viernes, 29 de noviembre de 2024

¿El médico que te atendió en Urgencias está realmente preparado?: consúltalo en este mapa

 

Un 71,4% de los MIR considera que no existe una correcta supervisión en sus guardias de urgencias, lo que repercute negativamente en la atención a los pacientes y su formación. 

Los médicos internos residentes (MIR) son profesionales que, tras completar la carrera de Medicina y superar un examen, inician su formación sanitaria especializada (FSE). Durante este periodo –que dura entre 4 y 5 años dependiendo de la especialidad elegida– combinan el aprendizaje teórico con la práctica clínica supervisada en centros sanitarios, con el objetivo de adquirir las competencias necesarias para convertirse en especialistas en el área correspondiente. 

Entre las funciones que desempeñan durante su formación se encuentran las guardias de 24 horas en los servicios de Urgencias de los hospitales, una labor fundamental en el sistema sanitario español. La supervisión que deben recibir durante los turnos nocturnos es un componente esencial en su formación como MIR: es crucial la presencia y guía de especialistas para garantizar que los residentes adquieran las competencias necesarias, al mismo tiempo que se asegure una atención de calidad y seguridad para los pacientes. 

De hecho, el Real Decreto 183/2008 señala que es obligatorio que los residentes cuenten con supervisión directa e indirecta por parte de los especialistas responsables. En particular, el artículo 15 establece los derechos y deberes de los residentes y subraya la necesidad de que estén "siempre supervisados" por profesionales cualificados, especialmente en actividades de guardia. 

Pero a pesar de lo establecido por la ley, lo cierto es que en la mayoría de los hospitales españoles los MIR no se sienten supervisados mientras cuidan la salud de los pacientes por las noches. En resumidas cuentas: están solos atendiendo las emergencias que entran por la puerta. Así se desprende del informe Supervisión en las guardias de urgencia a nivel nacional, que acaba de lanzar la Asociación MIR España.

Los autores del estudio han recibido un total de 5.268 respuestas de 207 hospitales diferentes, un 1% de los encuestados refirió no hacer guardias de urgencias, por lo que han partido de 5.229 respuestas para el análisis. Estos datos permiten mapear las distintas situaciones según el centro. 

“Este estudio no es un ataque contra nuestros adjuntos, ni contra nuestros hospitales, ni contra nadie en particular. Es simplemente que, siendo médicos en formación, hay unos criterios de supervisión fijados por ley que no se están cumpliendo”, explica a El Confidencial la presidenta de la citada asociación, Alejandra García. 

La joven médico explica que se pusieron manos a la obra con este estudio tras uno similar que salió sobre la Comunidad de Madrid, que señalaba que en la mayoría de centros no estaban supervisados. Aunque en el momento ya suponían que esta situación se repetiría en el resto del país, decidieron que “necesitaban saberlo con datos”. 

De este modo, han concluido que de media el 71,4% de los residentes encuestados considera que no existe una correcta supervisión en sus guardias de urgencias, frente al 28,6% de los que sí se siente correctamente supervisados. La situación varía en función de cada comunidad, pero en la mayoría el panorama es parecido.

Precisamente desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) llevan años mostrando su preocupación por la supervisión de los jóvenes residentes en todo el país y han alertado sobre la necesidad de dotar a la formación sanitaria especializada de un sistema de garantía de la calidad, que permitiría evaluar si la atención a los MIR es suficiente. Ya en noviembre de 2022 publicaron la Declaración Madrid en la que alertaban de la necesidad de dotar a la FSE de un sistema de garantía de calidad, una alerta que han vuelto a repetir la semana pasada reclamando la reforma de este sistema. 

Más concretamente, Domingo Antonio Sánchez, representante nacional de médicos jóvenes y empleo precario del CGCOM, confirma que el estudio de la Asociación MIR España “revela una realidad y un sentimiento de indefensión que siente el profesional en formación y la situación actual de los grandes centros respecto a la formación”. 

Sánchez apunta a tres grandes problemas que se ven reflejados en este estudio: “La sobrecarga asistencial y las condiciones laborales deficientes, que hacen que no pueda haber una adecuada supervisión de muchos pacientes. También hay una falta de reconocimiento de la figura del tutor. E igualmente hay una desactualización de los programas formativos y evaluación insuficiente”.

Los riesgos de los médicos sin supervisión

La presidenta de los MIR denuncia que esta falta de supervisión impacta a nivel emocional, “ya que como médico sientes que no le puedes aportar a ese paciente la atención que están acumulando o que se te escape algo, lo que te genera una inseguridad”. “También se pueden dar situaciones donde no te corrige nadie, lo que provoca que sigas repitiendo una forma de actuar y acabes haciéndola cuando llegues a ser especialista, con lo cual se vicia el aprendizaje y las formas de trabajar”, añade. 

La joven hace hincapié en que el problema está en la falta de accesibilidad a los doctores que les supervisan, porque aunque técnicamente haya un médico adjunto pendiente de todo, en realidad puede estar descansando y se genera miedo a ponerse en contacto con ellos por que lleguen a ridiculizarles.

“No decimos que los adjuntos no puedan descansar. Las urgencias son muy largas y el concepto de guardia ha mutado: antes era estar a las urgencias y ahora la gente va a urgencias por cualquier cosa. Pero recordemos que nosotros también somos médicos y estamos capacitados, no decimos que si no hay mucha carga de trabajo no pueda retirarse a descansar, porque son turnos muy largos. No necesitamos ir todo el rato de su mano, pero si me dejan a cargo de un grupo de pacientes, tengo que tener la certeza de que si tengo una duda y le llamo, le voy a localizar, va a venir y no me va a echar una bronca por haberle llamado en su descanso y decirme que no sé tratar a un paciente porque soy idiota. Este último es un tema importante, porque si le he llamado seis veces y las seis me monta un pollo, no le voy a llamar las siguientes aunque lo necesite”, explica, al tiempo que insiste que simplemente quieren que estén disponibles para ellos. 

También denuncian que se generan otros vicios en las guardias donde los que supervisan a los residentes más pequeños son los mayores, de este modo el aprendizaje no puede ser el de mejor.

Todo ello repercute en una peor calidad de formación de los médicos, según manifiestan desde la Asociación y el CGCOM. Y por supuesto que no solo afecta a su aprendizaje, también a la atención al paciente. En este sentido, varios estudios han confirmado que una supervisión presencial demuestra mejores resultados en la formación de residentes y en la seguridad y calidad asistencial a los pacientes. 

A todo ello debemos sumar la acusada falta de descanso de los residentes en las guardias. Es importante destacar uno de los múltiples análisis que concluyen que, cuando el cansancio está instalado en los médicos, hay un 460% más de probabilidades de cometer un error en un diagnóstico. 

Por el momento, el nuevo estudio de los MIR ha tenido diferentes tipos de reacciones en las unidades docentes de los hospitales. Desde el silencio absoluto a la reflexión en algunos de ellos, pasando por amenazas de denuncias y exigencias de conocer las opiniones concretas de cada hospital.

 

Fuente documental:

https://www.alimente.elconfidencial.com/bienestar/2024-11-22/medico-atendio-urgencias-especialidad_4008226/?utm_source=facebook&fbclid=IwY2xjawG2Z9ZleHRuA2FlbQIxMQABHXgcQWfWTYZamy9_W1q-eXswbGcaKkHRHETl9E-yynHLKCK5gi5jqjH-4Q_aem_m4XCZpBROQXA9-BSlWaQ7Q

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