Del Busto aduce
falta de competencias para inhibirse ante los enfermeros apartados por el caso
de las gasas
Podemos denuncia en la Junta que las represalias son "un ejemplo claro
de abuso de poder, omertá y vendetta"
"Este tema todavía está sub iudice. Por eso este consejero se calla la
boca". La máxima autoridad de la Sanidad en el Principado, Francisco
del Busto, ha expresado esta mañana en esos términos su falta de competencia
para intervenir en el caso de los dos trabajadores
de enfermería apartados del servicio de cirugía cardiaca del HUCA y los siete expedientes abiertos contra profesionales que
afirmaron haber visto en el interior de un paciente dos compresas que le
causaron la muerte tras una intervención quirúrgica. A preguntas del diputado
de Podemos Andrés Fernández Vilanova, que ve en el caso "un
ejemplo claro de abuso de poder, omertá (ley del silencio) y vendetta
(venganza)", de represalia contra unos trabajadores que se atrevieron a
declarar en contra de sus superiores, Del Busto se ha acogido a un informe
del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales que no aprecia acoso laboral y
añadió que "de las medidas adoptadas por la jefatura de servicio fueron
puntualmente informados los órganos de representación de los trabajadores,
incluido el servicio de seguridad y salud, sin que ninguno de los
representantes mostrase oposición". "Aunque el servicio (de
prevención de riesgos laborales) no lo vea, hasta un ciego puede ver que se
está represaliando a siete trabajadores por declarar contra sus jefes",
denunció Fernández Vilanova.
Era la primera vez que el caso de las gasas llegaba a una sesión de control
al Gobierno en el pleno de la Junta. Frente a las acusaciones del
diputado interpelante, que considera que el Consejero sí tiene capacidad de
intervenir a través del gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), Del Busto ha optado por el silencio. "En
un caso así, que no tiene ni una sola sentencia, en un proceso penal en el que
se formulan acusaciones muy graves, un consejero debe tener la boca
cerrada", ha afirmado. Debe, precisó mñas, "callar como un muerto
y dar traslado de la información que recibe a los órganos competentes".
Durante el pleno, los trabajadores represaliados han mostrado su
disconformidad con la decisión en una concentración en el exterior de la Junta.
Pablo Blanco, uno de los apartados, leyó un comunicado en el que consideran
"incomprensible" que "en medio de un proceso judicial,
los dos enfermeros que fueron testigos de la verdad de lo sucedido hayamos sido
separados arbitrariamente de nuestro servicio como medida punitiva y represiva
por ser nustra declaración contraria a los intereses del Sespa".
"Venimos denunciando ante la administración estos hechos desde hace un
año", continúan, "en el que ocho compañeras han tenido que darse de
baja por ansiedad, estrés y depresión, cinco de las cuales aún continúan en
tratamiento psiquiátrico".
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