Una
vigilia por Andreas, la joven que murió de meningitis tras 75 horas atada en un
psiquiátrico
Los asistentes a la concentración en el segundo
aniversario del fallecimiento piden "la abolición de la contención
mecánica"
El tiempo no
siempre es una medida universal. Dos años pueden ser insignificantes para unos
y decisivos para otros. Para Aitana, hermana de Andreas Fernández -la joven
que murió de meningitis
después de pasar 75 horas atada en la unidad psiquiátrica del
Hospital Central de Asturias-, los últimos dos años, los que se cumplieron este
miércoles desde su fallecimiento, han sido un espacio de espera y ausencia:
“Son dos años sin ella. Y también dos años en los que solo pienso en hacer
justicia por la muerte de mi hermana”. Para recordarla, familiares y amigos de
la estudiante de 26 años se concentraron en la noche de este miércoles en la
céntrica plaza de la Escandalera (Oviedo).
En este tiempo, Aitana ha emprendido una batalla
judicial por la vía penal: se ha personado como acusación particular y ha
denunciado a siete médicos por "homicidio por imprudencia grave
profesional". Su hermana murió, según la autopsia, por una meningitis
linfocitaria sumada a una miocarditis. Ambas habrían sido
consecuencia de una infección grave que no se diagnosticó ni trató
adecuadamente, ya que fue considerada paciente psiquiátrica por sus
antecedentes familiares. Durante la mayor parte del ingreso —casi cuatro días—,
Andreas estuvo atada a la cama. Su familia no pudo visitarla porque el hospital
no lo permitió.
"El
hospital inició una investigación interna de la que nunca supimos nada. No se
han depurado responsabilidades aún. Estamos a la espera del informe forense
definitivo, que deseamos que sea imparcial y objetivo", explica Aitana. Ni
el hospital ni los denunciados se han pronunciado hasta el momento.
A la vigilia
de este miércoles, que se desarrolló completamente en silencio, acudieron un
centenar de personas, entre ellas miembros del colectivo asturiano Hierbabuena,
formado por personas con problemas de salud mental que han estado ingresadas en
instituciones psiquiátricas. Durante el primer año tras el fallecimiento de
Andreas, la asociación se concentró el 24 de cada mes para pedir la “abolición
de la contención mecánica” como la que sufrió la joven.
Ahora,
Hierbabuena ha vuelto a manifestarse después de que EL PAÍS publicase los
detalles del ingreso involuntario y del error diagnóstico del caso de Andreas:
“Queremos que se aclare qué ha ocurrido, pero también que salga a la luz el
maltrato a los pacientes de Psiquiatría. Estas unidades a menudo funcionan como
unidades carcelarias donde las personas con sufrimiento mental pierden su
libertad y su credibilidad”, apunta Tomás Corominas, miembro del colectivo.
En los
últimos días, Aitana ha iniciado los trámites para pedir al Defensor del Pueblo
el informe detallado sobre la visita que el organismo realizó sin previo aviso
en la unidad psiquiátrica del HUCA, en enero de 2018, meses después de la
muerte de su hermana. A falta del informe forense que determinará si hubo o no
negligencia, el proceso judicial -en el que ya han declarado los siete médicos
denunciados en calidad de investigados- sigue en fase de instrucción. Mientras
tanto, la vigilia es el presente continuo de Aitana: “Descansaré cuando haya
justicia con Andreas”.
Fuente
documental:
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