El dolor de cabeza de Sanidad por los problemas de
suministro de medicamentos
En la última semana de abril, 2.085 farmacias
repartidas por las 50 provincias españolas y las dos ciudades autónomas
comunicaron la falta de Seguril, un
diurético antihipertensivo que tiene la furosemida como principio activo.
Tampoco fue fácil encontrar esos días en todas las boticas del país otros
medicamentos de uso extendido, como Dalsy, Urbason, Trankimazin o
algún colirio de azelastina demandado por los alérgicos como Tebarat.
Son sólo cinco de los 67 medicamentos con problemas de
suministro -cuando afecta a un elevado porcentaje de farmacias durante al menos
tres días- que han identificado en dicho periodo los farmacéuticos españoles,
de los que casi la mitad se incluyen en el listado que difunde de forma
permanente la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) en
un plausible ejercicio de transparencia. Uno de ellos es Apocard (tanto en la presentación de 30 como de 60
comprimidos), un antirrítmico prescrito para la prevención y tratamiento de
pacientes con taquicardia supraventicular que carece de sustituto.
Desde 2016, el Consejo General de Colegios de
Farmacéuticos ha detectado la existencia de problemas de abastecimiento en 596
fármacos, 221 en los cuatro primeros meses de 2019. Se trata de una cifra
similar a la registrada en todo 2018 (226) y 2017 (223), lo que da una idea de
que el problema -con un indudable impacto negativo en el paciente y el sistema-
está lejos de remitir.
La persistencia de estos constantes
picos ha llevado al Ministerio de Sanidad a elaborar un plan de actuación que
prevé aprobar el próximo miércoles con los responsables del ramo de las
comunidades autónomas durante la reunión del Consejo Interterritorial de
Salud.
Desde 2016, los farmacéuticos españoles
han dado la voz de alarma por el desabastecimiento de 596 fármacos, 221 en lo
que va de año
El departamento que dirige en funciones
María Luisa Carcedo no oculta que el número de notificaciones de problemas
de suministro “crece cada año” y que, pese a que los laboratorios titulares de
las autorizaciones de comercialización están obligados a garantizar un
abastecimiento adecuado y continuado dentro de sus responsabilidades, las
actuaciones que se han venido poniendo en marcha para tratar de paliar la
situación no han podido revertir dicha situación.
Sanidad sitúa como principal causa de
dicha falta de suministro los problemas en la fabricación del medicamento y ha
constatado que afectan en mayor medida a los de uso hospitalario y a los
relativos al sistema cardiovascular, anti-infecciosos, antineoplásicos e
inmunomoduladores. Durante el segundo semestre de 2018, el 17 % de los casos
tuvo un impacto asistencial medio o mayor.
“La situación es preocupante pero no
constituye un problema de salud pública porque hay bastantes alternativas
terapéuticas”, reconoce un
portavoz del Ministerio de Sanidad. Como ejemplo, la fuente recuerda que Dasly -un
medicamento muy utilizado para combatir el dolor y la fiebre en los niños y que
desde finales de año sufre problemas de abastecimiento por cambios en la
formulación- “tiene 22”.
“Prevenir, gestionar e informar”
Con los objetivos de “prevenir,
gestionar e informar”, el Plan de Garantías de Abastecimiento de
Medicamentos 2019-2022 pretende desplegar un conjunto de medidas que ayuden a
detectar precozmente el desabastecimiento que se viene registrando en los
últimos años, garantizar el suministro de los fármacos necesarios para el
tratamiento de enfermedades y que no sustituibles, así como conseguir
alternativas terapéuticas que permita minimizar el impacto sobre el paciente.
El plan, igualmente, propone una
modificación del marco legal a fin de que se incluya en el real decreto
legislativo por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de garantías y
uso racional de los medicamentos y productos sanitarios la categoría de sanción
“grave” para los problemas de suministro que tienen impacto en la salud como
efecto disuasorio, al tiempo que pretende adoptar medidas reguladoras con la
intención de minimizar el impacto que el Brexit -la
salida del Reino Unido de la UE, que se iba a llevar a cabo a finales de marzo
y finalmente pospuesta hasta el próximo 31 de octubre- pueda tener en el
abastecimiento de fármacos y reforzar la coordinación con otros países
europeos.
“Se puede mantener en el tiempo”
“¿Se va a mantener en el tiempo esta
situación? Se puede mantener en el tiempo. Paliar un problema que se podría
haber evitado es complicado. Tendría que haber habido una actuación de
prevención porque los precios de los medicamentos no pueden bajar tanto y
porque no se puede dejar en manos del libre comercio algo como la salud, que
debe estar regulado en todos sus aspectos”, opina el presidente del Colegio de
Farmacéuticos de Sevilla, Manuel Pérez Fernández.
“Puedes retirar de una farmacia un
medicamento para tratar la tensión arterial, otro para la hipercolesterolemia,
un protector gástrico y un paracetamol por menos de 10 euros. Eso da una idea
de que en España hay muchos fármacos cuya dispensación y venta es muy poco
rentable”, añade el presidente de los farmacéuticos sevillanos.
El Ministerio de Sanidad prevé aprobar la
próxima semana un plan de choque con las comunidades autónomas para paliar el
problema
Conscientes de la importancia del
problema, esta organización colegial ideó hace años un sistema por el que las
oficinas de farmacia hacen un pedido ficticio al Colegio -convertido en una
especie de almacén simulado- cuando no disponen de un medicamento, de modo que
queda registrado en el sistema informático esa falta de suministro. El éxito
del procedimiento ha llevado al Consejo General de Colegios de Farmacéuticos a
asumirlo como propio al crear el Centro de Información sobre Suministro de
Medicamentos (CISMED), una herramienta que permite disponer de precisa
información semanal con los datos que proporcionan de forma directa unas
7.000 boticas adheridas -en torno a un tercio del total de las existentes en el
país- y determinar alertas.
“Desde que se detecta una falta de
medicamentos hasta que el Ministerio se pone en contacto con el laboratorio
para ver qué cuál es el problema pueden pasar semanas. Con este sistema, el
Ministerio conoce periódicamente cuáles son los medicamentos afectados por
problemas de abastecimiento”, añade Pérez Fernández.
Este farmacéutico sevillano ha
comprobado esta misma semana en primera persona cómo persiste la problemática:
trató de hacer un pedido con más de 300 referencias y más de un centenar no le
llegaron. “El Dolalgial es un medicamento de
uso cotidiano sin genérico y ha habido momentos en los que estaba en falta”,
recuerda.
Laboratorios piden blindar el precio de
determinados medicamentos para que les sea rentable la comercialización y se
evite el indeseado desabastecimiento
Junto a razones técnicas, logísticas y
reglamentarias, desde Farmaindustria -la Asociación Nacional Empresarial de la
Industria Farmacéutica en España- también se apresuran a señalar causas
económicas para explicar el problema de falta de suministro de medicamentos que
se viene produciendo en los últimos años. “Se han tomado medidas que han ido
erosionando los precios de fármacos y llega un momento en que no es viable
comercializarlos”, resume Emili Esteve, director del departamento técnico de
Farmaindustria.
En opinión de la patronal de
laboratorios, es necesario “retocar aspectos de la legislación vigente” a fin
de proteger precios para que sean “más atractivos por razones económicas y
sigan en el mercado”. “Es de sentido común que, si un medicamento se queda
erosionado en su precio y sube el coste de la materia prima, es más difícil
mantener el producto con cierta rentabilidad en el mercado”, zanja Esteve.
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