El traslado de la mujer de Llamazares provoca una marea política
IU acusa al Sespa de filtrar su caso en los traslados de Salud Mental con «cinismo impresentable y un tufo machista»
Decía un conocido, “amigos sí, pero la burra por lo que vale”. Según parece, las disputas entre el Ejecutivo socialista de Asturias e Izquierda Unida, en torno a la reorganización de los servicios de salud mental en nuestra región, tiene un ligero tufillo de intereses personales cruzados. Este debate que viene ya de lejos, en la presente semana estuvo más presente de lo habitual en las preguntas parlamentarias y en los debates del pleno. Tampoco debemos de olvidarnos que estamos inmersos en las negociaciones de los presupuestos de la comunidad, y si hiciera falta, algunos no dudaran en utilizar el chante, con tal de conseguir los apoyos necesarios.
Al parecer el conflicto dialéctico en las últimas horas va en aumento, llegando ahora al terreno de lo personal. Izquierda Unida lleva tantos años defendiendo los principios morales de una fingida izquierda, que además no deja de presumir de honrada, que se les olvida que están en política para servir a la sociedad, y no para servirse de la sociedad. Que fueron votados para luchar en pos de unos objetivos que nos beneficiasen a todos, o al menos eso es lo que dice su prédica trasnochada. Pero como es bien sabido, la mujer del Cesar no solo debe presumir de ser honrada, además, debe de dar muestras de ello.
Ahora se da la paradoja, que la esposa de Gaspar Llamazares “el incombustible”, portavoz de IU en la Junta General, es una de las psiquiatras afectadas por los traslados que puso sobre la mesa la Consejería de Sanidad. Ana Isabel González, que trabaja como psiquiatra en el centro de La Corredoria, en Oviedo, y según afirma “Gaspi”, es una de las afectadas por la “voladura de equipos” que tanto viene preocupando al portavoz. Quizás ahora se pueda entender mucho mejor, esa fijación desaforado que mantiene el portavoz de IU en la Junta General, por todo lo que rodea a la psiquiatría.
Después de que se publicara en medios de comunicación esta notica, que afecta directamente a la esposa de Llamazares, el secretario de Organización de IU en Asturias Alejandro Suárez, sale a la palestra, para denunciar que lo que se pretende es «desvirtuar las críticas», aludiendo al «parentescos», lo cual supone «un acto de cinismo impresentable, que además, oculta en este caso, un intolerable tufo machista».
A través de un comunicado Suárez, insistió en que sus formación lleva denunciando esta situación desde hace tiempo y sin pensar en condicionantes personales, añadiendo, que consideran lamentable que «el gerente del SESPA esté avalando lo que más parece una purga de funcionarios, bien por posicionamientos políticos, bien por no bailar el agua a sus dirigentes de turno».
Insiste el secretario de Organización de IU, que el conflicto no guarda relación con el futuro de una o varias personas, “sea o no sea una de ellas la mujer de Gaspar Llamazares, que es una funcionaria excelente, sino lo que está en juego es la posición política sobre la salud mental”.
Todo ello lo hacen sin ruborizarse lo más minio, que para eso ellos son de izquierdas. Para finalizar, el responsable de IU advirtió que “este es un gobierno que o cambia de actitud, o no podremos construir una pluralidad de izquierdas”. Es decir, Javifer no va tener quien apoye de IU a los presupuestos.
Como se puede comprobar, el verdadero drama de la izquierda plural de Asturias, es su falta de criterio para decidir, su escasa capacidad de trabajo, junto a su más que demostrado apoltronamiento. Pues llevan más de 30 años parasitando a la vera de los gobiernos decrépitos de la región, siendo Asturias el último reducto que les queda, donde por desgracia a día de hoy, algunos todavía siguen creyendo en ellos. Pero como siempre, ellos a lo suyo, que no deja de ser lo nuestro.
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