jueves, 3 de abril de 2025

Sanidad recomienda abrir el debate para prohibir el cuarzo de las encimeras, como ya ha hecho Australia


Un informe oficial del Ministerio recoge en cifras actualizadas el fuerte crecimiento de los casos de silicosis causados por sílice cristalina en España, la mitad de ellos en el sector de las encimeras de cocina, y pide considerar la prohibición de uso del material o establecer una regulación más estricta

“España se ha convertido en una de las zonas cero de la epidemia de silicosis observada en la última década y media entre los trabajadores de los aglomerados de cuarzo”. Con esta contundencia se expresa el informe del Ministerio de Sanidad titulado La remergencia de la Silicosis en España, que recoge los datos actualizados hasta 2024 sobre la alarmante evolución esta enfermedad respiratoria en España, impulsada en su mayor parte por el trabajo con encimeras con un alto contenido en sílice cristalina. 

El informe señala un crecimiento acusado de casos desde 2007, hasta alcanzar una media de 404,2 partes anuales por esta enfermedad en el periodo 2015-2019, un 1.423,2% de aumento respecto a la serie 1990-1994. En concreto, desde 2007 a 2024 se han comunicado en España 5.900 partes por silicosis, con un pico por encima de los 500 casos en el año 2024, tal y como adelantó elDiario.es. Ante esta situación, los autores del documento recomiendan considerar la prohibición del material, como han hecho las autoridades australianas y como reclamaban recientemente expertos británicos.

Considerar la prohibición

“Dado que España es el país occidental que ha experimentado la más precoz e intensa remergencia de la silicosis en el siglo XXI, recomendamos estudiar con detenimiento los procesos puestos en marcha en otros países para considerar la prohibición de los aglomerados de cuarzo (Australia, 2023) o la reglamentación mucho más estricta del trabajo con estos materiales (California, 2024)”, señalan los autores del informe. El texto destaca que la experiencia australiana ofrece un modelo de abordaje del problema y de implementación del principio de precaución “que nos recuerda que las políticas de salud pública y laboral no tienen que resignarse permanentemente al manejo de sustancias tóxicas en el trabajo y a la posterior e insuficiente compensación del daño”.

“En el informe se recomienda plantear el debate y esa es sin duda una medida que habrá que considerar”, asegura Alfredo Menéndez Navarro, catedrático de la Universidad de Granada (UGR) y coautor del documento, consultado por la prohibición. “Es un diagnóstico para que nadie siga posponiendo la toma de decisiones por falta de conocimiento del problema”. En todo caso, advierte, será el Grupo de Trabajo Sílice Cristalina construido dentro de la Comisión Nacional de Salud y Seguridad en el Trabajo donde las administraciones y los agentes sociales deberán pronunciarse sobre el tema. 

En un documento anterior, Menéndez y Catherine Cavalin, investigadora del Centro Nacional de la Investigación Científica (CNRS) en París, calificaban la prohibición australiana como “modélica”, por la forma en que se gestó la decisión, su “sólida fundamentación científica y sociolaboral, y por la aplicación del principio de precaución”. Un reciente editorial de la revista Archivos de Bronconeumología apuntaba en el mismo sentido. “Es urgente considerar medidas firmes, que incluyan la prohibición de aquellos tipos de piedra artificial que ya han demostrado un alto grado de toxicidad, o que se espera que lo hagan en base a su composición”, señalaban sus autores.  

“Es preciso poner en marcha un grupo de trabajo multidisciplinar (médico, técnico, legal, agentes sociales...), para abordar este problema y tomar las medidas más adecuadas teniendo como objetivo principal evitar la merma de salud en los trabajadores”, sostiene Cristina Martínez, experta en silicosis y miembro del área de enfermedades respiratorias de origen medioambiental de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). “En la actualidad la silicosis en España es un problema de salud pública”.

Antonio León Jiménez, jefe de Servicio de Neumología del Hospital Puerta del Mar de Cádiz, centro de referencia de silicosis por piedra artificial, se manifiesta en la misma línea. “Creo que es muy acertado estudiar la prohibición de las encimeras de sílice y además establecer una vía para llegar a conocer la composición concreta del material con el que se sustituye y todo lo que componen estos tableros”, asegura. “Muchos tienen entre un 10 y un 20% de resina y liberan compuestos orgánicos volátiles o aluminio que llegan a las vías respiratorias y también pueden causar daño”.

Cosentino, en el punto de mira

Las alarmantes cifras apuntan a la industria de los conglomerados de cuarzo y a empresas líderes en el sector como la israelí Caesarstone o la española Cosentino, que ya ha tenido algunos litigios legales en nuestro país por las consecuencias del uso de este material en los trabajadores. “El sector con mayor crecimiento ha sido la Fabricación de otros productos minerales no metálicos, que ha acumulado el 50% de los partes en todo el periodo de estudio”, indica el documento. Entre 2007 y 2019, la inmensa mayoría (el 93,4%) de los partes de este sector correspondieron al Corte, tallado y acabado de la piedra, actividad en la que se incluyen las empresas que trabajan con aglomerados de cuarzo y las que procesan piedra natural. 

Tras su introducción en el mercado a comienzos de los años 1990, el consumo de los aglomerados de cuarzo creció durante el boom de la construcción, escriben los autores. “Ello ha implicado un incremento del riesgo de exposición a sílice cristalina en los centros de producción, en los talleres en los que se mecanizan y en la edificación residencial en la que se instalan”. Por otro lado, incide el informe, “los procesos asistenciales por diagnóstico principal están concentrados en territorios donde tienen mayor presencia los nuevos sectores de riesgo que contribuyen a la remergencia de la silicosis en España”.

El informe también hace hincapié en el crecimiento del número de trabajadores jóvenes atendidos por estas afecciones, llama la atención sobre la asociación entre las exposiciones a la sílice y los casos de cáncer de pulmón, recomienda reconocer el origen laboral de esta enfermedad y extremar las medidas de vigilancia y seguimiento sobre los principales sectores productivos que están en el origen de este pico de casos. 

Desde la empresa Cosentino insisten en que los aglomerados de cuarzo, como cualquier otro producto que contiene sílice cristalina, puede ser trabajado de forma totalmente segura si se aplican las medidas sobradamente conocidas por todos los profesionales del sector. “Es la falta de aplicación de medidas de seguridad y no el producto lo que provoca la aparición de enfermedades profesionales”, aseguran fuentes de la compañía, que recuerdan que su actual gama de encimeras contiene menos del 40% de sílice y este verano lanzarán al mercado una nueva categoría con “cero sílice”.

 

Fuente documental:

https://www.eldiario.es/sociedad/sanidad-recomienda-abrir-debate-prohibir-cuarzo-encimeras-hecho-australia_1_12186462.html

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