TIEMPO es el que no tienen las 511 personas de nuestra comarca que esperan con ansiedad una ecografía en el hospital de Jarrio, solicitada por un médico con criterio profesional. Este número ha aumentado en 28 pacientes desde el pasado mes de enero.
La espera media para realizar esta prueba, desde que se entra en la lista, es de 65 días.
Los resultados de una ecografía pueden traer alivio al paciente, o por el contrario, pueden detectar o confirmar una patología.
¿Qué ocurre durante todo este tiempo de espera? ¿Cuánto se ha agravado su condición? ¿Cuánto tiempo más tendrán que esperar para obtener un diagnóstico y comenzar, en el mejor de los casos, un tratamiento o una operación?
Detrás de cada dato frío hay una persona cuya salud está en juego. Detrás de cada paciente hay una familia sumida en la incertidumbre y la desesperación.
Lo que ocurre en Jarrio es un problema de máxima gravedad que nos afecta a todos, a nosotros y a nuestros seres queridos. La sanidad es lo más preciado que tenemos y no podemos permitir que se deteriore mientras los responsables intentan ocultar el problema.
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