Aquella
señora llamada Constitución, que tantas alegrías y aplausos trajo en el año
1978, deseada por la inmensa mayoría de los españoles, la cual sirvió para
mostrarnos el camino a seguir, con el paso de los años va sufriendo los
primeros achaques, al tiempo que nos permite observar como muchas de aquellas
normas fundamentales, son obviadas en algunos casos, mal interpretadas en
otros, manipuladas interesadamente según conviene a una minoría de
privilegiados, para finalmente ser utilizada de forma torticera y caprichosa en
beneficio de unos pocos.
En el
Titulo I. De los derechos y deberes fundamentales, capitulo tercero, aquel que
nos habla, “de los principios rectores de la política social y económica”, y
más concretamente en el articulo 43, el cual algunos se lo pasan por el arco de
triunfo, en Asturias sin ir más lejos, tenemos un claro ejemplo.
Articulo 43. 1 Se reconoce el
derecho a la protección de la salud. 2 Compete a los poderes públicos
organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las
prestaciones y servicios necesarios. La ley establecerá los derechos y deberes
de todos al respecto. 3. Los poderes públicos fomentarán la educación
sanitaria, la educación física y el deporte. Asimismo facilitarán la adecuada
utilización del ocio.
No
obstante esto dio pie para que otros, utilizando los atajos que la ley les
pudiera proporcionar, terminen caminan por el afilado filo de la navaja, para así
convertir la ley en un instrumento a su servicio, y no al servicio de los administrados
tal y como fue concebido, con la pretensión de obtener un suculento lucro económico
y personal, dejando de lado la ética, convirtiendo el conocimiento adquirido en
un instrumento de negocio, olvidando el fondo y las formas que dieron pie a la
misma, para que finalmente, dichas normas se olviden que fueron pensadas como
un derecho fundamental.
Lo que me lleva a deducir, que aquel
concepto de salud como derecho fundamental es una utopía, más en los tiempos
que nos toca vivir, en base al apoyo que algunos obtienen utilizando la casta de
la clase política, la cual incluso se otorga el derecho a decidir quiénes de
sus administrados pueden o deben vivir y cuales otros… los hechos son los que
son y a la luz de todos están, otra cosa es que algunos no quieran verlos.
Por eso me permito asegurar que
la salud es un derecho, que algunos convirtieron en negocio, del cual obtienen
pingues beneficios con total carencia de escrúpulos en muchos casos. No obstante,
y aun reconociendo que los recursos son escasos, debemos de encargar su gestión
a los mejores, para que estos los administren de una forma racional y en base al
bien común de todos, y no solo de unos pocos privilegiados que pululan por regla
general en la órbita del poder establecido.
Estamos en ante una sociedad que
permite que se utilicen los recursos en beneficios de unos pocos y escogidos,
olvidando el bien común que representa la mayoría, una sociedad en la que se
miden las capacidades de supervivencia, en base a los recursos económicas de
cada uno, y no a los derechos que nos otorga la Constitución que es de todos y
para todos, no obstante, cuando la sociedad empieza por carecer de principios, poco o nada podemos esperar de
ella.
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Aquella
señora llamada Constitución, que tantas alegrías y aplausos trajo en el año
1978, deseada por la inmensa mayoría de los españoles, la cual sirvió para
mostrarnos el camino a seguir, con el paso de los años va sufriendo los
primeros achaques, al tiempo que nos permite observar como muchas de aquellas
normas fundamentales, son obviadas en algunos casos, mal interpretadas en
otros, manipuladas interesadamente según conviene a una minoría de
privilegiados, para finalmente ser utilizada de forma torticera y caprichosa en
beneficio de unos pocos.
En el
Titulo I. De los derechos y deberes fundamentales, capitulo tercero, aquel que
nos habla, “de los principios rectores de la política social y económica”, y
más concretamente en el articulo 43, el cual algunos se lo pasan por el arco de
triunfo, en Asturias sin ir más lejos, tenemos un claro ejemplo.
Articulo 43. 1 Se reconoce el
derecho a la protección de la salud. 2 Compete a los poderes públicos
organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las
prestaciones y servicios necesarios. La ley establecerá los derechos y deberes
de todos al respecto. 3. Los poderes públicos fomentarán la educación
sanitaria, la educación física y el deporte. Asimismo facilitarán la adecuada
utilización del ocio.
No
obstante esto dio pie para que otros, utilizando los atajos que la ley les
pudiera proporcionar, terminen caminan por el afilado filo de la navaja, para así
convertir la ley en un instrumento a su servicio, y no al servicio de los administrados
tal y como fue concebido, con la pretensión de obtener un suculento lucro económico
y personal, dejando de lado la ética, convirtiendo el conocimiento adquirido en
un instrumento de negocio, olvidando el fondo y las formas que dieron pie a la
misma, para que finalmente, dichas normas se olviden que fueron pensadas como
un derecho fundamental.
