viernes, 21 de junio de 2019

La descabellada gestión del SESPA


Expedientan a un médico en Candás por dilatar el tiempo de sus consultas
Se trata de una de las dos vacantes del centro de salud; Pablo Bustamante busca apoyos para recuperar su puesto tras ser suspendido del servicio
La Gerencia Área Sanitaria V del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) decidió suspender del servicio al médico de Atención Primaria del centro de salud de Candás Pablo Bustamante. La sanción aplicada al facultativo obedece a los reiterados retrasos en el tiempo empleado en las consultas de sus pacientes. Es por esta razón por la que fue expedientado a tenor de los informes facilitados a la gerencia por el centro candasín por parte de algunos usuarios. En los mismos documentos se plantean otras quejas como el alejarse de los motivos médicos que se tienen que tratar en el transcurso de las consultas.
Esta decisión de la gerencia del Sespa ha suscitado una gran polémica entre la comunidad vecinal de Candás. Y no solo por apartar al médico de su puesto, «sino porque se toma una decisión que afecta a cientos de vecinos que precisan de atención sanitaria al quedar sin dos plazas de médicos al mismo tiempo sin planificar su sustitución», comenta uno de los pacientes del doctor Pablo Bustamante.
«Desconocía personalmente la existencia de estas quejas, pero lo más llamativo del informe recibido es que incumplo el plazo de siete minutos que empleo con mis pacientes, siendo el promedio de diez minutos, según consta en informe que recibí el pasado día 12 de este mes», explica el doctor. «Si mi culpa es la de charlar con mis enfermos de manera distendida mientras pasan consulta y me prolongo el tiempo que sea necesario para efectuar las revisiones que sean precisas, no puedo entender esta sanción», añade. Pero lo peor de esta situación es que durante el tiempo que dure la sanción quedará suspendido de empleo y sueldo. «Soy una persona que tengo personas a mi cargo, esposa, una hija y mi madre, por lo que necesito esos ingresos. Soy un profesional de la medicina con una larga trayectoria en el ejercicio y siempre me responsabilicé de mis pacientes, atendiendo sus demandas a domicilio y fuera de la jornada laboral sin recibir la menor queja. A mis 62 años, no puedo quedarme en la calle», lamenta el facultativo.
Ante esta delicada situación personal, Bustamante la pasada semana inició una campaña de recogida de firmas con la finalidad de recabar los apoyos de sus pacientes y vecinos. «Solo busco con ello demostrar la excesiva gravedad que se aplica en mi caso como médico de familia que soy, solo por emplear más tiempo del debido con los más de 1.400 pacientes», subrayó.
«Desde hace seis años que presta el servicio en Candás, mi familia está muy satisfecha desde el primer momento con el trato recibido por este médico del que solo podemos decir que es un gran profesional», señala el empresario Ricardo Solís, mientras rubricaba su firma de apoyo al médico suspendido del servicio.

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