Después de tantos dimes y diretes, ahora resulta que
con la llegada de otra unidad de resonancia, la cual se traslada desde la
antigua sede del complejo sanitario del Cristo, se nos anuncia que se van poder rebajar los
tiempos de espera, cosa que ya se va empezar a notar en el último trimestre de
este año, pero será más elocuente en el primer trimestre del año 2017.
La primera pregunta que surge es ¿Por qué no se hizo
antes? … pues llevamos instalados en el nuevo HUCA 26 meses, más de dos años. Esto
nos hace pensar de nuevo a los ciudadanos, que algunas cosas se están haciendo
con pleno conocimiento de causa, y sabiendas de lo que hacen. Por lo que no es
descabellado pensar, que incluso se están haciendo cosas a mala fe, o visto de
otro modo, por un mero hecho economicista, sin evaluar las consecuencias y
peligros que esto trae a la sociedad.
Es entonces cuando cabe preguntarse ¿había o no había
falta de un nuevo equipo de resonancias? … se demuestra una vez más, que por
parte de los gestores nombrados por la administración socialista de Asturias, no
se nos dice la verdad, y como ya viene siendo costumbre por su parte, cuando no
son capaces de resolver los problemas, la culpa es de los demás, en este caso
era de los radiólogos.
En el momento que este nuevo equipo esté instalado, se
van poder realizar unas 400 resonancias
más cada mes, esto nos llevaría a unas 4.000 o 5.000 mil más al año, un 20% más
de las que ahora se realizan, lo que debería de verse inmediatamente reflejado
en las listas de espera de alguna manera. También se evitara con ello mandar a
estos pacientes a otros centros concertados como viene ocurriendo hasta ahora,
lo que debería de proporcionar un ahorro a las arcas de la sanidad pública
asturiana, que ce podría destinar a otros menesteres.
Con esta cuarta resonancia el nuevo HUCA duplicará la
del viejo, donde se disponía tan solo de dos. Que se completan con las cinco
unidades de escáner (TAC). Y se da la casualidad de uno de esos TAC fue recuperado de las instalaciones del Cristo.
Lejos quedan entonces las promesas que en su día nos vendieron, de poner a disposición
de los profesionales cinco unidades de scaner y escaner
otras cinco resonancias.
Claro que si lo miramos bien, en otros servicios están
mucho peor. Sin ir más lejos en oncología radioterapia, donde no se pudo
aprovechar ninguno de los equipos del Cristo, según parece por encontrarse
obsoletos. Pero es bueno recordar que “desapareció”
la asignación presupuestaria del año 2014, la cual se destinaría para adquirir
una cuarta unidad, de la cual a día de hoy nada se sabe, aunque algunas voces continúan
reclamando por un lado, pero al mismo tiempo aseguran que no existen listas de
espera para los pacientes que necesitan ser tratados. En el proyecto del nuevo
HUCA de La Cadella, figuran cinco bunkers para otras tantas unidades, de los cuales
a día de hoy solo tres están ocupados.
Soy consciente de que soy muy pesado con mis
reivindicaciones y en mis argumentos, pero soy consciente de que no solo no estoy
descaminado, si no que llevo toda la razón, pues tengo una ligera idea de lo
que digo. Ahora la solución pasa por mandar a los pacientes al Hospital de Jove
para que sean tratados. Pero tanto quien
aporta la idea, como quien la acepta y permite ejecutarla, saben que esa no es
la solución,
Todo pasa por adquirir una nueva unidad, la cuarta. Pero
además “alguien” debería de rentabilizar todos los recursos humanos que la administración
puso en sus manos, y que llevan tres años siendo desperdiciados.
Como pueden ver ya se terminaron las vacaciones. Ahora
sería bueno que el nuevo Gerente para el Area IV no llegara castrado a su
despacho, y tampoco lo hiciera atado de pies
y manos.
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