La familia de un vecino de El Llano fallecido con 58
años reclama al Sespa por «la falta de atención en el centro de salud»
«No hay derecho. Lo dejaron morir. Si hubiese ido la médica a verle el día
que llamamos al centro de salud estaría vivo». Los familiares de Víctor
Fernández Fernández, un vecino de El Llano de 58 años fallecido el 6
de octubre, han interpuesto una reclamación ante el Servicio de Salud
del Principado de Asturias por una presunta negligencia en la
atención.
«Tenía un estado de salud muy deteriorado, tenía un tratamiento de metadona
y todos los años por estas fechas padecía neumonías y llegaba a estar
ingresado. Tenía los pulmones afectados y una salud delicada, pero
si le hubiesen atendido, a día de hoy a lo mejor seguía estando aquí»,
considera su hermana Honorina.
Según su versión, el lunes 5 de octubre llamaron «varias veces desde por la
mañana» al centro de salud de El Llano, el que le correspondía por
zona y donde tenía a su médica de cabecera. «Le dijimos que casi no podía
respirar, que se estaba ahogando y nos dijeron que si no tenía fiebre, que no
era urgente», asegura.
Inyección en el portal
Al día siguiente, prosigue, volvieron a llamar al centro de salud. «Estaba
otra médica y rápidamente nos dijo que nos mandaba una ambulancia. A mi
hermano, ya cuando lo vieron, le pusieron una inyección en el portal porque se
caía. Estaba muy mal. Lo llevaron al hospital de Cabueñes y
allí, como estaba saturado, lo derivaron al hospital de Avilés»,
afirma, si bien matiza que la ocupación del hospital gijonés comenzó a ser
preocupante a partir del día 19. «Nos dijeron en Cabueñes que lo tenían que
llevar a Avilés porque no había sitio para él», abunda la familia.
Señalan, además, que le hicieron la prueba del coronavirus en ese mismo
momento «y vieron que no lo tenía». «Cuando llegó a Avilés lo metieron en
la UCI y ya vieron que estaba muy mal, que tenía el corazón
afectado y que no iba a durar mucho», relata Honorina Fernández,
quien dice que «en ese momento me desmayé de la impresión».
Ahora pide responsabilidad al Sespa y ha comunicado lo ocurrido «a Adrián Barbón directamente a través de un mail». «Si las médicas que estaban el 5 de octubre en el centro de salud lo hubiesen visto probablemente hoy estaría vivo», concluye. «Voy a ir a donde haga falta, no hay derecho que una familia tenga que pasar por esto», apostilla.
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