Quince días después de que
la Consejería
de Salud pusiese en marcha su plan para desburocratizar
las consultas de Atención Primaria, el balance
de médicos y personal de enfermería no es precisamente
positivo. «Seguimos haciendo labores burocráticas»,
reprochan al Principado, que presentó su estrategia de «ordenación de
actividades clínico-administrativas» como la gran solución a la sobrecarga
de trabajo que soportan los centros de salud asturianos.
La Consejería
de Salud puso en marcha su plan de desburocratización el pasado 15 de julio,
asegurando que liberaría a los médicos de familia de trámites administrativos
que consumen entre el 20 y el 30% de su jornada. Es más, cuando estalló la
quinta ola de la covid-19, esta fue la única medida que planteó el Principado
para reforzar la Atención Primaria, que se hace cargo de un 85% de los casos de
coronavirus que se detectan en la región. «Estamos quemadísimos», claman
médicos y enfermeras.
Esta afirmación
da una idea del estado de ánimo que se respira en los centros de salud
asturianos, que siguen soportando la misma sobrecarga de trabajo «o incluso
más». El Sindicato Médico Profesional de Asturias (Simpa) y la Sociedad
Asturiana de Medicina Familiar y Comunitaria (SAMFyC) coinciden en que «la
desburocratización que prometió la Consejería no se nota nada».
El hecho de que
en esta quinta ola de contagios la mayoría de las infecciones no requieran
ingreso hospitalario implica que su seguimiento recae en los centros de
Atención Primaria. Ese aumento de la actividad motivado por el coronavirus
coincide con un periodo vacacional en el que «falta un tercio de la plantilla»,
muy mermada ya por las jubilaciones o bajas sin cubrir.

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