Los
incumplimientos del decreto de demoras para operarse caen a casi la mitad en
junio
El Principado da un arreón para cerrar
la legislatura sanitaria, con 262 pacientes en la lista para ser intervenidos
desde hace más de seis meses
La legislatura
ha finalizado con la Consejería de
Sanidad imprimiendo un arreón a la reducción
de las listas de espera para operarse y ha registrado una
importante caída de los incumplimientos del decreto de demoras que entró en
vigor el pasado mes de noviembre. La lista de pacientes que aguardan por una
intervención quirúrgica desde hace más de seis meses, incumpliendo de este modo
el objetivo del Principado, bajó de
462 personas en mayo a 262 en junio. Algo que cambia la radiografía de
las demoras sanitarias asturianas, ya que la situación al finalizar el quinto mes
del año era peor que al inicio de la legislatura, cuando esta cifra se situaba
en 445 personas; al cierre del sexto mes es notablemente mejor.
En
junio, los hospitales asturianos
contabilizaron 22.484 personas en lista de espera para operarse. De
ellas, 18.864 pertenecían a la denominada espera estructural, que se refiere a
aquellos pacientes que, en determinado momento, se encuentran en situación de
ser intervenidos quirúrgicamente y su espera es atribuible a la organización y
los recursos disponibles en el servicio de salud. Es decir, se omiten las
operaciones que no se pueden programar de forma transitoria y a los pacientes
que han rechazado su traslado a algún centro alternativo.
De
este modo, la espera estructural continúa siendo ligeramente superior a los
18.180 registrados en junio de 2015, cuando Francisco del Busto cogía el timón
de la Consejería de Sanidad, en la que fue la segunda legislatura del
socialista Javier Fernández. El
tiempo medio para ser intervenido era al principio del mandato de 63 días. Este
tiempo se ha elevado en unos diez días, hasta los 73,3. Ha aumentado la media,
pero también es cierto que en junio de 2019 ningún paciente llegó a esperar los
337 días que tardó en ser operado un usuario del Sespa en 2015. El tiempo
máximo en la lista de espera estructural se sitúa ahora en 262 días. Y fue para someterse a una
intervención realizada por el servicio de cirugía general y digestiva.
El
decreto sobre listas de espera y registro de demanda asistencial del Principado
entró en vigor para atajar un problema difícil de solucionar. El objetivo era
que el tiempo de espera máximo para una primera consulta o para someterse a una
mamografía, una resonancia, una ecografía, una colonoscopia o un TAC no
sobrepasase los dos meses de espera y que las intervenciones de cirugía
cardiaca y cataratas, histerectomías e implantes de prótesis de cadera y
rodilla no superasen los 180 días. Sin embargo, el compromiso del Principado es
que ningún paciente sufra una demora mayor a la que la ley reconoce únicamente
en determinados procesos.
Al
terminar la legislatura, ocho especialidades incumplen el plazo de citas para
consulta. Anestesia y Reanimación acumulan una demora media de 147,7 días. En
cuanto a las pruebas que incluye la norma, en el HUCA hay que esperar más de 74
días para un TC y 138 para una resonancia magnética. Cabueñes, sin embargo, no
excedió en junio los dos meses fijados como espera máxima en el decreto.
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