Lo que me lleva a deducir, que aquel
concepto de salud como derecho fundamental es una utopía, más en los tiempos
que nos toca vivir, en base al apoyo que algunos obtienen utilizando la casta de
la clase política, la cual incluso se otorga el derecho a decidir quiénes de
sus administrados pueden o deben vivir y cuales otros… los hechos son los que
son y a la luz de todos están, otra cosa es que algunos no quieran verlos.
Por eso me permito asegurar que
la salud es un derecho, que algunos convirtieron en negocio, del cual obtienen
pingues beneficios con total carencia de escrúpulos en muchos casos. No obstante,
y aun reconociendo que los recursos son escasos, debemos de encargar su gestión
a los mejores, para que estos los administren de una forma racional y en base al
bien común de todos, y no solo de unos pocos privilegiados que pululan por regla
general en la órbita del poder establecido.
Estamos en ante una sociedad que
permite que se utilicen los recursos en beneficios de unos pocos y escogidos,
olvidando el bien común que representa la mayoría, una sociedad en la que se
miden las capacidades de supervivencia, en base a los recursos económicas de
cada uno, y no a los derechos que nos otorga la Constitución que es de todos y
para todos, no obstante, cuando la sociedad empieza por carecer de principios, poco o nada podemos esperar de
ella.
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La llave del hospital
A
principios de mayo murió el magnate australiano Paul Ramsay a causa de un infarto que
le sobrevino días antes en España mientras navegaba por la costa. Pocos aquí se
enteraron del suceso, apenas los médicos del hospital mediterráneo -se
desconoce cuál- que le atendieron antes de ser trasladado a su país, donde
falleció. Era el rico número 500 de la revista Forbes USA (3.200 millones de dólares)
gracias a los 150 hospitales esparcidos por todo el mundo de los que era
propietario.
Ramsay,
que legó todo su dinero a la beneficencia no era el magnate más acaudalado del
mercado sanitario, dominado absolutamente por las poderosas mutuas norteamericanas. Thomas Frist Jr., por ejemplo, fundador de Hospital
Corporation of America (HCA), la mayor compañía privada de hospitales del
mundo, ocupa el puesto 221 de Forbes, con un patrimonio de 6.200 millones de
dólares, fruto de constantes especulaciones con el capital de su empresa.
Casualidades, otro de los socios iniciales de HCA era Jack C. Massey promotor de Kentucky Fried Chicken y
dueño de media cadena de Wendy's.
En
España, la cosa está más repartida gracias al aún extenso sistema estatal de
salud, pero de los 788 hospitales
(59.000 camas), 305 (40%) son privados y con ánimo de lucro; otros 61 son
privados benéficos; 58 más pertenecen a la iglesia católica, y 10 a la Cruz Roja. Entre los
dueños privados, además de mutuas como Adeslas, Asisa o Sanitas, hay empresarios y familias bien
avenidas y poco conocidas que cada vez acumulan más patrimonio,
gracias al proceso de privatización sanitario y las derivaciones hospitalarias
de la red pública. Estos son algunos de ellos.
Pilar Muro y familia. La viuda de Publio Cordón -secuestrado por
los GRAPO en 1995 y dado por muerto oficialmente en 2012- y sus hijas Carmen y
Esther controlan en torno al 40% del Grupo Hospitalario Quirón, autodefinido
como "la mayor red privada de España, con 20 hospitales generales y 24
centros de consultas de diferentes especialidades", tras la fusión de
Quirón y USP hospitales en 2013, una operación que se valoró en 400 millones.
La clínica donde el Rey se quita los dolores de cadera tiene como socio
principal al fondo de capital riesgo Doughty Hanson, promotor de la fusión con
USP, y hasta el año pasado, dueño también de la empresa de autocares Avanza.
Familia Pascual Sánchez-Gijón. Los ocho hijos del doctor
José Manuel Pascual Pascual se reparten por igual la compañía del mismo nombre
fundada por su padre en Cádiz, quien en 1947 abrió una clínica con siete camas.
Fue el germen del Hospital San Rafael de Cádiz, el buque insignia de un grupo
que hoy forman una red siete hospitales.
