jueves, 23 de octubre de 2014

Las mentiras y falacias de Faustino Blanco. Cae antes un mentiroso que un cojo.


Las mentiras y falacias de Faustino Blanco. 
Cae antes un mentiroso que un cojo.

El tiempo, el sentido común y la razón, son algunos de los parámetros, que en esta vida tarde o temprano terminan imponiéndose por su propio peso, al tiempo que dan y quitan razones.
Algunas mentes bien intencionadas y no tan clarividentes como las de otros, conocedores muy a fondo de la sanidad asturiana, conscientes de sus pros y sus contras, advirtieron hace muchos meses, que a las primeras de cambio, la capacidad del macro complejo hospitalario de La Cadellada se quedaría pequeño, no tardaron nada  en recibir la carga del quinto de caballería con Faustino al frente y los Tácito, Rabanal (entonces) Virgilio y el largo etec., de los escuderos del SESPA.
Cinco meses, tan solo cinco meses después, se encienden las luces de alarma en la sanidad, diría la diputada señora Carcedo (PSOE), y ya no tenemos capacidad para ingresar a los pacientes. Aquellas 450 habitaciones individuales de las que tanto presumieron algunos son ya una utopía , pues se están transformando en dobles, con un problema añadido, que fueron diseñadas para una sola cama, y ahora para instalar dos, se debe de retirar en algunos casos parte del escaso mobiliario existente en las mismas, es tan solo un tema de espacios, metros cuadrados y lógica matemática.
Pero es que las mentes clarividentes del SESPA, con el Consejero de Sanidad a la cabeza, se empeñaron en decir que si antes en el complejo del Cristo, donde se disponían de 1.075, más las existentes en zonas de urgencias, ahora en La Cadellada, para una población ya muy envejecida, llegarían 939 incluidas las de las UVI.
Esto implica una reducción de 136 camas, o lo que es lo mismo, la eliminación de 68 habitaciones, en el caso que todas fueran dobles, pero si hacemos las cuentas del SESPA, la mitad serían dobles y las otras individuales, entonces estaríamos hablando de la eliminación de 102 habitaciones, claro que a esto debemos de añadir otro dato, las plazas del personal necesarias para atender a los pacientes hospitalizados. De las plazas eliminadas no voy a comentar nada, pues desconozco el ratio de las enfermeras, celadores, y auxiliares de todo tipo, que hacen falta para su funcionamiento, pero lo que si esta claro, que no solo se eliminan las plazas de hospitalización, se están eliminado deliberadamente puestos de trabajo, con lo cual queda demostrado otra de las mentiras que el Consejero de Sanidad se niega a admitir.
En otro momento no muy lejano en el tiempo, hablaremos del desmantelamiento sistemático de algunos servicios médicos, algunos de los cuales están siendo reducidos a la minima expresión, ¿a quien beneficia todo ello? seguramente que el nuevo gestor del Area IV tiene la respuesta.

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El Comercio.- 23 /10/2014

El HUCA, obligado a instalar camas de otros hospitales ante su primer colapso

Apenas cinco meses después de su apertura, las habitaciones aún individuales de La Cadellada están siendo reconvertidas en dobles debido a la saturación

LAURA FONSECA |  OVIEDO.
Han transcurrido apenas cinco meses de su apertura y el nuevo HUCA ya está lleno. Sus nueve plantas de ingreso se encuentran repletas de pacientes. Tanto, que ha sido necesario traer camas de otros centros para reconvertir en dobles muchas de las habitaciones que aún se mantenían como individuales. Desde principios de semana, La Cadellada lleva echando mano de las llamadas supletorias, que son las camas que se suelen instalar ante situaciones de sobreaforo. El HUCA está ahora mismo colapsado. Saturado. Los sindicatos y los trabajadores ya habían advertido de que esto iba a ocurrir, puesto que se pasó de un hospital (el viejo) donde había 1.075 camas en servicio a otro (La Cadellada) donde el tope de ocupación está en 939 plazas, incluidas UVI y reanimación. 
Así las cosas, y lo más preocupante, sin que la epidemia de la gripe haya ni tan siquiera hecho acto de presencia, el nuevo HUCA ya se demuestra pequeño para hacer frente al ingreso de enfermos habituales durante el otoño y el invierno. El periodo comprendido entre octubre y diciembre suele ser el más 'caliente' de los hospitales, puesto que a la demanda generada por enfermedades propias de los meses de frío (gripe, trastornos respiratorios y descompensaciones en mayores) se suma el incremento de la actividad quirúrgica al que suelen recurrir las gerencias para reducir sus abultadas listas de espera.
Un problema añadido en el HUCA está en la dificultad de encontrar camas libres a las que poder recurrir para instalarlas en La Cadellada. Solo había una decena de ellas en los talleres, donde estaban siendo reparadas, ya que han sido varias las camas de ultimísimo generación que se han averiado en estos cinco primeros meses de actividad. Debido a ello, la gerencia del Área IV, que desde el pasado 25 de septiembre ocupa Manuel Matallanas, ordenó ayer el inmediato traslado en camiones de entre veinte y treinta camas del Monte Naranco. Al parecer se trata de camas que habían sido adquiridas para la unidad de hemipléjicos del hospital ovetense. Las mismas quedaron instaladas a lo largo de ayer en la primera planta del HUCA, donde está Cardiología, Vascular y Cirugía Torácica; también en la quinta, para reforzar el aforo de Endocrinología y Nefrología y en la sexta, para Medicina Interna, donde permanece ingresado José Ángel Fernández Villa. También en Tocoginecología. En algunas habitaciones individuales hay que desmontar un armario empotrado para poder incorporar una segunda cama. El lunes, varios pacientes que habían acudido a urgencias, vieron retrasado su ingreso por falta de plazas libres. Los médicos temen que la situación se agrave con la llegada de la gripe.

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