Faustino Blanco CULPABLE… el acetato de abiraterona se vuelve a denegara a pacientes oncológicos.

 

 

Parece ser que tanto el Partido Popular de Asturias, así como los parásitos de Izquierda Unida y el representante de UPyD no quieren darse por enterados de lo que está ocurriendo con la sanidad en nuestra región. Sin ir más lejos, el pasado jueves día 26 en la mesa convocada por ASENCRO, acuse al PP de Asturias y también a IU de ser cómplices al unísono, con sus apoyos continuados al des-gobierno que preside Javier Fernández, de que en Asturias se continúe ejecutando un holocausto sanitario de forma sigilosa, debo de señalar, que ninguno de los portavoces quiso dar réplica a mis acusaciones.

Tras algunos meses en silencio, hoy vuelve estar de actualidad la denegación de los tratamientos oncológicos, pues una carta aparecida en el diario LNE, firmada por Ana María Rodríguez Fernández, la cual insiste que alguien en la consejería de sanidad, está de nuevo pasando por el arco de triunfo las solicitudes de algunos tratamientos, de nuevo el acetato de abiraterona. 

Según me comenta Ana María, tras haber sido solicitado dicho fármaco desde el servicio de Oncología Médica del HUCA ya hace semanas, siguiendo los protocolos que en su día marcó la Consejería de Sanidad en su escrito “N/Ref. JMFR/mas”, de fecha 4 de junio de 2014, en cuyo asunto se dice textualmente, “solicitud de tratamientos de Abiraterona en Prequimioterapia”, siendo refrendado con otro escrito de 8 de julio de 2014. Dicha solicitud esta realizada por el especialista que atiende al paciente, por no motivos que no se comprenden, dicho tratamiento no acaba de ser entregado al especialista, de lo cual se puede deducir, que de nuevo se está bloqueando el Zytiga. 

Seguramente que lo deben de hacer ocultándose tras la Comisión del Uso Racional del Medicamento, o cualquier otra comisión constituida a tal efecto. El consejero Blanco continúa considerándose por encima del bien y del mal, y autoconcediendose el derecho a decidir que pacientes pueden vivir, o quienes deben morir, y no estoy exagero ni un ápice.

Esta situación que se viene prolongando ya demasiado en el tiempo, a la cual parece que nadie quiere poner remedio, aunque deberían de ser los partidos con representación en la Junta General, quienes de una vez por todas se unieran y dejando intereses personales a un lado, exigieran que se cumpla la ley, así como las diferentes resoluciones ya existentes.

No se puede tolerar ni un minuto más, este comportamiento prepotente, arrogante, a la vez que irresponsable del consejero de sanidad, pues parece que lo que está ocurriendo con los pacientes no le importa a nadie, siendo una autentica salvajada, que solo un canalla como Faustino Blanco puede estar llevando a cabo. Todo parece indicar, que esto va camino de ser una trama organizada, con rasgos delictivos, que tiene como único fin el ahorro mercantilista en el gasto sanitario.

Lo que se mueve en el entorno de la sanidad de Asturias, no solo ya es peligroso en sí, si no que ahora con esta carta en la mano, ya podemos estar hablando de delito, y va siendo hora de que alguien actúe por lo menos de oficio, pues hace falta una investigación que ponga luz ante tanto oscurantismo, tanta negligencia y revanchismo ideológico.

Claro que no son solo los tratamientos por si los que se están denegando, conviene recordar, que el más acreditado especialista existente en este momento en el HUCA en tratamientos de cáncer de próstata, (según consta en su dilatado currículum profesional) está separado del servicio desde hace 16 meses, al igual que otra compañera, a los cuales incluso se les tiene prohibido que atendieran a sus pacientes. 

Hace pocos días, en una entrevista aparecido en el diario LNE, con un claro trasfondo de autopromoción personal para mayor gloria de su persona, pudimos comprobar cómo tras meses de silencio, intentando que no trascendiera a la opinión pública lo que ocurre en el servicio de Oncología Radioterapia, y en un vano intento por su parte de justificar y maquillar de cara a la galería una situación que fue creando “el jefecillo de servicio” a lo largo de todos estos meses, se decían medias verdades, que a fin de cuentas son mentiras a medias. Cuando lo que de verdad está ocurriendo en el servicio de Oncología Radioterapia, es que un problema de índole profesional, fue llevado de forma mezquina e irresponsable al terreno de lo personal, con un gravísimo perjuicio para los pacientes. 

