Es bien conocido que cuando el Consejero de Sanidad desea aligerar las listas de espera lo hace al precio que sea, ya lo hizo a finales del pasado año, y ahora que se acerca el mes de mayo, y con él las elecciones, con mayor motivo, pues los ciudadanos vamos a exigirle que nos rinda cuentas. así que vuelve a recurrir al maquillaje.
Es bien conocida su afición a negarlo todo, y decir que la culpa es de otros. Por otra parte esta su obsesión de a las primeras de cambio, tirar de cifras macro económicas, del tipo que sean, con las cuales monta un tótum revolútum, donde lo envuelve todo para al final no decir nada de nada, mucho menos respondera lo que se le pregunta. Utiliza una y otra vez las mismas artimañas contables, las cuales no terminan de dar sus frutos, a pesar del empeño puesto a lo largo de estos tres años de mandato, habiéndonos así demostrado a todos, el pésimo bagaje de a su caótica gestión al frente de la consejería, agravado mucho más si cabe, con aquel traslado al nwHUCA, el cual se hizo a las bravas, deprisa y corriendo, lo que vino a empeorar una situación que ya de por si era penosa. En junio de 2013 ya existía el caos organizativo, el cual corría como la pólvora a todos los niveles dentro del organigrama sel SESPA, pero la bajada a La Cadellada propicio que pocas semanas más tarde, dieran comienzo una serie de denuncias, las cuales ponían en entredicho a toda la sanidad, terminando por dar la razón a los que antaño el consejero llamo alarmistas y agoreros.
El pasado día 22 de los corrientes, una nueva carta de denuncia aparece en la edición digital de LNE, por medio de la cual se deja ver que si bien el tiempo pasa, los vicios recurrentes de algunos prevalecen. La sanidad asturiana es noticia, y de nuevo ocurre en el HUCA, donde reaparece, aunque nunca se había marchado, el tan manido “mete, saca” de las listas de espera. En este caso se trata de la cita a una paciente que debe de ser intervenida, por lo tanto, sale de la lista de espera, la cual, tras su ingreso en el hospital, donde permaneció preparada y a la espera para entrar en quirófano, no es llamada a la hora prefijada para la intervención. Tras un largo impasse de espera, se le advertida que su operación fue suspendida, que puede marcharse para casa, y que será citada de nuevo a lo largo de las próximas semanas.
La paciente de nuevo salio de la lista de espera, esto es lo que le permite decir a Faustino Blanco que las listas se reducen, si bien el problema para la paciente persiste ya que no fue intervenida, pero eso a quien le importa, salvo a la paciente claro está, la cual en pocas horas volverá a formar parte de la lista.
Nada se resuelve, todo prevalece, incluso los visos de futuro nos indican que las cosas puedan ir a peor, por lo menos mientras los actuales gestores continúen al frente de la consejería de sanidad. Todo ello nos vienen demostrado que son incapaces de gestionar nada, y esto no es un critica más al sistema, las cifras son las que son las que son y desgraciadamente no engañan, mientras que los asturianos continuamos padeciendo la pésima gestión y sus lamentables consecuencias.
La Nueva España, 22 de abril de 2015
La falta de organización en el HUCA
Bernardo Carrera Madiedo (Oviedo)
Días pasados ocurrió en el Hospital Universitario Central de Asturias un caso verdaderamente vergonzoso. Una paciente ingresa el domingo en el servicio de urología para ser intervenida quirúrgicamente el lunes a las 10.30 de la mañana. Llegado ese día, la enferma es debidamente preparada para ser intervenida, para lo cual, desde las 12 de la noche anterior, tiene que estar en dieta absoluta sin poder ingerir una gota de agua. Pasan las horas, sin ningún tipo de alimentos, y así hasta las cuatro de la tarde, cuando aparece un médico y comunica que la intervención queda suspendida “por saturación en los quirófanos” y, consecuentemente, a la enferma se la da de alta y en mayo será llamada de nuevo, después de tres meses de espera.
¿Qué está ocurriendo en el HUCA? Comentamos al médico que nos parece absurdo mandar para casa a una enferma estando ya ingresada y que lo correcto sería que a los enfermos citados para días posteriores se les anulara la cita. Pues no.
Después del gasto que ha supuesto tener ingresada a una persona con toda la atención correspondiente y desplazarse una hija de la enferma desde el extranjero, prefieren mandarla para su casa y seguir citando a nuevos enfermos.
¿Y el daño psicológico? No se puede andar jugando con una paciente que ya de por sí está afectada por la enfermedad y que, para más inri, debe volver a mentalizarse para ser intervenida más adelante, cuando ella pensaba que sería ya resuelto su problema.
¿Pero en qué piensan los responsables de este desaguisado?
Señor consejero: piense usted que las elecciones están muy próximas y situaciones como ésta no favorecen lo más mínimo al Servicio de Salud del Principado de Asturias. ¿Tanto alardear de sanidad pública para esto? Quiero dejar claro que el trato del personal tanto de enfermería como auxiliar fue correctísimo y que el fallo está en la falta de organización por parte del servicio de urología.
Señor consejero: tome usted nota y arregle este tipo de situaciones si quiere prestar a los asturianos un servicio de salud eficiente.
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