«Hay otra paciente del HUCA
recibiendo el tratamiento que me niegan»
Juan Carlos Villoria explica que la mediación de la corporación de Aller no
ha servido para que autoricen el tratamiento para el cáncer de hígado que le
han pautado
«Estoy en
contacto con otra paciente también del HUCA que está recibiendo el mismo
tratamiento que a mí me han negado». Juan Carlos Villoria, el allerano
diagnosticado con un cáncer hepático que intenta recibir el tratamiento
con Regorafenib que le prescribió la hepatóloga que lleva su caso, ha
seguido dando pasos en la última semana con escaso resultado. El alcalde de
Aller, Juan Carlos Iglesias, le llamó para interesarse por su caso, en nombre
de la corporación, y para ver si podía hacer alguna gestión. A día de hoy, esa
posible intermediación no ha surtido ningún efecto. La intención era entregarle
una carta con su reivindicación al consejero de Salud, Pablo Fernández Muñiz.
Villoria,
que se ha trasladado a otra comunidad autónoma para poder conseguir el
Regorafenib, ha regresado unos días a Asturias para realizar gestiones sanitarias
imprescindibles. Por ejemplo, ha
solicitado una copia de las pruebas diagnósticas que le realizaron en la
sanidad pública para poder presentarlas en la comunidad autónoma donde
está intentando que le den la terapia. Este próximo martes, 10 de diciembre,
tiene la primera consulta con su nuevo médico de cabecera. Espera que todo vaya
de manera ágil para no perder demasiado tiempo sin el tratamiento.
Lo que más le duele es saber que hay otros enfermos
con diagnósticos de cáncer hepático que sí están recibiendo
el Regorafenib. Ha hablado con una en concreto, a la que se le
concedió después de dos negativas iniciales. Villoria se pregunta si es
necesario que un paciente tenga que insistir hasta tres veces para que terminen
dándole algo que podían haberle autorizado desde el principio. También se
pregunta que si la excusa es la elevada toxicidad de este fármaco por qué, al
final, dan el visto bueno.
En su desesperada búsqueda de una alternativa ha
conseguido incluso contactar con los médicos que le atendieron en el ensayo
clínico de Navarra, que fue el modo en el que empezó a atacar la
enfermedad después del primer diagnóstico. Una de las opciones que le han
comentado que podría funcionar es intentar una derivación del HUCA al hospital
público de Navarra. Pero Villoria ya ha elegido otro camino, el de exiliarse a
otra región, en la que se ha empadronado y en la que ya tiene un médico de
Atención Primaria asignado.
Quiere dejar claro que «no es una cuestión de dinero», ya que
ha oído todo tipo de comentarios sobre el coste del fármaco. No se trata del
precio, aunque se ha especulado con varias cantidades, lo que no comprende es
por qué su hepatóloga le prescribe el Regorafenib y la sanidad pública
asturiana lo deniega con el argumento de que su elevada toxicidad.

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