Por si todo esto fuera poco, ahora también nos encontramos con personal que solicita el traslado fuera del servicio, seguramente que cansado de soportar tanto descontrol como existe en el mismo. Conviene recordar que estamos hablando de tratamientos oncológicos, donde la espera debe de ser mínima, y no se pueden dar casos a mi modo de ver, de pacientes con esperas de más de cuatro meses para ser tratados, pues la enfermedad desgraciadamente no entiende de tiempos y mucho menos de listas, las circunstancias del paciente empeoran, y puedo asegurar como hago siempre, que casos haberlos haylos, y por desgracia para algunos/AS están documentados.

La administración socialista que preside Javier Fernández esta avocando a la ciudadanía, a que llegado el momento alguien en su perfecto derecho y a la luz de los acontecimientos, decida tomarse la justicia por su mano, razones ya ven que no les van faltar, quizás entonces, la Fiscalía de Asturias decida tomar cartas en el asunto, pues hasta el día de hoy, y en base a mi experiencia personal, se viene mostrando demasiado beligerante con este tipo de situaciones.

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La Nueva España.- 28 de marzo de2015

SANIDAD ABANDONA A LOS ENFERMOS DE PROSTATA
Ana María Rodríguez Fernández (Oviedo)

La sanidad asturiana vive sólo de cara a la galería. Un hospital monstruo, rodeado de jardines y fastuosidad en el que juntaron de golpe varias formas de hacer medicina mientras falla en las cosas más elementales: quirófanos, habitaciones, uvis, consultas y demás dependencias, reducidos, sin luz natural en donde no se sabe si es de día o de noche. A cambio, enormes espacios vacíos e inservibles y pasillos interminables que cansan a la gente y le hacen perderse, con el desgaste y la pérdida de tiempo para todos.

Apenas se inauguró y ya están las paredes desconchadas y muchas cosas estropeadas, debido a su baja calidad. Los asientos son incómodos, fríos, duros... mucho peores que los del Cristo, pero según algunos supervisores, a los que sólo les falta el látigo, “al hospital sólo se viene a trabajar”. En urgencias faltan mantas y almohadas... y las sábanas estaban rotas. ¿Por qué no tenemos aparcamiento gratuito como en los otros? Un gran hospital y sin guardería para conjugar la vida familiar y laboral. Listas de espera enormes que cuando llaman muchos ya están en el cementerio. Un sobrecoste terrible del que nadie nos dio explicaciones. Esto, además de los brutales recortes en sueldos y derechos, justifica la gran desmotivación que sufre el personal. Pero lo que más me indigna es que el señor consejero Faustino Blanco sigue prohibiendo los últimos avances contra el cáncer, porque son caros, mintiendo a la prensa deliberadamente al afirmar que no es cierto. Llevamos varios años, receta en mano, pidiendo el acetato de abiraterona, para el cáncer de próstata y nos lo denegaron. Este año dijeron que lo daban, pero ya hace tres meses que lo solicitó el oncólogo y siempre nos dicen que va a venir la semana próxima, pero todo son disculpas para no darla. Mientras tanto, los derivan a quimio, como hacían antes, con los terribles efectos secundarios que ello produce. Total, qué más da, muerto el perro, se acabó la rabia y así ahorran la pensión y el tratamiento. Los médicos están atados de pies y manos al no disponer de la medicación adecuada. Yo me pregunto: ¿Por qué nos callamos ante tanto atropello? ¿Cómo podemos permitir que políticos desalmados y sin escrúpulos decidan sobre nuestras vidas? ¿Son estos los que dicen ser y llamarse progresistas? Pues que Dios nos ampare, ya que la justicia a la que denunciamos estos hechos pasó olímpicamente de nosotros porque todos van al mismo comedero.

Pido desde este diario un castigo ejemplar para todos los que roben los dineros públicos. Los que hacen obras innecesarias, los que dan subvenciones sin mirar si cumplen los objetivos... y tantas y tantas cosas que pueden esperar, antes que recortar en sanidad, educación o justicia.