Julián Ezquerra Gadea, médico y exsecretario general del Sindicato Médico de Madrid (Amyts)
Steve Polyak, neuroanatomista
y neurólogo
estadounidense, dijo que “antes de trabajar en inteligencia artificial (IA), ¿por qué no
hacemos algo sobre la estupidez natural?”, frase que podría traducirse como
“antes de buscar soluciones en la IA para el maltrecho Sistema Nacional de
Salud (SNS), ¿por qué no dejamos de tratarlo de forma tan estúpida?
Los grandes problemas, sobrecarga, déficit
de personal, burocracia, desigualdades, financiación insuficiente y mala gestión, son el resultado de la estupidez
aplicada a la gestión del SNS. Conocidos los problemas, sabidas las soluciones,
no es necesaria la IA para aplicarlas, simplemente, es necesario tener voluntad
de hacerlo.
El sistema nacional de salud en muchos países,
especialmente en aquellos que ofrecen atención médica pública y
universal, enfrenta desafíos considerables.
Las listas de espera, la falta de personal, la financiación insuficiente y
la sobrecarga de los servicios son síntomas de un sistema maltrecho que no
logra responder a las crecientes demandas de la población. En este contexto, la
idea de que IA pueda ser la solución sugiere una propuesta innovadora que
promete abordar los problemas estructurales de manera integral. Esto va en sentido contrario
a lo que digo en la introducción, pero es que tengo claro que impera la
estupidez natural entre nuestros gestores/políticos.
Sin embargo, para determinar si realmente es
viable considerar a la IA como una solución definitiva, es necesario analizar
qué elementos pueden contribuir a transformar un sistema
sanitario en crisis y evaluar cómo
dicha propuesta podría alinearse con esos principios.
1.- Diagnóstico del Sistema Nacional de Salud
Antes de considerar cualquier solución, es
crucial entender las raíces de los problemas que afectan al sistema sanitario:
Sobrecarga de los servicios de Atención
Primaria y hospitales. Los sistemas
nacionales suelen estar diseñados para atender a grandes poblaciones, pero la
realidad es que la demanda supera con creces la capacidad disponible. Las
listas de espera para consultas, cirugías y pruebas diagnósticas son cada vez más largas, generando frustración
en los pacientes y deterioro en la calidad del servicio.
Déficit de personal. La falta de médicos,
enfermeros y personal auxiliar agrava la sobrecarga del sistema. Este déficit
se debe a diversos factores, como salarios bajos, condiciones laborales poco atractivas, emigración de
personal sanitario a otros países y sentimiento de maltrato
hacia los profesionales.
Burocracia ineficiente. Los sistemas
nacionales suelen estar plagados de procedimientos administrativos complejos y
obsoletos que ralentizan la atención médica. La digitalización
parcial o mal implementada también
contribuye a aumentar esta ineficiencia.
Desigualdades en el acceso. A pesar de
ser sistemas diseñados para ofrecer acceso universal, las diferencias
geográficas, económicas y sociales limitan
el acceso a servicios médicos de calidad en ciertas regiones, especialmente en
zonas rurales.
Financiación insuficiente y mal gestionada.
Muchos sistemas públicos dependen de presupuestos de loe diferentes Sistemas
de Salud de las Comunidades Autónomas que
no crecen al ritmo de las necesidades sanitarias. Además, la gestión
ineficiente de los recursos genera desperdicio y desigualdad en su
distribución.
2.- ¿Qué es IA y qué propone?
Aunque no se especifica con claridad qué es IA
en este contexto, podemos especular que representa una solución
tecnológica o un modelo
de gestión innovador enfocado en
resolver los problemas estructurales del sistema sanitario. Si este es el caso,
su impacto potencial dependerá de cómo aborde las áreas críticas mencionadas. A
continuación, analizamos posibles enfoques que una propuesta como la de la IA
podría considerar:
Tecnología y digitalización inteligente.
Uno de los pilares para modernizar los sistemas de salud es la implementación
de tecnologías que optimicen procesos y mejoren la eficiencia. Un sistema
basado en la IA debería contemplar:
- Historia clínica electrónica interoperable. Unificar los datos de los
pacientes en un sistema accesible para todos los niveles del sistema
sanitario permitiría mejorar la continuidad asistencial y reduciría
duplicaciones innecesarias.
- Triaje automatizado. Usar algoritmos avanzados para
priorizar casos según la gravedad y necesidad real, lo que reduciría
listas de espera y mejoraría la experiencia del paciente.
