar del enfermo, pero no a costa de toxicidad.
"LA HONESTIDAD, TENER UN CRITERIO ETICO"
- La Clave está en cómo orientar la ética.
- Como médicos se nos pide que viendo enfermos seamos humanos y profesionalmente correctos, ofreciéndoles lo mejor para que no tengan sufrimiento.
- “… la misión del médico es curar, y si no es posible curar, aumentar la supervivencia y si no es posible aumentarla, al menos aliviar”.
- La ética médica no defiende la eutanasia, porque la medicina se basa en mejorar la supervivencia siempre que no empeore la calidad de vida.
- Ese es el objetivo siempre de una investigación clínica: que sin perder vida, el fármaco mejore el malestar del enfermo, pero no a costa de toxicidad.
- “…
todos con igual dignidad, independientemente de sus circunstancias, y desde el
inicio hasta el final de sus vidas”.
- Lo correcto sería objeción de ciencia porque si yo me niego a hacer la eutanasia es porque me baso en la profesión, no en ideas mientras que otros se basan en unos principios que crearon, que son filosóficos, no científicos ni profesionales.
- Lo correcto sería objeción de ciencia porque si yo me niego a hacer la eutanasia es porque me baso en la profesión, no en ideas mientras que otros se basan en unos principios que crearon, que son filosóficos, no científicos ni profesionales.
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LNE.-17
de octubre de 2014
ANGEL
JIMENEZ LACAVE
Doctor
Angel Jimenez Lacave, especialista en Oncología Médica
“Si
una persona quiere morir, a mí, como médico, no me puede obligar a matarla”
“La
sedación puede convertirse en una eutanasia involuntaria cuando no se tienen en
cuenta el protocolo de actuación y los requisitos éticos”
Gijón,
C. Gijón
El
doctor Angel Jiménez Lacave, quien fuera jefe del servicio de oncología médica
del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), hasta su jubilación el 7
de junio de 2011, impartió ayer una conferencia en el Ateneo Jovellanos sobre
“Eutanasia: interrogantes que plantea”. Jiménez Lacave es presidente de la
Fundación para el Desarrollo de la Oncología, una entidad que él mismo fundó y
que en los últimos años ha desplegado una intensa actividad científica, social
y divulgativa. Nacido en La Rioja, en 1946, el doctor Lacave se especializo
inicialmente en medicina interna, pero luego optó por formarse en Oncología y
asumió la jefatura de este servicio en el HUCA en 1981. Es miembro, entre otras
instituciones, de la Organización Europea para la Investigación y el
Tratamiento del Cáncer y de la Real Academia de Medicina del Principado.
Actualmente dirige el servicio de Oncología Médica del Sanatorio Covadonga.
Habla
de los interrogantes en torno a la eutanasia. ¿Cuáles son?
Trato
de contestar a cuatro conceptos fundamentales. Primero, del propio concepto de
eutanasia porque cuando te hablan de eutanasia y no estás muy introducido en un
ambiente médico, intelectual o filosófico se asocia a una buena muerte que es
la primera acepción del diccionario, morir bien. Sobre esta idea, si haces una
encueta, igual sale una mayoría a favor. Sin embargo, la definición de
eutanasia desde el punto de vista médico es que se trata de un acto intencional
y deliberado, es decir, que se hace con intención y libremente, que causa la
muerte inmediata a una persona con una enfermedad incurable y dolorosa.
Los
defensores de la eutanasia utilizan en su defensa el concepto de muerte digna.
Uno
de los argumentos más utilizados para justificar la eutanasia, es precisamente
ese, equipararlo a una muerte digna. Es cierto que hay un denominador común en
todos los seres humanos con respecto a la muerte, y es que a nadie le gustaría
morir sufriendo. En ese sentido apenas hay discrepancias. Donde si las hay es
en el concepto de vida digna y calidad de vida.
¿Y
dónde queda la calidad de vida?
Ahí
existen dos grandes tendencias: la primera justificaría la eutanasia para
evitar una mala calidad de vida. La otra tendencia es la que considera que la
dignidad del hombre no está en la medición de la calidad de vida ni en otras
valoraciones que dependan de influencias culturales del momento, sino que radica
en la valoración del enfermo en lo que es y del médico en base a lo que hace:
todos con igual dignidad, independientemente de sus circunstancias, y desde el
inicio hasta el final de sus vidas. Lo que defienden la eutanasia en relación
con la calidad de vida se podrían incluir, por resumirlo, en las llamadas
filosofías inmanentistas, como el materialismo histórico o marxismo (pasado de
moda), el positivismo científico, y sobre todo, y últimamente, el laicismo
defiende también esta línea. Otro de los argumentos que se utilizan para la
práctica de la eutanasia es el de la libertad de conciencia para tomar esa
decisión.
