Ya veremos si las manifestaciones de algunos, y el grado de satisfacción que al parecer muestra tras esta desafortunada decisión de la jueza, más adelante no se lo tienen que comer todo con patatas. Tiempo tendremos.
De otro lado esta la "comisión interna" constituida en el HUCA. Que van decir... a quien va defender... menos mal que es "el mecanismo que salvaguarda y garantiza la seguridad de los pacientes”. Pues apañados estamos....
La intervención estaba en manos de grupo de acreditados profesionales, pues de lo contrario no estarían ejerciendo la profesión, con centenares de intervenciones a sus espaldas, y nos quieren hacer creer que "se inventan una historia con unas gasas de por medio"...
Preguntas:
¿quien es la jueza para decidir si el olvido o no de las gasas es motivo para que se produjera el óbito del paciente?...
¿tiene los conocimientos médicos necesarios su señoría para poder hacer tal afirmación?
¿porque motivo no se conservaron las "compresas" como prueba fundamental del supuesto accidente quirúrgico?
Por contra la jueza advierte que el cirujano responsable de la segunda intervención “obró con la diligencia indispensable para el buen éxito de la intervención”. Y precisa que, en la actuación de este cirujano cardíiaco “no se atisba la infracción de ningún deber de cuidado”.
Algunos tienen la obligación moral de dar muchas explicaciones. Desde la jueza que archiva el caso, hasta el eufórico gerente del HUCA Luis Hevia Panizo, sin olvidar a los miembros de la comisión interna constituida para esclarecer los hechos denunciados. Todos ellos no deberían de olvidar que hay un fallecido de por medio y una familia destrozada.
ooOoo
SEGUN el diario La Nueva España
LOS HECHOS
1.- Las operaciones.
J.L.G.R. fue operado el 11 de diciembre de 2017 y el 2 de enero de 2018. En la segunda intervención falleció desangrado.
2.- La polémica.
Los autores de la segunda operación afirman que, al abrir al paciente, había dos compresas olvidadas por el anterior equipo.
3.- El auto.
La resolución de la juez exime de responsabilidad penal a los autores de las dos intervenciones al no ver "acreditados las denuncias"
P. A.
La familia del fallecido en el "caso de las
compresas" recurre el archivo de la causa
La Audiencia Provincial revisará el auto de una jueza que
exculpa a tres médicos y tres enfermeras de la denuncia del padre y la viuda
del paciente
La familia del paciente fallecido en el Hospital
Universitario Central de Asturias (HUCA) en el conocido como “caso de la
compresas” recurrirá el auto judicial que ha eximido de responsabilidad penal a
tres médicos y tres enfermeros que habían sido investigados “imputados”, en el
antiguo argot judicial). Dieciséis meses después del luctuoso evento, la jueza
encargada de realizar las diligencias ha archivado la causa al concluir que no
han sido “debidabamente acreditados los hechos denunciados” por la familia del
fallecido, el oventense J.L.G.R, de 44 años. Los denunciantes –el padre y la
viuda del difunto- presentarán un recurso ante la Audiencia Provincial.
Entre tanto, el gerente del HUCA, Luis Hevia, manifestó su
satisfaccin por el fallo judicial. “La magistrada avala de manera inequívoca el
dictamen de la comisión técnica interna constituida en el seno de HUCA como
mecanismo de salvaguarda y garantía de la seguridad de los pacientes”, argumentó
Luis Hevia, en alusión al grupo creado en el hospital ovetense para investigar
el incidente.
Los radiólogos del Hospital Central que formaron parte de
la citada comisión interna determinaron que no había compresas en la cavidad
torácica del paciente antes de la segunda intervención, en la que falleció el
enfermo, el 2 de enero de 2018. Según Luis Hevia, esta versión “ha sido
ratificada por los peritajes efectuados por los expertos, descartándola por
tanto como posible causa del fallecimiento”.
El cirujano que realizó la segunda operación –F.C.M.- y
su equipo aseguraron ante la jueza que, cuando abrieron al paciente, allí
estaban las compresas, que se infectaron y formaron un coágulo que, al ser
retirado, provocó que el enfermo muriera desangrado en el acto. Esta tesis
viene a responsabilizar del fatal desenlace al cirujano –J.S.G., jefe del
servicio de Cirugía Cardiaca- que llevó a cabo la primera operación, que se
llevó a cabo el 11 de diciembre de 2017 con el objetivo de sustituirle la válvula
aórtica mediante una cirugía abierta. La familia del paciente defiende también
esta versión de lo hechos.
Sin embargo, la magistrada Marta Iglesias López, titular
del Juzgado de Instrucción número 1 de Oviedo, sostiene en su auto que la acusación
del olvido de las compresas “no ha sido probada más allá de las declaraciones
de parte de los miembros integrantes del segundo equipo médico que intervino,
días después al Sr. J.L.G.R.”
Agrega la jueza que “aun cuando se hubiera probado el
olvido de dichas compresas en el paciente (cosa que como se ha expuesto, no ha
resultado debidamente acreditado), tampoco se ha demostrado el nexo causal
entre dicho olvido y la muerte del Sr. J.L.G.R., lo que confirma la ausencia de
responsabilidad penal, tanto del Dr. J.S.G. como de las enfermeras encargadas
del recuento de compresas en la primera intervención(…) máxime si se tiene en
cuenta que las citada compresas no fueron conservadas, y que al paciente no se
le practicó la autopsia clínica por parte del profesional al que competía
ordenarla y que no era otro que el Dr. F.C.M. cirujano responsable de la segunda
intervención quirúrgica, en cuyo quirófano se produjo la muerte del paciente”.
Podría parecer que está última frase lleva implícito un
cierto reproche. Sin embargo, ya de forma explícita, la magistrada añade que,
en la segunda operación, F.C.M. “obró con la diligencia indispensable para el
buen éxito de la intervención”. Y precisa que, en la actuación de este cirujano
cardiaco “no se atisba la infracción de ningún deber de cuidado”.
Este caso ha generado una enorme fractura ente el
personal del área de Cirugía Cardíaca del Hospital Universitario Central de
Asturias - HUCA
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