Justamente esta semana que da comienzo uno de
los juicios más esperados por buena parte de la sociedad asturiana, o por lo
menos por parte de aquellos que deseamos saber que hicieron algunos miembros del
gobierno de Vicente Alvarez Areces, con los recursos que se les asigno administrar,
y que según, parece fueron cambiados de destino, o por lo menos, no llegaron a
donde debían.
Por tanto, cuando hoy reaparece en escena el “presidente
mudo” que desgobierna Asturias. Aquel que sufre algunos lapsus de memoria, con
mayor frecuencia de un tiempo a esta parte, y más concretamente, desde que el ventrículo
que lo manejaba y ponía voz se encuentra en su casa desmemoriado.
De nuevo sale a la palestra tarde, mal y a
destiempo, como por otra parte ya viene siendo costumbre. Y en vez de hablarnos
de los graves problemas de toda índole que acucian a nuestra región. Hoy de
nuevo, seguramente que en un vano intento por su parte de jugar al despiste, nos
saca a colación el gran acierto que fue construir el HUCA en La Cadellada. Señor presiente usted no se entera, hoy no toca el HUCA, hoy era el día de hablarnos del
denominado «caso Marea». Ese proceso que la
justicia abre por los indicios de algo que presuntamente ocurrió siendo Presidente
el socialista Vicente Álvarez Areces, aquel que le dejo la silla que ahora usted la ocupa, mientras que el se apresuró a buscar refugio en el Senado,
según parece, para disfrutar de ese privilegio llamado aforamiento, el cual por
el momento le está salvando el culo.
El magistrado
titular del Juzgado de instrucción número 2 de Oviedo, dicto en su día un auto
de procesamiento contra 29 de los imputados en una presunta red de sobornos,
tráfico de influencias y fraudes de dinero público. Es una larga lista en la
que se incluyen nombres como el de José Luis Iglesias Riopedre, ex
consejero de Educación; María Jesús Otero Rebollada, ex directora general
de Planificación, Centros e Infraestructuras en la misma Consejería del ramo; Marta
Renedo Avilés, la ex funcionaria que sabe mucho de este entramado. A ellos se
unen dos empresarios que sobresalen por encima del resto, Víctor Manuel Muñiz y Alfonso
Carlos Sánchez, representantes legales de las firmas Comercial Asturiana de
Papelería (Igrafo) y Almacenes Pumarín respectivamente, cuyas empresas estaban
“homologadas” o de eso presumían.
Pero el listado no termina aquí, pues
aparecen otros nombres que de una u otra manera están relacionados con del
desgobierno de Asturias, pues formaron parte de los órganos que gestionan instituciones
como la Universidad de Oviedo. Entre los imputados están Eusebio González, ex gerente de la
Universidad de Oviedo; Antonio
Bernardo, ex director de la Escuela Politécnica de Mieres. Figuran también algún
otro ex director general de Recursos Humanos en la Consejería de Educación;
José Carlos Madera, ex director general de Promoción Cultural y Política
Lingüística.
Pero el escándalo afecta a otras áreas de gestión, así aparecen ayuntamientos como el de Oviedo, Llanes o Avilés. La lista de delitos que se les imputan es extensa, ya que se habla de cohecho, estafa, fraude de fondos públicos, exacciones ilegales, falsificación, tráfico de influencias, negociaciones prohibidas a funcionarios, malversación y prevaricación administrativa, entre otras.
Quedo fuera por el momento la futurible candidata por aquel entonces. Aquella de la cual se decía que podía haber sido la primera presidenta de un gobierno autonómico de Asturias, la cual permanece en silencio y alejada de los flases, no sea que alguien se acuerde de su persona, y tenga que comparecer. Bastante desgracia es haber tenido que abandonar la vida política, el buen vivir, junto a esos privilegios que vienen con el cargo, y que en algunos casos es difícil dejar de lado. Pues a lo bueno, y si encima es gratis, todo el mundo se adapta enseguida.
Pero el escándalo afecta a otras áreas de gestión, así aparecen ayuntamientos como el de Oviedo, Llanes o Avilés. La lista de delitos que se les imputan es extensa, ya que se habla de cohecho, estafa, fraude de fondos públicos, exacciones ilegales, falsificación, tráfico de influencias, negociaciones prohibidas a funcionarios, malversación y prevaricación administrativa, entre otras.
Quedo fuera por el momento la futurible candidata por aquel entonces. Aquella de la cual se decía que podía haber sido la primera presidenta de un gobierno autonómico de Asturias, la cual permanece en silencio y alejada de los flases, no sea que alguien se acuerde de su persona, y tenga que comparecer. Bastante desgracia es haber tenido que abandonar la vida política, el buen vivir, junto a esos privilegios que vienen con el cargo, y que en algunos casos es difícil dejar de lado. Pues a lo bueno, y si encima es gratis, todo el mundo se adapta enseguida.
Por eso que hoy hubiera sido bueno que
el señor Fernández nos hablase de los imputados del “caso marea”. Que nos
explicara a los asturianos donde están todos esos recursos desparecidos por
arte del birlo virloque, y que la UDEF cifra en cinco millones de euros.
Sería bueno saber cómo se consiguen esos
contratos por valor de 40 millones de euros para suministrar a la administración durante
el periodo escolar comprendido entre 2007 – 2009.
Hoy tocaba explicar esto y no otras
cosas, pues los imputados son de carnet, y me da la sensación que en pocos años
están echaron por la borda los 100 años de honradez.
Por último señores de la derecha, de la
izquierda, del centro y los medio pensionistas. Alguien en un arrebato de
sensatez, se preguntó a día de hoy, cuántas papelerías y pequeños autónomos,
que pagaban religiosamente sus impuestos, y que no pudieron entrar en este círculo
mafioso, se vieron obligados a cerrar sus negocios a lo largo de todos estos años, mientras que otros con la bendición de la administración hacían de su capa un sayo.
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