¿En
qué se sustenta la argumentación contraria a la eutanasia?
La
ideología que considera que no es correcto practicar la eutanasia, aunque lo
desee un enfermo procede de la misma ética médica, ya que la misión del médico
es curar, y si no es posible curar, aumentar la supervivencia y si no es
posible aumentarla, al menos aliviar. La ética médica no defiende la eutanasia,
porque la medicina se basa en mejorar la supervivencia siempre que no empeore
la calidad de vida. Ese es el objetivo siempre de una investigación clínica:
que sin perder vida, el fármaco mejore el malestar del enfermo, pero no a costa
de toxicidad. En este sentido, el papel del médico en cuanto a los límites
éticos en el control del sufrimiento tiene algunos aspectos delicados, entre
ellos, la sedación, que es un terreno muy resbaladizo ya que si no se tiene en
cuenta el protocolo de actuación y los requisitos éticos puede convertirse en
una eutanasia involuntaria.
Cuando
un enfermo plantea:”Tengo derecho a morir dignamente”, ¿qué debe hacer el
médico?
Hay
dos cosas en las que estamos de acuerdo todo el mundo: somos libres, todo ser
humano tiene libertad de conciencia, y en segundo lugar la crisis económica y
financiera que estamos viviendo esta basada precisamente en que hay una crisis
moral. Esa es la primera pregunta de Sócrates: ¿Lo útil o lo honesto? Pues eso
es lo que la gente lo está viendo, que hay una falta de moral. Ahí está la raíz
del asunto. ¿Cuál debe ser la norma que rija en este sentido?
La
honestidad, tener un criterio ético. Hay un fallo en el aspecto moral en todo
el mundo occidental. La Clave está en cómo orientar la ética. Como médicos se
nos pide que viendo enfermos seamos humanos y profesionalmente correctos,
ofreciéndoles lo mejor para que no tengan sufrimiento. En la práctica la gente
lo que no quiere es sufrir. Pero que te planteen la eutanasia para quitar
sufrimiento, ese debate es como hace 15 años el separatismo de Cataluña, que lo
decían cuatro extremistas, egoístas, marginales políticos y hoy en día es casi
media Cataluña. Luego no voy a caer en esa ingenuidad de que, como es poco
frecuente, no tiene importancia. La ética médica te dice que tu misión es
seguir un código deontológico, unos criterios de actuación, que es curar o
aumentar la supervivencia siempre que no entres en ensañamiento terapéutico,
porque eso sería falta de sentido común.
¿Cómo
se debe actuar cuando hay que llegar al proceso de sedación?
Cuando
se hace como corresponde, con la dosis adecuada, avisando a la familia, porque
siempre puede haber riesgos, y lo haces con una pericia profesional que
procures administrar la dosis adecuada que es la mínima del fármaco y que
consiga el efecto que tu quieres, eso no es matar sino sedar o aliviar. Esa es
la visión del médico.
¿En
qué lugar queda la libertad o el derecho a decidir?
Cuando
alguien dice que quiere morir lo que se observa es que la libertad de los demás
termina cuando te quitan la libertad a ti como médico. Este es el criterio
profesional: si una persona quiere morir, a mí no me puede obligar a matarle.
Y
si se hace debe ser fuera del hospital o el centro sanitario correspondiente…
Exactamente.
Pero eso será mientras los médicos unánimemente piensen como yo porque como nos
dejemos embaucar por cuatro marginales que piensan otra cosa te van cambiando
la mente. La bioética laica está yendo por esos derroteros.
¿Qué
diferencia a la ética médica de la bioética laica?
En
la bioética laica se defiende la autonomía del enfermo y lo que dice el enfermo
está por encima de todo. Pero una cosa es tener la libertad de decidir y otra
convertir la ética, que es una filosofía que se encarga de los actos del hombre
en tanto en cuando son buenos o malos, en actuar libremente. No por actuar
libremente se vincula que lo que tú haces es correcto.
¿Qué
opina sobre el caso de las sedaciones de Leganés?
Ahí
hubo un médico denunciado porque familiares y personas advirtieron que se
ponían dosis exageradas. Pero no fue penalizando ni condenado. Sin embargo,
gracias a esa polémica se ha reflexionado bastante sobre los peligros de la
eutanasia y hoy se hace con más cuidado ante los riesgos que presenta.
¿Qué
opina sobre la objeción de conciencia?
Lo
correcto sería objeción de ciencia porque si yo me niego a hacer la eutanasia
es porque me baso en la profesión, no en ideas mientras que otros se basan en
unos principios que crearon, que son filosóficos, no científicos ni
profesionales.
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