Vivimos desde hace 3 años en un continuo estado de miedo.
"Soy enfermera estatutaria con
plaza en propiedad, con todo lo que esta palabra significa.
Durante años me he enorgullecido de
serlo, pero ahora con la campaña de desprestigio por parte de la Administración
hacia los funcionarios y estatutarios parece deshonroso decirlo.
Soy enfermera por convicción, me gustan
los pacientes, mi profesión y estoy cansada de los adjetivos que se nos
adjudican sin justificación. Nos han acusado de ser los responsables de la
crisis, de ser vagos, de tener sueldos desmesurados, trabajar pocas horas, de
ser un peso para la sociedad... cortinas de humo para cubrir la incompetencia e
irresponsabilidad de los gestores del país, unas cabezas de turco ideales sobre
las que descargar responsabilidades.
Nos enfrentamos a pacientes enfermos,
familiares muy enfadados, turnos imposibles de comprender, virus agresivos,
patógenos mortales... a cualquier tipo de patología o contratiempo que tenga
lugar dentro de nuestra profesión porque para eso somos profesionales.
Nos han sometido al vapuleo público,
aumento de horas, disminución de salario, reducción de plazas, aumento de carga
laboral... y aún así pocas veces se ha visto mermada la atención a los
pacientes, que es ante todo lo primero.
Vemos un constante deterioro de
nuestros puestos de trabajo con la reducción de personal, aumento de ratios por
enfermera, no se cubren nuestras bajas hasta pasados 21 días o más... y todo
está permitido bajo la consigna de “necesidades del servicio”.
Vivimos desde hace 3 años en un
continuo estado de miedo, se ha intentado privatizar nuestros hospitales sin
ningún tipo de explicación por la Administración, enterándonos por la prensa
sin saber qué iba a pasar con nosotros, ninguneándonos como si fuéramos muebles
de dichos hospitales vendidos al mejor postor, dando lugar a multitud de
especulaciones... la incertidumbre reina en nuestros días, haciendo mella en
nuestra moral.
He trabajado en casi todos los
hospitales, centros de salud de la provincia y fuera de ella durante más de 9
años, hasta que conseguí aprobar una oposición con mucho esfuerzo, no fue una
consolidación, ni un regalo. Fue fruto de años de estudio y sacrificio.
Me destinaron a 200 kilómetros de mi
casa y a los 2 años conseguí acercarme a 90 kilómetros.
He jugado siempre según las reglas del
juego, sin quejas y siempre por el bien de la Administración.
Nuestros gestores y políticos de turno
deciden convocar de manera unilateral unas oposiciones o unos traslados de
pacotilla con fines electorales que ellos mismos aplazan a su antojo porque
quieren jugar aún más con nuestras vidas. Se les llena la boca con la cantidad
de plazas que han convocado sumando todas las categorías, pero si las
desglosamos no son tantas.
Ahora me pregunto el por qué de esta
estrategia y yo al igual que muchos de mis compañeros sabemos las respuestas.
Hay hospitales que quieren que se
queden con la mínima cantidad de personal fijo posible para seguir con su
proceso de amortización y destrucción de plazas, así como la creación de una
red de empleados temporales con los que jugar a su antojo.
La Administración se ha fijado unas
plantillas horizontes totalmente surrealistas, esa es la excusa que le dan a
los sindicatos pero, señores míos, se olvidan de que nosotros trabajamos dentro
de estos hospitales y sabemos la cantidad de contratos temporales que existen,
porque sin ellos sería inviable el trabajo.
Concretamente en el hospital donde
trabajo hay 30 plazas vacantes de enfermería y sin embargo convocan 5,
limitando a mis compañeros de otros hospitales poder acercarse a casa, y
contando con la gente que se marchará en los traslados a otras comunidades, que
se resolverán en breve. Se quedarán con hospitales repletos de personal
interino mientras que el personal fijo estará a cientos de kilómetros de sus
casas.
¿Por qué esta negativa a facilitarnos
esta importante mejora en nuestras vidas, siendo un proceso que no les costará
un euro?
Ustedes que siempre llevan por bandera
la defensa de la familia, podrían explicarme cómo piensan facilitar nuestra
conciliación laboral y familiar impidiendo que nos acerquemos a nuestros
lugares de residencia, existiendo plazas que actualmente están cubiertas por
acumulación de tareas o plazas vacantes en todos los hospitales y de todas las
categorías.
Sólo caben dos explicaciones: ¿Están preparando
una inminente privatización encubierta por categorías? Porque no quieren
personal fijo en algunos de sus hospitales para poder “mangonear” a sus anchas
dichos hospitales sin oposición del personal. Convertirlos en sus “cortijos”. O
bien quieren amargar la vida al personal que ha ganado justamente su plaza con
las reglas que ustedes marcaron.
Sea cuál sea la verdadera causa sepan
que no convencen con sus explicaciones y que tienen la firme oposición de un
colectivo harto de calumnias e injusticias.
Exigimos que se nos trate con el mismo
respeto y profesionalidad que nosotros demostramos día a día, siendo uno de los
colectivos mejor valorados por los pacientes de nuestra comunidad, y exigimos
que convoquen todas las plazas existentes y con resultas en el concurso de
traslados.
Un último ruego a nuestros políticos,
por favor dedíquense a mejorar nuestra sanidad pública para mejorar la calidad
de vida de todos."
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