El consejero vasco de Salud reconoce el reproche al pediatra del Hospital de Cruces en Bilbao, aunque afirma que el médico «está de baja por otros motivos»
«Me paro aquí. Estoy cansado, rabioso y
decepcionado con mis superiores jerárquicos, cansado de dar cabezazos contra un
muro». Con estas palabras anunciaba el pasado viernes el doctor Jesús Sánchez
Etxaniz que se tomaba una baja laboral, tras trece años de trabajo en el ámbito
de los cuidados paliativos pediátricos, al comprobar cómo después de
semanas atendiendo el final de la vida de una niña de cuatro años junto con su
equipo lo único que recibió de sus superiores del Hospital de Cruces en Bilbao
fue una amonestación «por 'estar en la
calle, con los recursos del hospital' a unas horas para
las que no tenemos permiso».
Sin embargo, el
caso concreto de Bilbao evidencia una realidad de «abandono» que las entidades
que promueven los cuidados paliativos en España llevan denunciando desde hace
años. «El agotamiento, la rabia y el enfado
son sensaciones comunes de los profesionales de la salud
que nos dedicamos a los paliativos en todo el Estado», explica Naomi Hasson,
presidenta de Arinduz, la sociedad de cuidados paliativos de Euskadi.
«Jesús Sánchez
Etxaniz es un referente en los cuidados paliativos y lo está pasando muy mal en
este momento, pero más allá de este caso que toca el corazón de todo el mundo, hemos de poner el foco en que esto es
general en toda España», explica Hasson. «Aunque la situación
ha mejorado en los últimos 25 años, la sensación es que el trabajo en
paliativos no es una prioridad y debería serlo. No somos de segunda», añade.
De la situación de la que también se ha hecho eco este lunes
la plataforma “Echamos de menos”, formada por diversas asociaciones
relacionadas con los cuidados paliativos de País Vasco y de la que Arinduz
forma parte, que a través de una nota de prensa ha denunciado «la situación
crítica de los cuidados paliativos» y ha advertido que «este caso es el síntoma de
un problema estructural: un sistema que castiga a quienes cuidan bien,
que deja sin red a los más vulnerables y que no cumple lo que promete». La
entidad ha exigido «una rectificación pública del Departamento de Salud» además
del «reconocimiento institucional del trabajo del equipo afectado» y una
implementación real de la estrategia y la red de cuidados paliativos
pediátricos.
En la carta en la que el pediatra anuncia que ha decidido
«parar y tomarme un descanso para recuperar energías y motivación», explica que
fue hace trece años cuando crearon la que era entonces la «primera y única
unidad» de cuidados paliativos pediátricos en la comunidad autónoma vasca, «y
la organización enseguida presumió de este hecho». «Es cierto que desde el
principio me remarcaron que ese servicio sólo lo podíamos dar de lunes a
viernes, no festivos, de 8:00 a 15:00 h», reconoce en el texto, aunque señala
que también argumentó que «la muerte en
los niños no entiende de horarios». «No era ético permitir que una familia pidiera
ir a su casa para morir en su hogar, en vez del hospital, y luego dejarles sin
esa asistencia el resto de las horas», explica.
«Desde el principio, en el equipo decidimos
prolongar de forma voluntaria la asistencia más allá de nuestro horario oficial
en los finales de vida», añade, y reconoce que así lo han hecho en estos trece
años: «mañanas, tardes, noches y festivos». «Nunca
nos lo han reconocido como trabajo, a pesar de solicitarlo
repetidamente en los siguientes años», añade. «Pero, al menos hasta esta
semana, nos daban una palmada en la espalda y miraban para otro lado. Nos
dejaban hacer, bajo nuestra responsabilidad».
Sobre el caso
concreto que le ha llevado hasta la extenuación, explica que «en las últimas
cuatro semanas hemos asistido al final de vida a una niña de cuatro años. El
control de síntomas ha sido complicado, y los aspectos emocionales que
concurrían en esta familia también». Así, el
equipo acudió en varias ocasiones al domicilio de madrugada:
«ha supuesto un desgaste para las dos enfermeras, la psicóloga y los dos
pediatras. Pero nos quedaba el agradecimiento de la familia», concreta el
médico.
Sin embargo, la
sorpresa llegó «al día siguiente del fallecimiento», cuando «nos amonestan nuestros superiores por
'estar en la calle, con los recursos del hospital,' a unas horas para las que
no tenemos permiso, y nos recuerdan que 'si ocurre algo' no vamos a tener la
cobertura legal del hospital».
«Ni siquiera
puedo entenderlo», añade Sánchez Etxaniz, quien reconoce que en esas
condiciones le resulta muy difícil seguir trabajando. «Pero, mientras tanto,
quiero que la sociedad conozca esta situación, que me consta que también ocurre en otras
comunidades». Y añade que, cuando una familia pida ir con sus
hijos a fallecer a casa, exijan que se les dé atención continuada. «Quizás las
familias tengan más capacidad de convencer a los responsables. Hasta la
vuelta», se despide el pediatra, que, ante la repercusión del caso, prefiere no
hacer más declaraciones públicas.
«Está de
baja por otro motivo»
Sin embargo, el
consejero de Salud del Gobierno Vasco, Alberto Martínez, ha afirmado que
Sánchez Etxaniz no ha sido objeto de ninguna advertencia por parte de
Osakidetza ni está sancionado. En una entrevista en Radio Euskadi, ha afirmado
que «la persona que está de baja lo está por otro motivo», porque «nadie ha
sido amonestado».
«Yo tengo
amistad con la persona desde hace muchos años, lo conozco, he estado intentando
hablar con él, porque sé de otros motivos de sus bajas, pero no estaba de baja
por este motivo», ha concluido.
Por su parte,
el consejero vasco de Salud (Osakidetza), Alberto Martínez, preguntado por el
caso en una entrevista en Radio Euskadi, negaba que «nadie haya sido
amonestado» por esta razón, aunque reconocía que el equipo de Sánchez Etxaniz
sí había recibido una comunicación «de forma preventiva» por el uso de los
recursos del hospital. «Una supervisión de enfermería comunicó, de forma
preventiva, que si iban a tomar, si iban a coger un coche, que por favor lo
avisaran previamente», explicó en la entrevista. «Pero simplemente fue una
advertencia de seguridad por si había un accidente», añadía, en una explicación
que coincide con lo expresado por el pediatra, quien nunca había hablado de
sanción, sino de una advertencia de que «si nos ocurre algo no íbamos a tener
cobertura legal del hospital».
Asimismo, el
consejero ha asegurado que el Servicio Vasco de Salud cuenta con «una unidad de
paliativos de referencia», en alusión al Hospital Universitario de Cruces de
Bilbao, «que en este momento está atendiendo a dos niños». También, ha añadido,
disponen de «unidades que coordinan tanto en Donosti como en Basurto con otros
hospitales», así como con «los niveles asistenciales de más proximidad».
Fuente documental:
https://www.abc.es/sociedad/denuncian-amonestacion-pediatra-asistir-muerte-nina-terminal-20250602182012-nt.html
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