Vamos camino de tener DOS HOSPITALES, y
un motón de victimas.
Esto que nos anuncian ahora a bombo y
platillo el nuevo jefe del Area Sanitaria IV y el consejero de sanidad, es una muestra
más de las múltiples artes y recursos de las que disponen los trileros, incluso
si esta les falla, verán como terminan por recurrir a el timo de la estampita.
Y es que estos fenómenos del SESPA
club de futbol, pues no me digan que no dan la misma imagen que la de un mal
equipo de futbol, donde el presidente, en este caso el todo poderoso Tino, cesa
al entrenador, aparta del equipo a los jugadores, despide a los utilleros,
prescinde de parte de los empleados del club, y no deberíamos de extrañarnos
que en un arrebato de sinceridad llegue incluso a cesarse a sí mismo, pues vive
inmerso en una vorágine de ceses
nombramientos, que no es normal.
Ahora se van reabrir algunas de las
instalaciones del Cristo, o por lo menos una parte de ellas, pues la sexta
planta de uno de los edificios esta preparada para casos de Ébola. En otro
edificio se encuentran un escáner y una resonancia que ahora vuelve a entrar en
funcionamiento, dicen los gerifaltes del SESPA que están en perfecto estado,
aunque hace unos meses fueron denostados por viejos y anticuados.
Lo que resulta extraño es que durante
cuatro meses el anterior jefe del Area IV “Monsieur Rabanal” no se acordara de
ellos, mientras las listas crecían y crecían, llega el nuevo gerente y cree haber encontrado aquí
la solución a sus problemas.
Pero de nuevo, este tipo de
decisiones, seguramente que tomadas sin contar con el jefe de servicio, hacen que
alguien con sentido común presente su dimisión ante tamaño despropósito. Los
profesionales ponen en duda el estado de funcionamiento de la maquinaria, al
tiempo que advierten que no solo se deberían de trasladar el personal necesario
para su normal funcionamiento, es que además, deberían de llevar personal
sanitario para intervenir ante una imprevisible crisis de un paciente, que no
es nada descabellado que ocurra, pues ya ocurrió hace unos meses al inaugurarse el
newHUCA, y entonces a el paciente debieron de trasladarlo de urgencia, desde La
Cadellada a el Cristo.
Otro de los problemas es el escaso número
de radiólogos para atender todos los equipos y supervisar el trabajo de los
mismos, no hace muchas fechas que se denunciaba en los medios de comunicación,
que se estaba trabajando por las tardes en La Cadellada, sin la supervisión de un
radiólogo.
Los equipos instalados en el newHUCA
son tres escáneres y tres resonancias, las cuales están trabajando por debajo
de sus posibilidades, y en algunos casos, sin la presencia de los radiólogos
que valoren la calidad de las pruebas realizadas, por lo que algunas cuando
llegue la hora de informarlas, pudieran tener que repetirse.
A lo que se debería de añadir que el
número de radiólogos existentes en La Cadellada continúa siendo el mismo, de lo
que deducimos, que con más equipos funcionando, hacen falta más radiólogos, lo que ahora se
denuncia, con dimisión del jefe de servicio incluida, es que se quiere vestir un santo para desvestir otro.
Se habla de más de 700 pruebas
pendientes de ser informadas, el SESPA dice que son no más de 300, pero se
asegura que pueden ser miles las pendientes de una citación. Sean las que sean,
los retrasos existen, no disponen de radiólogos suficientes para atender los
equipos de La Cadellada y mucho menos ahora enviar a una parte al Cristo.
No se dispone de médicos que informen
las pruebas ya realizadas, pero tampoco se contratan más para aligerar las
listas.
Mientras tanto, y según el SESPA, los
enfermos pueden esperar, y si es para un diagnostico de cáncer, ya saben, las
listas pueden ser un remedio muy eficaz para aligerar el gasto sanitario. No quiero
con mis palabras menospreciar a los demás pacientes, pero a cada uno le duelen los suyos, eso sí, menos
a Faustino, Matalonas, Tácito, Virgilio y el resto del clan. Si de otro lado te
llamas Javier Fernández Fernández tienes toda la sanidad a tu servicio, el
resto de los mortales tan solo somos para ellos un número en un historial clínico.
EL COMERCIO.-27/10/2014
Pruebas cruciales en pacientes oncológicos
El área de radiodiagnóstico
del nuevo HUCA no da abasto. En el hospital están funcionando tres escáneres y
tres resonancias magnéticas, una ellas, abierta. Por la tarde, dos de estos
aparatos hacen pruebas bajo la presencia de un radiólogo, y otros dos, no. De
media, cada tarde se llevan a cabo entre 15 y 23 por equipo. El Simpa no sólo
critica las demoras, sino también el descenso en la calidad. Porque, al carecer
de un radiólogo que dirija el escáner, «no hay quien indique si es necesario
ampliar la prueba o tomar otro corte, algo que ocurre muchas veces». Y
advierte: «Hablamos de pacientes que se someten a controles anuales o
semestrales, algunos de ellos, oncológicos».
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