El pasado día 4 de
julio se decía:
«Organización, trabajo e implicación». Son los tres
ingredientes con los que el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA)
consiguió el pasado mes de junio alcanzar su objetivo de eliminar las demoras
de más de seis meses. Es la primera vez que lo logra desde junio de 2012. De
hecho, el HUCA era el único hospital asturiano que aún presentaba listas de
espera de más de medio año para intervenciones quirúrgicas. «Ahora el reto es
seguir manteniendo un ritmo de actividad que nos permita continuar en esta
tónica, que no es un trabajo fácil», reconoció ayer Luis Hevia, gerente del
complejo hospitalario, «razonablemente satisfecho» con lo conseguido.
Seis días después la realidad es bien distinta:
Año y medio de
espera para poder hacer una colonoscopia en el HUCA
Javier Rojo, enfermo de
cáncer, denuncia que la prueba le llegará después de la consulta en la que
necesitaría tener los resultados
La
sanidad asturiana está hecha unos zorros". Esa es la conclusión a la que
llega el ovetense Javier Rojo después de recibir una citación para realizar una
colonoscopia a 18 meses vista. El paciente, aquejado de cáncer de colón,
asegura que el plazo, ya de por sí largo, es lo de menos, y que lo realmente
grave es que la prueba le llegará nada menos que medio año después de la consulta
que tiene prevista y para la cual es estrictamente necesario contar con los
resultados de la prueba.
Rojo
conoció que padecía cáncer en el año 2012. El hecho de contar con un seguro
privado y su prisa por buscar una atención rápida le llevó a ser operado y
tratado en una primera fase en Navarra. La continuación de los tratamientos
siguieron ya en Oviedo, pues su póliza privada sólo cubría el periodo de
hospitalización. "He contrastado el trato en el campo privado y en el
público y no hay color", explica el hombre, que cree que el servicio
básico no recibe suficientes recursos o estos no están bien aprovechados. "Se tira
dinero en muchas cosas y para esto no hay más que carencias", apunta enfadado.
Por
suerte, las células cancerígenas desaparecieron tras el tratamiento y en los
últimos años se limita a realizar los controles necesarios para comprobar que
la enfermedad no se reproduce. La cita prevista para mediados de diciembre de
este año sería precisamente la última de los controles pertinentes para
garantizar que la evolución del paciente va bien, pero sin la colonoscopia
parece que no servirá de mucho.
El
vecino sostiene que recurrió al sector privado para que las pruebas pertinentes
llegasen a tiempo de las consultas de años anteriores. "Considero
que con la salud no se juega, así que opté por poner dinero de mi bolsillo para
tener los resultados a tiempo y que el médico especialista pudiese
evaluarlos", declara.
Sin
embargo, y de cara a la última prueba, Rojo quiere decir basta. Reconoce que el
hecho de ver en los medios a otros pacientes que llevan un año esperando por
este tipo de pruebas le provocó mayor malestar. "En mi caso es incluso
peor porque padecí la enfermedad y es algo que necesito para descartar más
tratamientos", apunta en relación a otras quejas de personas pendientes de
ser cribados para descartar que padezcan cáncer. Por ello, no quiere
dejar pasar por alto la situación. "Que
la gente se entere de que están dando citas para pruebas mucho después de
cuando se necesitan y eso no tiene sentido", comenta en referencia a una
prueba que solicitó el 14 de diciembre de 2016, dándosele el 18 de junio de
2018 como fecha para pasarse por las Consultas Externas del Hospital
Universitario Central de Asturias - HUCA
De
todos modos, destaca que los plazos para otro tipo de pruebas tampoco van muy
allá. Asegura que el análisis de tumorales, también preceptivo para la consulta
llegará con unos pocos días de margen. "Me dijeron que me lo harían a
primeros de diciembre y la consulta sería más o menos el día 23", apunta,
aunque no descarta que en este caso los plazos se apuren por la necesidad de
que el análisis sea lo más reciente posible.
El
objetivo de hacer pública su protesta no es otro que el de llamar la atención a
la administración para que tome soluciones.
"¿Para qué
pagamos nuestros impuestos?", se pregunta un hombre que asegura
"haber cotizado mucho" como para que ahora el
sistema sanitario le deje tirado en un momento clave para recibir el alta
definitiva y volver a sentirse plenamente sano. "Es triste que haya estos
desbarajustes en algo tan primordial como es la salud de los ciudadanos",
clama este hombre de 75 años.
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