miércoles, 8 de marzo de 2017

Aquí tienen 60.000€ y disculpen las molestias

* Tan solo es un ejemplo, pero real.

Condenan al SESPA a pagar 60.000 € por los retrasos en la atención a un paciente.

(TRAS UNA IMPLANTACIÓN DE PRÓTESIS DE CADERA), POR LA SATURACIÓN DEL SERVICIO DE TRAUMATOLOGÍA, QUE NO PRACTICARON PRUEBAS ESPECÍFICAS DE CONTROL (a pesar de los dolores, limitaciones funcionales y quejas).

Sentencia firme de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Asturias.

Los médicos especialistas de la sanidad pública mantuvieron controles y seguimiento después de una operación de cadera, sin atender las quejas de la paciente (molestias, dolores, dificultad funcional), dándole nuevas citas.
Las citas se retrasaban por saturación del servicio y no le practicaron más pruebas, sin remitirla a otro centro.

Se condena al SESPA al abono de 60.000€ de indemnización por la omisión de las pruebas y medidas necesarias para el correcto diagnóstico y el tratamiento adecuado de las complicaciones, con un seguimiento deficiente de los riesgos de la posible mal función de la prótesis.

La paciente, fue operada en el año 2.009, para la implantación de una prótesis de cadera, sufrió las complicaciones típicas de este tipo de intervención. padeciendo dolores y limitaciones funcionales.

Sin embargo, los médicos especialistas, a pesar de realizarle un seguimiento periódico, no atendieron sus quejas, ni las consideran importantes, por lo que decidieron no remitir a un centro más especializado, a pesar de estar saturado el servicio de Traumatología.

En consulta con su médico de atención primaria, le aconseja que pida una segunda opinión médica y que acuda al HUCA, donde le detectan una infección, que motiva la necesidad de otras dos operaciones.

Formulada reclamación se rechaza por Sanidad, y finalmente se dicta sentencia por la que se declara “una actuación incorrecta y funcionamiento anormal del servicio médico del centro donde se realizó la intervención en el curso del tratamiento rehabilitador y el seguimiento del proceso por mantener a la paciente en la situación dolorosa y con limitación funcional durante ese tiempo sin agotar todas las posibilidades o remitirla a un centro más especializado por los medios y el personal teniendo en cuenta que el servicio de traumatología del centro comarcal estaba saturado y las citas con el especialista se retrasaban en el tiempo”.

Se declara la responsabilidad por la omisión de las pruebas y medidas necesarias para el correcto diagnostico y el tratamiento adecuado de las complicaciones, con un seguimiento deficiente de los riesgos de la posible mal función de la prótesis.

La diligencia normal de cualquier servicio profesional es realizar controles y pruebas más específicas como de isótopos radioactivos para hacer un diagnóstico y tratamiento diferencial de las complicaciones (en concreto de la infección profunda de difícil diagnóstico al presentarse larvada, en función de la virulencia del germen y del propio paciente) en un largo proceso postoperatorio con los efectos perjudiciales inherentes para la paciente.

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