Estamos en buenas manos, las de los profesionales, otra cosa es quien gestiona la sanidad asturiana, para muestra un botón, uno más.
No sabría muy bien cómo definir este comportamiento, que por otro lado no difiere mucho del que mantienen la mayoría de los profesionales que conforman la Sanidad asturiana, una vez más, profesionales como Dña. Belén Quesada, nos vienen a demostrar con su valentía y entereza, que se merecen nuestro apoyo, nuestro respeto, nuestro afecto y un enorme reconocimiento, pues se lo tienen bien ganado, por lo menos aquellos que actúan como PROFESIONALES, otra cosa bien distinta son los “seudos”. Este tipo de comportamientos, nos obliga a los ciudadanos como vulgarmente se dice, a ponernos el traje de baño y meternos en el agua, que digo meternos en el agua, tirarnos desde el trampolín más alto si hace falta, para defenderlos con uñas y dientes, ante la nefasta gestión a la que se están viendo abocados, por parte de los gestores del SESPA.
Si usted señora Quesada ejerce la sanidad y la atención a los pacientes con tan buen tino como escribe, cosa que no pongo en duda, estoy seguro que estamos ante una excelente profesional, de las que anteponen principios y ética, a las directrices, el maquillaje y la “estética medica” que intentan implantar Faustino, Tácito, Rabanal y Cía., no obstante, aunque me imagino que ya es consciente de ello, a partir de ahora tenga cuidado, pues estamos en manos de personas carentes de escrúpulos, que además son unos sectarios y revanchistas, aunque les gusta definirse a sí mismos, como progresistas, de lo que deducimos que no tienen abuela que los chufe, pues si esto es progreso, que venga Dios y lo vea, ya que a la vista de los acontecimientos, queda ampliamente demostrado que nadie como ellos para sembrar el caos, y por extensión, la destrucción de sistema publico sanitario en Asturias.
Dña. Belén Quesada, muchas gracias por hablar alto y claro, además se le entiende todo, que eso en un médico es difícil, no obstante, permítame recordarle que cuide bien sus espaldas, los comisarios políticos están por todas partes, así como los miembros de la camorra del SESPA, estos últimos son los encargados de ejecutar las vendettas, ya que desde el mismo momento que usted hizo pública su carta, fue declarada de forma unilateral, “persona non grata” para el sistema, eso si, implantado por ellos, tenga por seguro que le siguen los pasos, tarde o temprano intentaran ajustarle las cuentas, son, pero además y actúan como una secta, su máxima “estas conmigo o estas contra mi”, pura ignorancia, pero es lo que hay.
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La Nueva España.-26/8/2014
Respeto para mis pacientes
Belén Quesada Martín.
Médica del equipo de Atención Primaria de La Lila (Oviedo)
A mi regreso de las vacaciones he podido constatar que durante todo el mes de julio mi consulta ha permanecido cerrada, derivándose mis pacientes a la consulta de diferentes médicos, con el consiguiente trastorno para el seguimiento de su patología. La incapacidad de nuestro gerente (economista de profesión, que no médico) para entender las peculiaridades de la actividad médica hace que no se sustituya a todo médico ausente, lo que imposibilita el mantenimiento de una correcta relación médico-paciente, a la par que resulta desesperante para el enfermo, que es atendido cada día por un profesional distinto ubicado en un lugar diferente. El doliente tiene que encontrar la consulta (cuestión no baladí cuando se tiene cierta edad y hay varios pisos) y "conectar" con el facultativo que le ha sido asignado (distinto del anterior y probablemente del próximo). Al no sustituir a los médicos de Atención Primaria se saturan las consultas, no es posible atender a todos los pacientes en el día y se forman las indeseadas listas de espera.
Cuando a duras penas estoy recuperando la normal actividad asistencial, me entero de que nos dejarán sin la excepcional enfermera que teníamos asignada desde octubre, nuestra querida Laura, que por arbitraria decisión del equipo directivo que decide la sanidad de los ovetenses es trasladada a otro centro, con el pretexto de corregir lo que denominan "disfunciones organizativas".
Desde mi punto de vista, la disfunción se produce cuando se priva a mis pacientes de una profesional para la que sólo tienen palabras de alabanza, en tantos aspectos y con tanta intensidad que no dudarían en clasificarla como su favorita entre todas las enfermeras que han venido atendiéndoles en los últimos veinticinco años. Por lo que a mí respecta, como médico y ya que nadie de ese equipo directivo se ha molestado en conocer mi opinión, aprovecho la ocasión para decir que es una bellísima persona, leal colaboradora, impecable en sus cometidos y que se ha distinguido por actuar anteponiendo el interés de los pacientes al suyo propio. Sin duda, ésta ha sido su intolerable "disfunción", ser excelente.
Pido respeto para mis pacientes, a los que no se les informa, ni se les pregunta, ni se les tiene en cuenta a la hora de "organizar". Y también para los de los demás médicos, pues todos ellos son (somos) víctimas de este sinsentido sanitario que estamos viviendo, desde que la política se entrometió en la medicina. El paciente debe ser la piedra angular del sistema sanitario y para que esto suceda hay que devolver al médico el protagonismo del acto médico. Nunca un economista entenderá la especial idiosincrasia de la relación médico-paciente.
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