sábado, 21 de octubre de 2017

El suma y sigue de GISPASA





Esta semana los gestores de la sanidad pública nos vendían como nueva inversión en el HUCA, la visera instalada en la zona de urgencias. La cual 3 años y 4 meses después de abrir las instalaciones, va permitir que los pacientes y sus familias no tengan que mojarse. No deja de ser una nueva reforma en el complejo hospitalario, que esta vez nos va costar a todos los asturianos entorno a los 40.000 euros (Fotogafía nº 1). Suma y sigue
Claro que este tipo de olvidos está permitiendo que algunos continúen haciendo caja a costa de los sufridos contribuyentes. Primero fue la carpa que en su día instalaron en la fachada posterior, para que los pacientes que procedían de otros hospitales de la región, los cuales llegan al mismo trasladados en vehículos sanitarios, no tuvieran que pasar por el trago de tener que mojarse, mientras que los bajaban o subían a los vehículos de transporte. Al parecer a los redactores del proyecto se les había olvidado diseñar está cubierta,… claro que otros no la echaron en falta hasta que se abrió el hospital. (Fotografía nº 2)
Pero las obras en las instalaciones del HUCA son un sin vivir. Cuando no se cae una cristalera, son decenas de metros cuadrados de baldosas las que tienen que ser sustituidas o pegadas de nuevo, ya que en su día “alguien” se le olvido poner bajo las mismas el cemento necesario para fijarlas.
Mientras tanto los materiales utilizados para equipar el complejo de La Cadellada, siguen dando mucho que hablar. Las chapuzas a las que algunos recurren para solucionar ciertos problemas, no dejan de ser al menos un tanto llamativas. Vean si no lo que ocurre en la “Planta – 1” zona de Docencia. Donde las hojas de la puerta se suplementan, al no coincidir las medidas de las mismas. (Fotografía nº 3)
No es menos llamativo lo que ocurre en otras zonas. Sin ir más lejos, “Planta 1” en el edificio Z. Donde las puertas se estropean con tanta asiduidad, que “alguien” ya opta directamente por desmontarlas y no volver a instalarlas. (Fotografía nº 4)
Y no importa que la zona donde las puertas se estropeen, incluso si son zonas restringidas al paso, en ese caso tampoco son reparadas, se opta directamente por retirar las hojas de las mismas (Fotografía nº 5)
Mientras todo esto acontece, en GISPASA algunos continua a lo suyo, a pesar de las muchas voces que se levantan pidiendo la disolución del chiringuito.
Pero ya se sabe, gasta gasta, que algo siempre queda.

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