Al leer el contenido del artículo
que reproduzco a continuación, intento no pensar mal, pero me es muy difícil.
Al mismo tiempo que me vienen a la cabeza una serie de preguntas, que quizás con
estos datos en la mano ya tengan a día de hoy una explicación lógica. Pues algunas de mis sospecha de antaño, ahora encuentran su confirmación con los datos que nos aporta este informe.
En Asturias estamos a la
cabeza en algo, en gasto farmacéutico, según se desprende de del informe,
costamos a la administración 249,9 euros por habitante. No es menos cierto que
algunos responsables de la administración llevan tiempo intentando que este
gasto no se produzca. En unas ocasiones nos hablaron del “coste eficiencia”.
Cuando vieron que eso no era suficiente, y que la población protestaba, decidieron
crear la CURMP, para así poder darle visos de legalidad a lo que estaban haciendo. Por si todo esto fuera poca, desde hace unos meses pusieron
a las “raposas” a cuidar el gallinero, y ahora pretenden dar luz verde a la
tramitación de una Ley Orgánica que regule la eutanasia.
¡¡ Señores !! Blanco y en botella
ooOoo
Con 249,9 euros por habitante, ocupa el tercer puesto en el 'ranking'
autonómico. El 73% de la factura corresponde a recetas
Asturias no logra contener el gasto sanitario en medicinas y se mantiene
entre las comunidades que más gastan en fármacos recetados por médicos del
sistema público de salud. Con 249,9 euros por habitante, el Principado
es la tercera comunidad autónoma que más gasta. Solo la superan los
extremeños y valencianos, con 276,5 euros y 258,9 euros por persona
respectivamente. A este lado de la Meseta, desembolsamos 58 euros más que los
madrileños y 30 más que la media nacional. En el extremo de la tabla está Melilla, con 174,3 euros por
habitante. La diferencia entre valencianos y melillenses asciende a 102 euros.
El rango de variación es del 54%. El caso es que la factura farmacéutica crece
por encima del Producto Interior Bruto (PIB) y amenaza con comprometer la
sostenibilidad financiera de la sanidad pública. Incluso pese a los cambios
introducidos en el sistema de copago, cuando en 2012 el Gobierno, entonces
encabezado por Rajoy,
retiró la gratuidad de la que hasta entonces disfrutaban los pensionistas de
todo tipo de rentas. Así lo advierte un estudio elaborado por la Autoridad Independiente de Responsabilidad
Fiscal (Airef), que analiza la evolución del gasto público en
medicamentos dispensados con receta médica, que en Asturias asciende a casi 300
millones de euros al año.
Lo más preocupante del caso, según los autores de un pormenorizado trabajo,
es que «la variabilidad regional en el gasto de farmacia per cápita es mucho
más elevada que la variabilidad del estado de salud de la población, medido
tanto a través de indicadores de salud percibida de la población como a partir
de otros parámetros del sistema nacional de salud». Es decir, que los que más
gastan en medicinas, como es el caso de Asturias, no son
precisamente «los que se encuentran en las mejores posiciones en los
indicadores sanitarios de salud». Un ejemplo es que el Principado y Valencia, dos de las tres comunidades
que lideran el gasto per cápita en farmacia en España, tienen una de las
esperanzas de vida más bajas (82,6 años), al situarse cuartas por la cola.
También suspenden en años de buena salud en el ámbito de mayores de 65 años.
La Airef señala, por su parte, que de 2004 a 2017, el gasto ambulatorio per
cápita en España se redujo en un 2%. Sin embargo, el Principado no logró
sumarse a esa contención, con un aumento en su factura del 0,4%. Hubo
comunidades en las que el crecimiento fue notorio, un 8,2% en Cantabria y un
7,6% en Madrid, pero cuando se compara en gasto por habitante es donde el
Principado vuelve a situarse en los puestos de cabeza.
¿Mala gestión?
Tradicionalmente se vinculó el elevado desembolso público en medicinas a la
elevada tasa de envejecimiento. De hecho, según el informe de la Airef, el 73%
del gasto farmacéutico por recetas tiene su origen en prescripciones a
pensionistas, cuya contribución al copago es del 10% del precio del
medicamento, con límites de aportación mensual de 8 euros para rentas de menos
de 18.000 euros anuales o 18 euros para rentas por encima de los 100.000 euros.
Otro 9,8% de las prescripciones corresponden a personas exentas de aportar,
mientras que el 12,6% a trabajadores en activos con un copago del 40%. Menos
del 5% del total de recetas que prescriben los médicos son de pacientes que
pagan más del 50% del fármaco. Según la Airef el envejecimiento tiene su peso
en la factura farmacéutica, pero tampoco es el determinante.
En este sentido, señala que las comunidades con menor gasto farmacéutico
por persona son aquellas que han aplicado políticas activas promocionando el
uso de genéricos así como la prescripción por principios activos.
Recientemente, la Sindicatura de Cuentas emitió un duro
informe sobre la política de adquisición de fármacos por parte de los
hospitales del Servicio Público de Salud del Principado (Sespa),
advirtiendo sobre la ilegalidad en los sistemas de compra.
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