Familia Cobiella. Controla el grupo Hospiten, un gigante con
base en Tenerife que reparte catorce centros hospitalarios entre España y los resorts turísticos de
República Dominicana, México y Jamaica. También engloba un centenar de centros ambulatorios -no
todos propios- bajo la marca Clinic Assist. El fundador, el ginecólogo Pedro Luis Cobiella
(La Orotava, 1936), presume de pacientes 'vip' como los Clinton o los Bush, y
se mostró a favor de las
prospecciones petrolíferas en Canarias. Tiene como socio a la familia Roca Escalada, fundadora de la Clínica Roca de Gran
Canaria, y a la Universidad de Texas. Poderoso e influyente, años atrás
promovió la creación del Banco de Canarias, construyó el Hotel Buenavista Golf,
uno de los mayores de Tenerife, y diversos apartamentos turísticos, algunos junto a sus
tres hermanos.
Mariano Yera Miranda. Es el socio principal de la corporación
Viamed, con sede en Madrid, pero extiende sus redes a La Rioja, en torno a la
clínica El Manzano, Murcia (San José), Zaragoza (Montecanal) y Sevilla
(Sor Ángela de la Cruz y Los Jazmines), con más de 1.000 camas hospitalarias.
La Sanidad es más que rentable para Yera, que es uno de los principales
coleccionistas de
arte de la península, controla tres sicavs
con más de 20 millones de euros e invierte en hoteles.
Juan Abarca Campal y Carmen
Cidón. Ostentan la mayoría accionarial del
pujante grupo HM Hospitales a través de su patrimonial Cidaba, matriz de
centros como el Hospital de Madrid o la Clínica Belén -dos de sus seis
hospitales-, pero también sus inversiones en parkings (Parkisa) e inmuebles. El
norte de Madrid y los pueblos ricos del noroeste regional son el radio de acción
de esta empresa familiar conservadora y bien conectada, donde sus tres hijos se
reparten las principales áreas del negocio. Abarca fue uno de los médicos
que asistió a Franco antes de morir. Según el cirujano, HM y su
red hospitalaria no están en venta. En Galicia, la empresa es socia
de la familia gallega Cobián, dueña
del Hospital Modelo y la Maternidad Belén de Coruña. De HM es consejero el
farmacéutico y abogado Manuel Delgado Solís, uno de los hombres fuertes de ACS,
investigado por la trama Gürtel.
Familia Paz Brown. Ana María Paz Brown dirige los
negocios promovidos por el doctor Carlos Paz Figueroa, fallecido en 2012 y
amigo de Eduardo Zaplana, alcalde
de Benidorm durante los años de expansión de la Clínica Benidorm, origen de la
fortuna familiar. Ana Mª Paz ha orientado sus negocios a los servicios de
diagnóstico, pruebas médicas y geriátricos. La familia es dueña de Eslinga, una
sociedad con ramas sanitarias e inmobiliarias.
Familia Bergaz Pérez. Victoria Pérez y sus siete
hijos varones se reparten la Clínica Ruber y el Hospital Ruber Internacional,
promovidos por el empresario sanitario Francisco Bergaz (fallecido en 1984)
hace 74 años. La clínica fue la primera privada en España en instalar un
escáner.
CVC Capital Partners. Es el fondo de inversión británico -con
sede en Luxemburgo- que está detrás de Capio -hoy conocida con su antiguo
nombre, IDC Salud-, una multinacional de origen sueco que gestiona centros y
personal sanitario creada en 1994. Con la Fundación Jiménez Díaz de Madrid como
buque insignia, se ocupa de 29 hospitales (2.090 camas) y está profundamente
implantada en Madrid y Castilla-La Mancha, con presencia también en Extremadura
y Cataluña. Hace dos años, Capio (IDC) estuvo a punto de fusionarse con Ribera
Salud, el gran operador hospitalario de la Comunidad Valenciana, recién vendido por Bankia.
Orden Tercera de San Francisco de
Asís. La rama
seglar franciscana regenta el hospital en activo más antiguo de España, el
Hospital de la Venerable Orden Tercera de San Francisco de Madrid, que data del
siglo XVII y es de uso exclusivo de miembros (religiosos y seglares) de la
orden. Desde el propio hospital, la discreta congregación gestiona un colosal patrimonio inmobiliario repartido
por toda la capital, con unos 75 inmuebles, la mayoría de ellos edificios
residenciales completos, céntricos, pero también locales comerciales y
viviendas individuales, siendo uno de los principales 'caseros' de Madrid. La
orden se nutre también de las herencias de los miembros de la congregación.
Junto a la educativa, las ramas inmobiliaria (tax free) y sanitaria de la iglesia son las más lucrativas.
Universidad de Navarra. El
centro universitario del Opus Dei por excelencia -junto con el IESE- tiene en
propiedad la Clínica Universidad de Navarra uno de los mayores exponentes
de la medicina privada, dirigida por José
Andrés Gómez Cantero. Vinculada a esta, el lobby católico posee también un centro de especialidades en
Madrid.
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