- Telemedicina y consultas virtuales. Especialmente útil para zonas rurales o con baja densidad poblacional, la telemedicina podría aliviar la presión sobre los hospitales y centros de salud.
Sin embargo, la implementación de tecnología por
sí sola no es suficiente si no se acompaña de capacitación para
el personal, interoperabilidad entre
sistemas existentes y un enfoque ético que garantice la privacidad y seguridad
de los datos.
3.- Rediseño de los modelos de gestión
Otro aspecto en el que IA podría marcar la
diferencia es en la gestión de recursos humanos, financieros y
materiales. Una estrategia basada en
optimización podría incluir:
- Gestión basada en datos. Utilizar análisis predictivo
para identificar necesidades futuras, asignar recursos con mayor precisión
y anticipar picos de demanda.
- Sistemas de incentivos para el
personal sanitario. Mejorar las condiciones laborales, ofrecer oportunidades de
desarrollo profesional y establecer incentivos para el personal en áreas
de alta demanda podría reducir el déficit de trabajadores.
- Descentralización inteligente. Permitir que las regiones
gestionen sus propios recursos bajo un marco común podría mejorar la
capacidad de respuesta local.
4.- Enfoque en la Atención Primaria y la prevención
Los sistemas sanitarios suelen estar diseñados
para tratar enfermedades en lugar de prevenirlas. Si la IA incluye un componente centrado en la Atención
Primaria, podría ayudar a descongestionar los hospitales y a reducir la carga de enfermedades crónicas.
Esto podría lograrse mediante:
- Programas de educación
sanitaria.
Informar a la población sobre hábitos saludables, detección precoz de
enfermedades y uso adecuado de los servicios sanitarios.
- Inversiones en medicina
preventiva.
Vacunación, chequeos regulares y programas de control de factores de
riesgo podrían prevenir enfermedades costosas y reducir la presión sobre
el sistema.
5.- Financiación sostenible y equitativa
La viabilidad de cualquier solución depende de
cómo se financie. La IA podría proponer modelos innovadores de
financiación que combinen aportes
públicos y privados, siempre garantizando el acceso equitativo. Entre las
posibilidades están:
- Colaboraciones público-privadas. Atraer inversión privada para
mejorar infraestructuras sin comprometer el acceso universal.
- Modelos basados en resultados. Financiar hospitales y
centros de salud según su desempeño en términos de calidad y eficiencia.
- Uso de tecnología para reducir costos. Digitalizar procesos administrativos y usar herramientas de diagnóstico más rápidas y precisas.
6.- Implementar una solución como la IA tiene muchos desafíos
Aunque la propuesta de IA pueda parecer
prometedora, su implementación no está exenta de desafíos. Algunos de los
principales son:
- Resistencia al cambio. Los sistemas de salud son
estructuras complejas que suelen mostrar resistencia a transformaciones
radicales, tanto por parte de los trabajadores como de los gestores.
- Costes iniciales de inversión. La implementación de nuevas
tecnologías y estrategias requiere una inversión significativa que no
todos los sistemas están dispuestos o pueden asumir.
- Brechas digitales. En regiones con menos acceso
a la tecnología, la digitalización podría aumentar las desigualdades en
lugar de reducirlas.
- Ética y privacidad. La integración de datos
personales en sistemas centralizados plantea riesgos relacionados con la
seguridad y la protección de la información de los pacientes.
Inicio el artículo haciendo esta pregunta: ¿Está
en la IA la solución al maltrecho Sistema Nacional de Salud? La respuesta
depende de si la IA logra abordar los problemas estructurales con un enfoque
integral, inclusivo y sostenible. Aunque las tecnologías
avanzadas y los nuevos
modelos de gestión tienen un gran
potencial, la verdadera transformación requiere voluntad
política, inversiones adecuadas y
participación de todos los actores del sistema: profesionales, gestores y
pacientes.
En última instancia, la IA no puede ser la única
solución, pero podría ser una herramienta poderosa dentro de un esfuerzo más amplio para renovar y
fortalecer el sistema sanitario. La clave estará en combinar
innovación con compromiso y equidad. Sin
estas bases, cualquier propuesta corre el riesgo de quedarse como una promesa
más. No dejemos que continue imperando la estupidez natural en la gestión de
nuestro SNS.
Fuente documental:
https://www.redaccionmedica.com/opinion/julian-ezquerra-gadea/inteligencia-artificial-solucion-sistema-nacional-salud-1884
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