jueves, 14 de marzo de 2019

El Sespa ante un claro ejemplo de abuso de poder, omertá y vendetta, tan solo uno más


Del Busto aduce falta de competencias para inhibirse ante los enfermeros apartados por el caso de las gasas
Podemos denuncia en la Junta que las represalias son "un ejemplo claro de abuso de poder, omertá y vendetta"
"Este tema todavía está sub iudice. Por eso este consejero se calla la boca". La máxima autoridad de la Sanidad en el Principado, Francisco del Busto, ha expresado esta mañana en esos términos su falta de competencia para intervenir en el caso de los dos trabajadores de enfermería apartados del servicio de cirugía cardiaca del HUCA y los siete expedientes abiertos contra profesionales que afirmaron haber visto en el interior de un paciente dos compresas que le causaron la muerte tras una intervención quirúrgica. A preguntas del diputado de Podemos Andrés Fernández Vilanova, que ve en el caso "un ejemplo claro de abuso de poder, omertá (ley del silencio) y vendetta (venganza)", de represalia contra unos trabajadores que se atrevieron a declarar en contra de sus superiores, Del Busto se ha acogido a un informe del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales que no aprecia acoso laboral y añadió que "de las medidas adoptadas por la jefatura de servicio fueron puntualmente informados los órganos de representación de los trabajadores, incluido el servicio de seguridad y salud, sin que ninguno de los representantes mostrase oposición". "Aunque el servicio (de prevención de riesgos laborales) no lo vea, hasta un ciego puede ver que se está represaliando a siete trabajadores por declarar contra sus jefes", denunció Fernández Vilanova.
Era la primera vez que el caso de las gasas llegaba a una sesión de control al Gobierno en el pleno de la Junta.  Frente a las acusaciones del diputado interpelante, que considera que el Consejero sí tiene capacidad de intervenir a través del gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), Del Busto ha optado por el silencio. "En un caso así, que no tiene ni una sola sentencia, en un proceso penal en el que se formulan acusaciones muy graves, un consejero debe tener la boca cerrada", ha afirmado. Debe, precisó mñas, "callar como un muerto y dar traslado de la información que recibe a los órganos competentes".
Durante el pleno, los trabajadores represaliados han mostrado su disconformidad con la decisión en una concentración en el exterior de la Junta. Pablo Blanco, uno de los apartados, leyó un comunicado en el que consideran "incomprensible" que "en medio de un proceso judicial, los dos enfermeros que fueron testigos de la verdad de lo sucedido hayamos sido separados arbitrariamente de nuestro servicio como medida punitiva y represiva por ser nustra declaración contraria a los intereses del Sespa". "Venimos denunciando ante la administración estos hechos desde hace un año", continúan, "en el que ocho compañeras han tenido que darse de baja por ansiedad, estrés y depresión, cinco de las cuales aún continúan en tratamiento psiquiátrico".

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