Errores sanitarios
que se pagan caro: las siete negligencias médicas más comunes en España
Se producen cerca de 15.000 negligencias médicas en nuestro país
Una
vista al médico que puede salir bastante cara para el paciente. Cerca de 15.000 son las negligencias
médicas que, cada año, se producen en España, según
estimaciones de Statista, el reconocido portal de estadísticas online que pone
al alcance del usuario datos procedentes de estudios de mercado y de opinión.
Retraso en el diagnóstico, errores en el mismo, infecciones contraídas en el
hospital€ (en esta
información ta hablábamos de la condena a na ginecóloga por tardar 5 meses
en diagnosticar un cáncer de mama). Son varios los factores
que pueden llevar a que el paciente sufra una negligencia cuando va a curar una
dolencia (en este enlace te
contamos qué hacer ante una negligencia médica). La
compañía online de servicios legales reclamador.es, ha elaborado una guía en la
que recopila los errores médicos más frecuentes en nuestro país que han sido,
además, reconocidos por los tribunales con indemnizaciones para los pacientes
afectados.
1. Diagnóstico erróneo
Algunos de los casos más
frecuentes de error
de diagnóstico se dan en el ámbito de traumatología. Por
ejemplo, al confundir contusiones cuando en realidad eran roturas óseas,
explica reclamador.es. Hay que tener en cuenta que este error puede venir motivado
por una falta de empleo de medios, es decir, que no se hayan usado todos los
recursos posibles para dar con un diagnóstico correcto.
2. Retraso en el diagnóstico
Otra de las negligencias médicas que se producen con
frecuencia en nuestro país es, según la compañía online, el retraso en el
diagnóstico. Y esto, al igual que el resto de negligencias
que explican los expertos de reclamador.es, se puede reclamar. El retraso en el
diagnóstico se produce cuando, tras varias visitas al médico, se demora la
realización de las pruebas convenientes, o se hacen otras pruebas diagnósticas
que no dan con un resultado médico en claro y siempre que el retraso produzca
consecuencias en la recuperación o provoque daños o secuelas para el paciente.
Una cuestión que influye
también en este aspecto es la pérdida de oportunidad. Es decir, si como consecuencia de
retrasar el diagnóstico ya no se puede aplicar un tratamiento que hubiera
resultado efectivo. Esto, afirma reclamador.es, sería también una negligencia.
3. Retrasos en listas de
espera (eternas)
Además del retraso en el
diagnóstico, pueden producirse también demoras en las listas de espera. Sin
duda, uno de los
principales problemas a los que se enfrenta la sanidad pública en España es el
de las largas listas de espera. Y no sólo para intervenciones
quirúrgicas, también para pruebas diagnósticas. Traumatología, Oftalmología y
Cirugía General, son por este orden – y según el Sistema Nacional de Salud
(SNS)- las especialidades con más pacientes en lista de espera para operarse.
El verdadero problema aparece
cuando, como consecuencia de la espera, el paciente empeora o muestras nuevos
síntomas o dolencias que podrían haberse evitado de haber sido atendido con
anterioridad. En este sentido, la compañía online de servicios legales recuerda
que para poder reclamar de manera exitosa, el afectado tendrá que demostrar que
su situación se ha visto agravada como consecuencia del retraso en la lista de
espera.
4. Falta de consentimiento
informado
Por norma general, cuando un
paciente comienza
un tratamiento médico o va a verse sometido a una intervención, el personal
sanitario tiene la obligación de informar de los riesgos a los que se
expone. Esta comunicación deberá ser verbal y dejar
constancia de la misma en la historia clínica y, en caso de tratamientos
invasivos como intervenciones quirúrgicas, se tendrá que facilitar al paciente
un documento en el que se especifican los posibles problemas que pueden surgir,
ya sea durante el tratamiento o a posteriori. Esto es lo que se conoce,
recuerda reclamador.es, como documento de consentimiento informado.
Sin embargo, son muchos los
casos en los que, una vez iniciado o terminado el tratamiento del paciente,
este sufre daños de los que no tenía constancia o no sabía que podían suceder.
Es en estas situaciones cuando puede reclamar por daños desproporcionados.
5. Errores en tratamientos o
intervenciones quirúrgicas
Los errores en la medicación
también son frecuentes. Un ejemplo claro es el suministro de un determinado
medicamento que interfiere agravando una enfermedad ya existente y
diagnosticada.
En los casos de errores en
intervenciones quirúrgicas, un
claro ejemplo puede ser
el daño de nervios
durante la operación que no estuvieran descritos en el
consentimiento informado, u olvido de gasas y otros materiales quirúrgicos
dentro del cuerpo del paciente.
6. Infecciones contraídas en
el hospital
Las infecciones hospitalarias, también conocidas como infecciones
nosocomiales, son las que se contraen dentro del propio centro hospitalario. Por
ejemplo, tras utilizar objetos que no están debidamente esterilizados. Sin
embargo, es importante matizar que no todas las enfermedades que se contraigan
en el centro sanitario serán reclamables. Un catarro derivado de los contrastes
de temperatura o por defensas bajas, no podría reclamarse. Es preciso en estos
casos contar con un informe del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital
para que informe sobre las medidas de esterilización y limpieza, así como si ha
existido alguna negligencia.
7. Falta de seguimiento del
paciente
En este caso, señala
reclamador.es, la negligencia médica se produce cuando el facultativo considera
que no es necesario realizar un seguimiento de la dolencia o no establece un
adecuado seguimiento de la evolución de la enfermedad, intervención o
tratamiento del paciente. De
tal modo que este acaba sufriendo daños derivados de ese seguimiento erróneo.
Ejemplos de este tipo de errores son el fallo en el seguimiento de un paciente
con cáncer para evitar la aparición de metástasis, o el incorrecto seguimiento
tras una intervención para prevenir la aparición de complicaciones (en este
enlace te hablamos de la alerta de Sanidad de casos graves de hipercalcemia en
niños y adultos por dosis excesivas de vitamina D).
¿Cuál es el plazo para
reclamar una negligencia médica?
El plazo para reclamar una negligenica
médica es de un año desde que se conoce el alcance de las
lesiones en el caso de la sanidad pública o en caso de reclamar directamente a
la aseguradora, y de 5 años en el caso de la sanidad privada.
Independientemente de si la
negligencia se produce en un centro sanitario público o privado, lo importante
es hacerse con el historial clínico, explica reclamador.es, pues en este
documento es donde aparecerán reflejadas las pruebas realizadas y los
documentos de consentimiento informado, documentación imprescindible para
presentar una reclamación.
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