Vacunología e Inmunología señalan que lo "ideal" es reforzar con
nuevos fármacos basados en otras cepas.
Ante
el repunte de casos y de la incidencia acumulada de Covid-19, el Ministerio de
Sanidad ha planteado la idea de adelantar la administración de la cuarta dosis siempre
que así lo dictamine la Ponencia de Vacunas. Un adelanto que tanto desde
Inmunología como desde Vacunología consideran que debería estar sujeto a la
llegada de las nuevas vacunas desarrolladas en
base a las cepas Delta u Ómicron siempre que la incidencia acumulada se
mantenga.
Una opinión que comparte con el vicepresidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Fernando Moraga-Llop, quien considera que en la toma de decisiones se debe tener en cuenta los “dos aspectos de la balanza”.
“Por un lado, sería preferible
esperar a tener vacunas actualizadas y
adaptadas a las nuevas variantes. Por
el otro lado, corremos un riesgo ante una incidencia acumulada tan
elevada. Por ello, me declino un poco
más por qué vacunemos ya a los mayores de 80 años para protegerlos de complicaciones graves. De
hecho, ya se debería haber empezado hace dos o tres semanas. Y ya en otoño, con
las nuevas vacunas, tomar
la segunda decisión de vacunar a partir de 60 años”, explica el especialista.
¿Qué tipo de vacuna es la más apropiada para la cuarta dosis?
Desde Inmunología tienen claro que “lo ideal” es
paralizar la vacunación hasta que lleguen vacunas que ofrezcan “un valor
añadido”. “Nosotros abogamos por una vacuna heteróloga antes que por
poner la misma vacuna de nuevo, ya que
tenemos suficiente inmunidad frente a esta vacuna. Cuando aplicamos vacunas
diferentes adquirimos un booster mejor que se traduce en una mayor inmunidad celular, que es la que
nos protege de enfermedad severa”, reivindica Cámara.
Para después del verano está prevista la llegada
de dos vacunas ARNmensajero basadas en Ómicron y Delta (Pfizer y Moderna) y dos
de proteína recombinante (Hipra y Sanofi). Unos fármacos con los que se podría
crear un “booster heterólogo”,
sin embargo, puede que para cuando estén disponibles el Covid-19 haya mutado tanto que se
queden obsoletas.
“La aplicación de estas vacunas es
cuestionable porque actualmente las
variantes dominantes son BA.4 y BA.5 y han demostrado un escape inmune respecto a
Ómicron. Hay que intentar tener la última cepa puesta,
aunque es una guerra a la que siempre vamos a llegar tarde. Tenemos
que ir hacia vacunas pancoronavirus que abarquen varias variantes. Estamos viendo
que haber pasado Ómicron no nos protege de BA.4 o BA.5”, detalla la inmunóloga.
Una vacuna bivariante mientras no llega un pancoronavirus
Actualmente, no existe una vacuna
pancoronavirus, es decir, que cuente con todas las variantes. Sin embargo, sí
que llegarán vacunas bivariantes. “Ahí por lo menos tienes dos
cepas diferentes. Cuanto más aumentes
el número de variantes será más beneficioso para el sistema inmune, lo que
tenemos que ver es qué cepas es más beneficioso añadir”, detalla Carmen Cámara.
En ese sentido, el vicepresidente de la AEV
considera que si surgieran nuevas variantes con grandes cambios y que se
volvieran prevalentes, los laboratorios “deberían reformular sus
vacunas”.
Fuente documental:
https://www.redaccionmedica.com/secciones/sanidad-hoy/nuevas-vacunas-ante-las-mil-caras-del-covid-llegamos-tarde-a-esa-guerra--8320

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